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The Dickies enfiestaron Buenos Aires

Máscara de gorila, una muñeca inflable, un títere con cara de perro, otro personificando a un pito con sus dos bolitas dispares colgando… esas son las cosas que pasan en un show de The Dickies y eso es lo que vimos el jueves en el Roxy Live, en la primera presentación de estos californianos en nuestro país después de 30 años de punkrockear el mundo.

“Gracias, son tan amables, querría tener sexo personalmente con todos ustedes, pero no tengo tiempo”, ilusionaba Leonard Graves Phillip, la voz cantante de este quinteto de fiesteros ahora veteranos. Tres décadas compiladas en una hora y cuarto de show, arrancando con Rosemary, parte del disco “Stukas Over Disneyland" (1983), seguido de Fan Mail y Nights in White Satin, de "Dawn Of The Dickies" (1979), segundo trabajo de estudio de la banda, del que también se escuchó Manny, Moe And Jack.

“Es una noche histórica esta”, ya anunciaba el guitarrista de Katarro Vandálico en lo que fue la antesala del show de los Dickies, que contó con la apertura también de los chicos de Brixton. Capas hechas con toallones blancos que solo pueden aceptársele a Leonard Graves, un Stan Lee portando una remera de Spider Man bajo su guitarra, la panza dura y una vinchita de cuernitos colorados… un bajista tornasolado de tanto chivar. Las imágenes que esperábamos guardar en la memoria.

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I’m OK, you’re OK, inspirado en uno de los más exitosos libros de autoayuda de la historia, fue el cuarto tema con el que nos agasajaron estos señores yanquis que la pegaron en el ranking británico allá por el 77, los mismos que  se coronan con haber sido los primeros en aparecer en televisión y en firmar con un sello discográfico de la talla de A&MRecords.

See my Way, Dead Heat, Got it at the store, Give it Back, temazo de "The Incredible Shrinking Dickies", disco debut de los veteranos, del que también sonó Paranoid y Waterslide, solo para dar paso a Magoomba, de "Killer Klowns From Outer Space" (1988), un tema que según el cantante provocaría que la audiencia se hiciera “caca in your pantalones”, minutos antes de que le preguntara a la audiencia si su pito se veía como una cola de tortuga.

Un títere de perro dijo el primer “buenas noches”, solo para volver de pronto con My Pop the Cop, entre gritos  de vamos los dickies la puta que lo parió, canción que la banda aún debe estar intentando descifrar con el traductor de Google. You Drive Me Ape (You Big Gorilla), cambiando al títere canino por una máscara de mono bastante calurosa para lucir bajo la luminaria del Roxy, seguido de Wagon Train y Gigantor, una de las canciones que más ganas de patear vallas han dado en los últimos recitales de Argentina este 2011. Segundos después, Killer Klowns, Rockin' In The Free World y el cierre con Banana Splits, como no podía ser de otra manera. Definitivamente, no hay queja posible cuando se cubren todas las expectativas. Ahora, como siempre, a esperar la vuelta.

 

  Fotos: Julieta Arias

Máscara de gorila, una muñeca inflable, un títere con cara de perro, otro personificando a un pito con sus dos bolitas dispares colgando… esas son las cosas que pasan en un show de The Dickies y eso es lo que vimos el jueves en el Roxy Live, en la primera presentación de estos californianos en nuestro país después de 30 años de punkrockear el mundo.

“Gracias, son tan amables, querría tener sexo personalmente con todos ustedes, pero no tengo tiempo”, ilusionaba Leonard Graves Phillip, la voz cantante de este quinteto de fiesteros ahora veteranos. Tres décadas compiladas en una hora y cuarto de show, arrancando con Rosemary, parte del disco “Stukas Over Disneyland” (1983), seguido de Fan Mail y Nights in White Satin, de “Dawn Of The Dickies” (1979), segundo trabajo de estudio de la banda, del que también se escuchó Manny, Moe And Jack.

“Es una noche histórica esta”, ya anunciaba el guitarrista de Katarro Vandálico en lo que fue la antesala del show de los Dickies, que contó con la apertura también de los chicos de Brixton. Capas hechas con toallones blancos que solo pueden aceptársele a Leonard Graves, un Stan Lee portando una remera de Spider Man bajo su guitarra, la panza dura y una vinchita de cuernitos colorados… un bajista tornasolado de tanto chivar. Las imágenes que esperábamos guardar en la memoria.

I’m OK, you’re OK, inspirado en uno de los más exitosos libros de autoayuda de la historia, fue el cuarto tema con el que nos agasajaron estos señores yanquis que la pegaron en el ranking británico allá por el 77, los mismos que  se coronan con haber sido los primeros en aparecer en televisión y en firmar con un sello discográfico de la talla de A&MRecords.

See my Way, Dead Heat, Got it at the store, Give it Back, temazo de “The Incredible Shrinking Dickies”, disco debut de los veteranos, del que también sonó Paranoid y Waterslide, solo para dar paso a Magoomba, de “Killer Klowns From Outer Space” (1988), un tema que según el cantante provocaría que la audiencia se hiciera “caca in your pantalones”, minutos antes de que le preguntara a la audiencia si su pito se veía como una cola de tortuga.

Un títere de perro dijo el primer “buenas noches”, solo para volver de pronto con My Pop the Cop, entre gritos  de vamos los dickies la puta que lo parió, canción que la banda aún debe estar intentando descifrar con el traductor de Google. You Drive Me Ape (You Big Gorilla), cambiando al títere canino por una máscara de mono bastante calurosa para lucir bajo la luminaria del Roxy, seguido de Wagon Train y Gigantor, una de las canciones que más ganas de patear vallas han dado en los últimos recitales de Argentina este 2011. Segundos después, Killer Klowns, Rockin’ In The Free World y el cierre con Banana Splits, como no podía ser de otra manera. Definitivamente, no hay queja posible cuando se cubren todas las expectativas. Ahora, como siempre, a esperar la vuelta.

 

 

Fotos: Julieta Arias