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Los huevos en una canasta

En varios países, hay seleccionados que gozan de muchos más privilegios que otros. Es el caso de México, donde el fútbol acapara todas las miradas y los recursos, y otros deportes, como el básquet, son ignorados. Las actuaciones de los seleccionados de estos dos deportes desnudaron esta situación.

Al entrar en los sitios web tanto de la Federación Mexicana de Fútbol, como de la Asociación Deportiva Mexicana de Básquetbol, uno ve diferencias notorias: mientras que el sitio de la FEMEXFUT es una página bien organizada y con actualización casi constante, el de la ADEMEBA parece hecha por un diseñador web que recién está aprendiendo el oficio, y además no está actualizada desde el 4 de agosto, donde se posteó la última noticia. Por otra parte, en el sitio de la entidad máxima del balompié azteca se ve el auspicio de 16 empresas, casi todas de renombre (Movistar, Coca-Cola, Procter & Gamble, Ford, Adidas, entre otros); mientras que en el de la asociación miembro de la FIBA se ve solo uno: la empresa de balones Molten. Incluso si uno ve la camiseta de México, no tiene ni sponsor, ni proveedor.

Si uno toma solamente estos datos, tiende a suponer que deportivamente hablando, el fútbol está mejor que el básquet a nivel selecciones. Pero no. El seleccionado mexicano de básquet no sólo está clasificado al Mundial de España, sino también se consagró campeón del Torneo FIBA Américas, mientras que el de fútbol, por el contrario, está con un pie afuera de Brasil 2014.

Este país tiene al fútbol como su “niño consentido”. La opinión pública está pendiente de todo lo que suceda con el fútbol. Mucho tiene que ver en esto los medios de comunicación, o mejor dicho, las dos televisoras más importantes: Televisa y TV Azteca (Grupo Salinas), propietarias del América (uno de los dos clubes más grandes del país, junto con las Chivas de Guadalajara) y del Morelia, respectivamente. Además, ambos canales tienen los derechos para transmitir los partidos del Tri.

Como el resto de los deportes, el básquet está en una posición marginal, pero más grave. Porque, además del tema de la difusión (o mejor dicho, de la falta de ella, lo que hace que prácticamente no tenga sponsors), los dirigentes están ausentes. O mejor dicho, están presentes, pero se ocupan más de pelearse que de otra cosa. De hecho, hay dos federaciones en México: la Federación Mexicana de Baloncesto, que perdió el reconocimiento internacional en 2008, y la ADEMEBA, creada en aquel año para ocupar el claro que dejó la FMB. Ante esta situación, la formación de jugadores parecía prácticamente un milagro laico.

Tan milagroso como la clasificación a este Torneo de las Américas, ya que, si bien no logró el pasaje directamente desde el Centrobásquet de 2012, (salió quinto y clasificaban los cuatro primeros) a pesar de ganar la medalla plateada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, se vio beneficiado por una sanción a Panamá. Igualmente, la preparación fue difícil. Gustavo Ayón, uno de los referentes del plantel, publicó en su twitter: “Increíble 18 de julio y no hay nada de la selección nacional. Y después nuestros grandes directivos se molestan porque no logramos el boleto”. Días después, pidió por esa misma red social ayuda para entrenarse.

El seleccionado de fútbol se durmió en los laureles que supo conseguir a nivel CONCACAF, y no notó que la situación se estaba igualando hacia abajo. Porque ser dominado por Estados Unidos, su sempiterno rival, puede ser previsible. Pero no notaron que Costa Rica, Panamá y Honduras iban a complicarles la vida. Eso sucedió. Incluso Jamaica, el equipo más débil del grupo, logró rescatar un empate en el mismísimo Estadio Azteca. Luego de la derrota por 2-0 ante los dirigidos por Jürgen Klinsmann, están quintos, fuera, incluso, de la zona de repechaje. Esto provocó la ida de Javier Chepo de la Torre de la dirección técnica del seleccionado, pero, más que nada y más allá de caer en clichés, “es más fácil echar a un entrenador que a once jugadores”. En su lugar estará Víctor Manuel Vucetich (multicampeón con los Rayados de Monterrey), y se espera que vuelva al seleccionado Carlos Vela, quien renunció por diferencias con De la Torre. Ahora deberá recibir a los panameños, y visitar a los Ticos, buscando algún triunfo que los salve.

Como contrapartida a estas cigarras millonarias prematuras, están las hormigas del básquet que se fueron a Caracas a disputar el Premundial. Tenían un reto casi imposible de superar, ya que enfrente tenían a Argentina, a República Dominicana, y a Venezuela, por no citar a los equipos del otro grupo de la primera fase, como Brasil, Canadá y Puerto Rico. Lograron un impensado triunfo ante los locales y Dominicana en la primer rueda; y en la segunda, ante los boricuas. Estos últimos dos triunfos lograron desempatar a su favor para terminar en el primer puesto. Eso significó la clasificación a España. Pero no se conformaron con eso. Querían todo y lo lograron: en las semifinales vencieron a El Alma por 76-70, y en la final volvieron a vencer a los puertorriqueños por 91-89. El mejor jugador no sólo del selecionado de Sergio Valdeomillos, sino también del torneo, terminó siendo… Ayón. Sí, el mismo que necesitaba ayuda para entrenarse.

La frase “poner los huevos en una canasta”, significa poner todo el interés en una misma cosa, sin importar si es o no realizable. México (o mejor dicho, su opinión pública y su establishment) puso todas sus fichas en el fútbol. Pero no supo (o si lo supo, fue sobre la marcha) que aparte de ello, también hay otros deportes, como el básquet.

Santiago Luduena
Periodista deportivo, aunque también pueden decirle Licenciado. Escribió un libro, el árbol y el hijo aún los debe. Fanático de los deportes (y de Boca), pero también de los libros (más aún los de Casciari) y de Love of Lesbian. En una palabra: polifuncional.