Con la eliminación en semifinales de Champions League a manos del potente Bayern Münich, el Fútbol Club Barcelona ha concluido de manera anticipada la temporada 2012/2013. Habiendo quedado fuera de la Copa del Rey contra Real Madrid, y estando la Liga BBVA prácticamente definida, no quedan más que 5 partidos para cerrar el año futbolístico. ¿Se vendrán cambios en el blaugrana?
Lionel Messi en el banco, y los de Jupp Heynckes goleando. La imagen más clara de la impotencia culé, un equipo que no supo ni pudo afrontar lesiones, ni dificultades futbolísticas que se le presentaron a lo largo del primer ciclo al mando de la plantilla de Francesc Vilanova. En la vorágine de ser “el mejor equipo del mundo“, quedó olvidado el gran vacío que generó la partida de Josep Guardiola, ocupado por Tito, quien tuvo graves complicaciones con su enfermedad. Recibió tratamiento en medio de la temporada, siendo reemplazado por su ladero Jordi Roura.
La recuperación y el regreso a las canchas de Eric Abidal fue un aliciente que llenó de alegría y positivismo a Cataluña, pero la decisión indeclinable de marcharse por parte del arquero Víctor Valdés, fue un baldazo de agua fría para la armonía de una institución, que no atraviesa su mejor momento económico y que no gana torneo tras torneo como en la reciente época dorada de Guardiola. Sumado a los constantes rumores que surgen en un grupo de trabajo, como la presunta pelea entre David Villa y Messi, tan difundida por la prensa española.
En la competencia doméstica, arrasó. Al estilo Barca, se colocó como único líder con sus juveniles, con grandes exhibiciones, con Messi encendido domingo tras domingo, hasta que llegó la lesión en París. No fue el primero de los lesionados, ya que Javier Mascherano, Carles Puyol, entre otros, se fueron bajando de los compromisos por distintas molestias. Cuando las bajas importantes ocurrieron, los canteranos debieron responder al llamado. Algunos estuvieron a la altura (Cristian Tello), otros no (Marc Bartra).
Sufriendo con Milán y PSG, el golpe final se lo dio el Bayern Münich, con un aplastante 7-0 en el marcador global. Más allá de la lesión de Messi, y las correctas o incorrectas decisiones de Vilanova, el Barcelona ha mostrado su lado más débil, sus falencias, y sus rivales no se lo han perdonado en el campo de juego.
Betis, Atlético Madrid, Valladolid, Espanyol (clásico catalán) y Málaga son los cinco rivales que restan enfrentar. Dependiendo los resultados de sus perseguidores, Barcelona podría consagrarse campeón antes o después, pero lo que más necesita en este momento es descansar, recuperar fuerzas, diseñar y proyectar (llega Neymar) la próxima temporada para volver a la cima, de la cual ha bajado por lo menos un tiempo porque no se puede permanecer en las cumbres.
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