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Manu inoxidable

Emanuel Ginóbili no es inmune a la crueldad de la cronología. Ya no salta como antes (pero que volcada metió). Ya no puede jugar 40 minutos sin sentir algún dolor. Hace tiempo que no tiene una temporada entera libre de lesiones. Hasta la aureola que se le forma en la azotea cada vez tiene más espacio. Pero todavía le sobra para definir el tremendo primer juego que protagonizaron San Antonio Spurs, y Golden State Warriors. Otra vez el 20 se puso la capa y se transformó cual Clark Kent en SuperManu, al rescate del equipo texano que estuvo a nada de caer ante la sorpresiva franquicia de Golden State. El equipo que en 2014 volverá a San Francisco dominó durante todo el encuentro, imponiendo el ritmo alto que lo llevó a derrotar a los Denver Nuggets en la ronda anterior. Al término de la primera mitad los de azul y amarillo estaban arriba en el marcador, 53-49. En el tercer cuarto, el que ya se debería pasar a llamar “momento Stephen Curry”, el explosivo base marcó 22 de los 44 puntos de su equipo. Tony Parker (28 puntos, 8 asistencias y 8 rebotes) no lo pudo frenar en ningún momento. “Tiene cosas de Michael Jordan” dijo Greg Poppovich un par de días antes. Allí la ventaja llegó a ser de 18 puntos, para un tercer período que culminó con ventaja visitante de 92-80. Con poco más de 2 minutos por jugar en el último cuarto, la ventaja era de 10 puntos (104-94) para Golden State. Pero en ese momento los Spurs le tiraron los años y la experiencia en playoffs encima. Buenas acciones de Kawhi Leonard y Parker, achicaron a 1 punto la ventaja. Después de un doble de Jarret Jack la cuenta quedó 106-103, pero tras una asistencia de Manu, Danny Green marcó el triple decisivo para empatar el partido. La última bola quedó para Curry, pero Leonard lo defendió de manera impecable. [yframe url='https://www.youtube.com/watch?v=DAB-gACSQPM'] En el primer tiempo extra lo empató Jack en 115 y la última palabra quedó para los Spurs. Con 20 segundos en el reloj, Ginóbili encaró a su marcador, clavó los frenos, se echó hacia atrás pero el doble pegó contra el cristal y en Texas se iban a otro suplementario más. En ese período el local llegó a sacar una ventaja de 5 (126-121), pero los jovencitos de California respondieron con dos simples de Curry y otro Kent Bazemore que sólo jugó 2 minutos y le daba la victoria en el primer juego de las semifinales con una bandeja a aro pasado. En el medio Manu había fallado un triple con mucha falta de criterio, algo raro en él. Con tiempo en el reloj lanzó lejos de la línea con la marca encima y Popp se lo quería comer. No importó que la jugada no fuera para él. “Tenía que poner una cortina e irme para el fondo” dijo después el héroe de la noche. No interesó que había fallado 15-20 de lanzamientos de campo y 7-9 detrás de la medialuna. Con las marcas todas cubiertas, la defensa de los Warriors descuidó al argentino. Leonard con 3,4 segundos en el reloj le hizo llegar la pelota con un pase largo y el narigón clavó un triple sobre la marca para ganar el partido. “Manu did it again” vociferaron los relatores yanqui. “Razón 129 por la que amo a Manu Ginóbili” dijo Steve Kerr en twitter, uno que sabe y mucho de triples decisivos. Ahí está él, otra vez. 16 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes para una noche mágica más de Ginóbili en la NBA. Tom Thibodeau, el entrenador del año El coach de los Chicago Bulls todavía no ha recibido el premio y no sabe a ciencia cierta si recaerá en sus manos o las de Poppovich, Eric Spoelstra, entre otros. Dicen que el mejor técnico es el que explota al máximo las potencialidades de sus planteles. Si de eso se trata no tendría que haber mayores discusiones, porque lo que hace el ex asistente de Doc Rivers en Boston, es increíble. Sin Derrick Rose durante toda la temporada, sin Luol Deng tanto el séptimo partido contra Brooklyn Nets, como ayer en el primer choque de las semis ante Miami Heat,  sin Kirk Hinrich hace varios partidos, con Joakim Noah jugando a un 50% por una fascitis plantar, los toros fueron torazo en rodeo ajeno para llevarse el primer juego en la casa del campeón por 93-86. En otro de los milagros del Mago Tom, Nate Robinson se convirtió el jugador clave de este equipo desde la salida de Hinrich. ¡Hasta pasa bien la bola! 27 puntos, y 9 asistencias para Kryptonate, acompañado de una gran tarea en ambos lados de la cancha de Jimmy Butler. En su aro defendió muy bien a LeBron James y en el otro marcó 21 puntos. Además tomó 12 rebotes. [yframe url='https://www.youtube.com/watch?v=zQUyBWzSHOA'] En los últimos minutos con el partido igualado Marco Bellineli y Butler clavaron sendos triples importantísimos para poner empatar el partido en 86. Después Robinson tomó la posta y anotó dos simples consecutivos para poner arriba 90-86 a Chicago. Después de un mal tiro del MVP de la temporada regular, el partido quedó definido. 93-86 el score final para los Bulls. Miami sufrió la semana sin jugar desde la barrida a Milwaukee Bucks, pero necesita la aparición de jugadores como Ray Allen, Mario Chalmers y Crish Bosh ante una defensa que cierra tanto los espacios para Dwyane Wade y LeBron James

Emanuel Ginóbili no es inmune a la crueldad de la cronología. Ya no salta como antes (pero que volcada metió). Ya no puede jugar 40 minutos sin sentir algún dolor. Hace tiempo que no tiene una temporada entera libre de lesiones. Hasta la aureola que se le forma en la azotea cada vez tiene más espacio. Pero todavía le sobra para definir el tremendo primer juego que protagonizaron San Antonio Spurs, y Golden State Warriors. Otra vez el 20 se puso la capa y se transformó cual Clark Kent en SuperManu, al rescate del equipo texano que estuvo a nada de caer ante la sorpresiva franquicia de Golden State.

El equipo que en 2014 volverá a San Francisco dominó durante todo el encuentro, imponiendo el ritmo alto que lo llevó a derrotar a los Denver Nuggets en la ronda anterior. Al término de la primera mitad los de azul y amarillo estaban arriba en el marcador, 53-49. En el tercer cuarto, el que ya se debería pasar a llamar “momento Stephen Curry”, el explosivo base marcó 22 de los 44 puntos de su equipo. Tony Parker (28 puntos, 8 asistencias y 8 rebotes) no lo pudo frenar en ningún momento. “Tiene cosas de Michael Jordan” dijo Greg Poppovich un par de días antes. Allí la ventaja llegó a ser de 18 puntos, para un tercer período que culminó con ventaja visitante de 92-80.

Con poco más de 2 minutos por jugar en el último cuarto, la ventaja era de 10 puntos (104-94) para Golden State. Pero en ese momento los Spurs le tiraron los años y la experiencia en playoffs encima. Buenas acciones de Kawhi Leonard y Parker, achicaron a 1 punto la ventaja. Después de un doble de Jarret Jack la cuenta quedó 106-103, pero tras una asistencia de Manu, Danny Green marcó el triple decisivo para empatar el partido. La última bola quedó para Curry, pero Leonard lo defendió de manera impecable.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=DAB-gACSQPM’]

En el primer tiempo extra lo empató Jack en 115 y la última palabra quedó para los Spurs. Con 20 segundos en el reloj, Ginóbili encaró a su marcador, clavó los frenos, se echó hacia atrás pero el doble pegó contra el cristal y en Texas se iban a otro suplementario más. En ese período el local llegó a sacar una ventaja de 5 (126-121), pero los jovencitos de California respondieron con dos simples de Curry y otro Kent Bazemore que sólo jugó 2 minutos y le daba la victoria en el primer juego de las semifinales con una bandeja a aro pasado. En el medio Manu había fallado un triple con mucha falta de criterio, algo raro en él. Con tiempo en el reloj lanzó lejos de la línea con la marca encima y Popp se lo quería comer.

No importó que la jugada no fuera para él. “Tenía que poner una cortina e irme para el fondo” dijo después el héroe de la noche. No interesó que había fallado 15-20 de lanzamientos de campo y 7-9 detrás de la medialuna. Con las marcas todas cubiertas, la defensa de los Warriors descuidó al argentino. Leonard con 3,4 segundos en el reloj le hizo llegar la pelota con un pase largo y el narigón clavó un triple sobre la marca para ganar el partido. “Manu did it again” vociferaron los relatores yanqui. “Razón 129 por la que amo a Manu Ginóbili” dijo Steve Kerr en twitter, uno que sabe y mucho de triples decisivos. Ahí está él, otra vez. 16 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes para una noche mágica más de Ginóbili en la NBA.

Tom Thibodeau, el entrenador del año

El coach de los Chicago Bulls todavía no ha recibido el premio y no sabe a ciencia cierta si recaerá en sus manos o las de Poppovich, Eric Spoelstra, entre otros. Dicen que el mejor técnico es el que explota al máximo las potencialidades de sus planteles. Si de eso se trata no tendría que haber mayores discusiones, porque lo que hace el ex asistente de Doc Rivers en Boston, es increíble.

Sin Derrick Rose durante toda la temporada, sin Luol Deng tanto el séptimo partido contra Brooklyn Nets, como ayer en el primer choque de las semis ante Miami Heat,  sin Kirk Hinrich hace varios partidos, con Joakim Noah jugando a un 50% por una fascitis plantar, los toros fueron torazo en rodeo ajeno para llevarse el primer juego en la casa del campeón por 93-86.

En otro de los milagros del Mago Tom, Nate Robinson se convirtió el jugador clave de este equipo desde la salida de Hinrich. ¡Hasta pasa bien la bola! 27 puntos, y 9 asistencias para Kryptonate, acompañado de una gran tarea en ambos lados de la cancha de Jimmy Butler. En su aro defendió muy bien a LeBron James y en el otro marcó 21 puntos. Además tomó 12 rebotes.

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En los últimos minutos con el partido igualado Marco Bellineli y Butler clavaron sendos triples importantísimos para poner empatar el partido en 86. Después Robinson tomó la posta y anotó dos simples consecutivos para poner arriba 90-86 a Chicago. Después de un mal tiro del MVP de la temporada regular, el partido quedó definido.

93-86 el score final para los Bulls. Miami sufrió la semana sin jugar desde la barrida a Milwaukee Bucks, pero necesita la aparición de jugadores como Ray Allen, Mario Chalmers y Crish Bosh ante una defensa que cierra tanto los espacios para Dwyane Wade y LeBron James