Las calles de Avellaneda, llegado el atardecer, comenzaron a llenarse de fanáticos listos para acompañar a Wos, que presentaba su nuevo disco en vivo por primera vez. Ambientado como un cuartel militar o una fábrica abandonada, el estadio albergó a miles de personas que esperaban, expectantes, la llegada del cantante de Valentín Oliva.

Luego de un comienzo abrupto, con los stages bajando desde los techos del escenario y figurando como parte del espectáculo, el cantante de 26 años salió a escena entonando “Nuevas Coordenadas”, la primera canción del álbum. A solas con su público, que coreaba a los gritos, comenzó el show.

Foto: Juli García Fotografía

Un Wos distinto, reflexivo y melancólico

A pesar del panorama sociopolítico, el espectáculo se acercó mucho más a una celebración que a un reclamo. Más allá de los recurrentes cánticos “el que no salta votó a Milei” y “Milei, basura, vos sos la dictadura” que se hacían escuchar a lo largo de todo el estadio, el artista se mostró mucho menos combativo que otras veces: estaba, en particular, agradecido con su público, y conectado con su proyecto desde un lado muy personal y artístico.

De cara a una marea de gente que no paró de saltar en todo el recital, el artista interpretó una vasta lista de temas que abarcó una amplia parte de su carrera y causó emociones inexplicables: llantos, risas, gritos y vitoreos no faltaron entre los asistentes.

“Esos rituales propios que nos conectan con lo importante para cada uno… y en tiempos donde se pone densa la cosa, es importante acudir a esos rituales… y para mí, uno de esos rituales que quiero vivir es este que estamos construyendo todos acá, (…) gracias por permitir la existencia de esta ceremonia realmente especial”, agradeció a su público.

Foto: Juli García Fotografía

Con amigos siempre es mejor

Con Natalia Lafoucarde, Dillom (que se fue del escenario con los pantalones bajos) y Ca7riel como invitados de lujo, sumados a un emotivo homenaje al Indio Solari en “Quemarás”, el show estuvo lleno de sorpresas.

Sin embargo, no faltaron los clásicos de siempre: el beatbox y el freestyle también dijeron presente, en particular en una reversión de “Cambiando la piel”, su canción con Nicki Nicole.

Foto: Juli García Fotografía

En una noche que corrió del centro a los temas más conocidos para hacer lugar a los nuevos, el artista disfrutó la fuerza de su público tanto en los pogos más intensos, que generaron rondas del tamaño del escenario, como en las linternas que se prendían en las canciones más emotivas.

Luego de un recorrido larguísimo por su discografía, que terminó con “Canguro”, una marea de personas comenzó a irse del estadio con una sonrisa en el rostro. Una vez más, Wosito sorprendió a su adorado público con un show inolvidable.

Por Ema Sapirstein // Fotos cortesía Juli García Fotografía