El show debe continuar: el negocio del fútbol se olvidó de la pandemia

El Napoli no pudo viajar a disputar el clásico con Juventus por casos de Covid-19 en el club y la Serie A le dio el partido por perdido. Ignorar al virus se volvió una actitud común en todas las confederaciones.

El domingo por la tarde, Juventus se quedó con el clásico frente al Napoli correspondiente a la fecha 3 de la liga italiana, con tres goles del Covid-19. ¿Qué pasó? La Hacienda Sanitaria Local napolitana le prohibió al conjunto dirigido por Genaro Gatusso viajar a Turín debido a la confirmación de tres casos positivos de coronavirus. Sin embargo, la Serie A se negó a postergar el partido, Juventus se presentó a jugar y, ante la ausencia del rival, se quedó con los tres puntos. Seguramente muchos consideran esta actitud de la Vecchia Signora como poco solidaria. Pero también es una realidad que se están reproducioendo en todo el mundo del fútbol este tipo de medidas.

La prohibición para viajar, con orden de aislamiento incluida, fue confirmada el sábado por el Napoli con el correspondiente pedido de postergación del encuentro. Los contagiados eran Piotr Zielinski y Elijf Elmas, piezas clave del equipo de Gatusso, además de un miembro del personal del club. Pero la organización de la Serie A decidió que se debía jugar igual: “El protocolo prevé unas reglas determinadas e inderogables, que permiten la disputa de partidos de liga incluso en caso de resultado positivo, alineando a los jugadores que dieron negativo en las pruebas realizadas e informadas dentro del tiempo previsto por las autoridades sanitarias”. “Por tanto, la ‘razón fundamental’ del protocolo sigue siendo la de permitir que se jueguen todos los partidos y, en consecuencia, la conclusión regular de la Serie A TIM”, cierra el comunicado.

Por su parte, los de Turín, de histórica rivalidad con los Azurri, adoptaron una actitud que pareciera dejar mucho que desear. Juventus se presentó al Allianz Stadium encabezados por su entrenador Andrea Pirlo a buscar los puntos, sabiendo que Napoli no había podido viajar. Pero, una vez que las autoridades dieron el partido por ganado al local, Andrea Agnelli, presidente del gigante italiano, redobló la apuesta en conferencia de prensa acompañado por el jefe del Departamento Medico, Luca Stefanini. “Este documento me da tranquilidad sobre continuar con la temporada. En cuanto a las reglas deportivas, son claras: aquellos que no se presenten enfrentarán consecuencias disciplinarias”, declaró en referencia a la decisión de la Serie A. “El hecho de que el equipo no se presente al estadio para jugar un partido programado no da una gran imagen sobre nosotros”, agregó.

Juventus presentandose al partido frente al Napoli (Foto: @juventusfces)

Cabe recordar también que Genoa, rival de Napoli en la fecha 2, tuvo que postergar su encuentro por contar 17 casos positivos dentro de su plantel, de los cuales 11 participaron del partido frente al Napoli el pasado fin de semana. En esta situación, falta escuchar a los directivos del conjunto del Sur de Italia, donde actualmente los ánimos están muy caldeados.

LA COPA INFECTADORES DE AMÉRICA

El caso del Napoli fue grotesco en cuanto a que quedó en el medio de las órdenes opuestas del gobierno y de la serie A. Pero esa situación no se compara con el bochorno en Ecuador durante la actual Copa Libertadores, en el duelo entre Barcelona de Guayaquil y Flamengo.

El 22 de septiembre, el último campeón de América se encontraba en Ecuador para enfrentar a Barcelona por la fase de grupos. Sin embargo, la aparición de 10 casos positivos de coronavirus dentro de la concentración del equipo brasileño impulsó al gobierno de Guayaquil a evitar que se juegue el encuentro. Un equipo médico llegó al hotel donde se hospedaba Flamengo a hisopar a la delegación, y con un mensaje claro: El partido no se juega. Mientras tanto, la municipalidad de Guayaquil clausuraba el Estadio Monumental Isidro Romero Carbo para que nadie ingrese al establecimiento.

La situación encendió las alarmas en la Conmebol, que rápidamente empezaron a presionar para dar vuelta la orden municipal. Empezaron las negociaciones entre el mandamás del fútbol sudamericano Alejandro Domínguez, los representantes de la cartera de salud de Guayaquil y el Ministerio de Salud de Ecuador. Finalmente se levantó la clausura y se autorizó que los brasileños jueguen con los jugadores que habían dado negativo. “No existe razón sanitaria alguna para que el encuentro futbolístico no se realice esta tarde”, declaró el ministro de salud ecuatoriano, Juan Carlos Zevallos, una vez que se hizo público que el partido se jugaría con normalidad. Mientras tanto, Miguel Angel Loor, presidente de la Liga Profesional de Ecuador, se mostró disconforme con la decisión en su cuenta de Twitter: “¿Cómo es posible que todo esto explote acá en nuestro país? ¿Y los protocolos previos? ¿Existen garantías para hoy? ¡Entiendan nuestra preocupación! @CONMEBOL”.

¿Qué pasó después? El partido se realizó como si nada hubiera pasado, Flamengo venció 2-1 a Barcelona y volvieron a Brasil con los tres puntos. El problema ocurrió al día siguiente, cuando Rodrigo Caio, quien había disputado el encuentro, dio positivo de Covid-19. La noticia impulsó a la dirigencia de Barcelona a poner al plantel en aislamiento preventivo. Pero bueno, por suerte viene tranquila la Copa Infectadores de América.

EN ASIA, DESCALIFICADO POR CORONAVIRUS

A diferencia de la Conmebol, que hace todo lo posible para que se juegue, en Asia es todo lo contrario: no podés jugar, descalificado. Eso fue lo que le pasó al Al-Hilal de Arabia Saudita en la Champions League de la AFC (Confederación Asiática de Fútbol).

Al-Hilal era el campeón defensor de la Champions League de Asia

Al comienzo de la competencia, el conjunto árabe, campeón defensor de la Champions asiática, era uno de los favoritos a quedarse con el título. Con figuras de renombre como el italiano Sebastian Giovinco y el francés Bafétimbi Gomis, el Al-Hilal marchaba líder invicto del grupo B del torneo continental. Sin embargo, todo empezó a complicarse cuando se dispararon los casos de Covid-19 dentro del club. En total, de los 30 jugadores habilitados que contaba el club, 16 dieron resultados positivos en los testeos. Sumado a eso, otros 3 jugadores no podian participar por estar lesionados.

En las vísperas del encuentro de la fecha 6 frente al habab Al Ahli de Dubai, el club árabe pidió permiso para incluir más jugadores a la lista, pero fue denegado por la AFC. Al mismo tiempo, le negaron el pedido de postergación del encuentro al “tener impacto negativo en el calendario actual”, según la organización. Esto obligó al Al-Hilal a presentarse a disputar el encuentro de copa con solo 11 jugadores, de los cuales 3 eran arqueros. Pero había un problema: el reglamento de la Champions League de Asia prohíbe presentar menos de 13 jugadores para el encuentro. Al no completar la nómina, la AFC sancionó al club con la descalificación del torneo y anuló todos los resultados de sus encuentros previos de la fase de grupos.

Según el comunicado de la confederación asiática, la decisión se apoya en el articulo 4.3 del reglamento: “Si un equipo participante/club participante tiene menos de trece (13) jugadores (incluido un (1) portero) disponibles para un partido por cualquier motivo (relacionado o no con el COVID-19), no podrá participar en el partido. Dicho equipo participante / club participante será responsable de que el partido no se lleve a cabo y se considerará que se ha retirado de la competencia correspondiente”.

Por cómo se está desarrollando el fútbol en plena pandemia, lo que pasó en Italia fue solo una muestra más de que el negocio se está llevando puesta a la salud. Los protagonistas son obligados a participar del espectáculo, mientras a los dirigentes no les importan los riesgos. Los equipos tienen que salir a poner el pecho a las balas porque el tiempo es dinero, y ya estuvo mucho tiempo la pelota parada. ¿Querían competir en igualdad de condiciones? Entonces no se hubieran contagiado, porque el show debe continuar.