Archivo

Los designios del Rey

Paul George y los Indiana Pacers le aguaban la fiesta al campeón en su casa en el primer juego de las Finales de la Conferencia Este, hasta que apareció él, The King LeBron James y sentenció el 102-101 con un game winner en el último segundo del tiempo suplementario. Miami Heat comienza la serie con el pie derecho tras un durísimo partido, en el que la ventaja nunca fue mayor de 7 tantos para cualquiera de los dos equipos. El factor común para los dos quintetos desde el comienzo fue el flojo manejo del balón. Indiana, que no tiene un base clásico desde la partida de Darren Collison hacia los Dallas Mavericks, suele tener problemas en ese rubro. Lo que sorprendió fue la imprecisión del Heat para administrar el juego. Sólo en el primer cuarto los locales incurrieron en 6 pérdidas, mientras que el visitante cometió 7. Eso provocó, que a pesar del más de 50 % de acierto de ambos equipos, el score fuese bajo con un 22-21 a favor de Miami en los primeros 12 minutos. En toda la primera mitad los Pacers insistieron en la pintura con David West y Roy Hibbert, quienes impusieron su gran ventaja física y también de recursos en el caso del ex New Orleans Hornets, sobre Udonis Haslem y Cris Bosh, los internos titulares del Heat. Entre las dos torres de Indiana sumaron 29 de los 42 puntos (18 West, 11 Hibbert) del equipo en la primera mitad, además de  7 rebotes, para colocar a la franquicia retadora al frente por 5 (42-37) al culminar el segundo período. Miami contabilizó 13 pérdidas, el mismo número que tiene de promedio en la temporada pero en juegos completos. [caption id="attachment_76328" align="aligncenter" width="649"]Roy Hibbert luchando con Cris Bosh. El gigante de 2,18 dominó toda la noche al ex-Toronto Raptors Roy Hibbert luchando con Cris Bosh. El gigante de 2,18 dominó toda la noche al ex-Toronto Raptors[/caption] En el comienzo de la segunda mitad West sumó rápidamente su cuarta falta y Miami clavó un parcial de 12-2 en el inicio del tercer cuarto para dejar las cosas 49-44. Un triple de Paul George, hombre que fue más importante más adelante en el juego, fue el pilar de la respuesta del visitante con un 7-0 en menos de un minuto. Con el ala-pívot de Indiana fuera de cancha, Tyler Hansbrough emergió de la banca para aportar 10 puntos y 5 rebotes en ese tiempo. El blancuzco jugador se encontró en la llave con Chris Andersen, quien tuvo un juego fenomenal, totalmente fuera de libreto, con 16 puntos (volcadas y dos libres), 5 rebotes y 3 tapas.  De todas maneras la tercera parte del juego la cerró mejor Indiana y conservó una ventaja mínima (65-64) de cara al cuarto decisivo. Hasta ese momento en el partido LeBron James contabilizaba 14 puntos, después de anotar 9 puntos en el primer cuarto, ninguno en el segundo y cinco en el tercero. Su trabajo defensivo era bueno, estaba reboteando y pasando bien la bola pero no en vano tiene 4 premios al Jugador Más Valioso en sus vitrinas. La tónica del encuentro no se modificó y como debía ser, el final fue muy apretado. Miami se cerró más en defensa, trató de evitar que los internos de Indiana reciban con comodidad y frenó un poco la sangría recibida en la pintura.  Ya en los últimos 3 minutos Bosh (17 puntos, flojo en los tableros con sólo 2 rebotes) adelantó a Miami 89-85, pero sendas canastas de West y Hibbert empataron el juego en 89. Después de la canasta de Dwyane Wade (19 puntos, 5 asistencias, 6 rebotes), George cometió un doble yerro tras fallar un doble para empatar las acciones, y después del rebote conseguido dar un pase a nadie sobre la esquina. Los Pacers tuvieron que poner a Ray Allen en la línea, quien promedió toda su carrera por encima del 90 %. Sorpresivamente convirtió 1-2 y le dio la última chance al visitante. Con el encuentro 92-89 y pocos segundos en el reloj George agarró la bola, salió de la cortina de West y clavó un bombazo desde más de ocho metros para llevar el juego al tiempo suplementario. Allí el alero visitante, ganador del premio al jugador de mayor progreso, explicó basquetbolísticamente porque es una Super Estrella naciente. Después de un par de libres convertidos, consiguió un doble y falta que colocaron 99-96 a su equipo arriba. Bosh del otro lado se adjudicó otro 2+1 y James adelantó a su equipo 101-99. Otra vez la responsabilidad cayó del lado de Indiana que ejecutó de manera pésima un saque lateral, pero George recuperó la pelota y en el lanzamiento de 3 puntos fue tocado por Wade. 3 tiros libres para el 24 y expulsión seis faltas para el portador de dos anillos con la franquicia de Florida. A George no le pesó el momento y anotó los 3 tiros libres para cerrar su planilla de 27 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias. Ahí surgió él. Ya había logrado el noveno triple-doble de su carrera. 28 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias son números enormes para cualquier jugador en una Final de Conferencia. Pero en ese punto reside la diferencia entre los cracks y las leyendas. Con 3 segundos en el reloj, LeBron James agarró el pase de Battier, encontró mal parado a su marcador y libre de la ayuda que podían generar los 2,18 metros de un Roy Hibbert sentado en el banco, colocó la bandeja de mano izquierda para ganar el partido. 30 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y el tiro ganador. ¿Qué dijo The King? “Teníamos la oportunidad de un último tiro y lo tomé, eso es todo”. [yframe url='https://www.youtube.com/watch?v=p7niCtZsjpI']

Paul George y los Indiana Pacers le aguaban la fiesta al campeón en su casa en el primer juego de las Finales de la Conferencia Este, hasta que apareció él, The King LeBron James y sentenció el 102-101 con un game winner en el último segundo del tiempo suplementario. Miami Heat comienza la serie con el pie derecho tras un durísimo partido, en el que la ventaja nunca fue mayor de 7 tantos para cualquiera de los dos equipos.

El factor común para los dos quintetos desde el comienzo fue el flojo manejo del balón. Indiana, que no tiene un base clásico desde la partida de Darren Collison hacia los Dallas Mavericks, suele tener problemas en ese rubro. Lo que sorprendió fue la imprecisión del Heat para administrar el juego. Sólo en el primer cuarto los locales incurrieron en 6 pérdidas, mientras que el visitante cometió 7. Eso provocó, que a pesar del más de 50 % de acierto de ambos equipos, el score fuese bajo con un 22-21 a favor de Miami en los primeros 12 minutos.

En toda la primera mitad los Pacers insistieron en la pintura con David West y Roy Hibbert, quienes impusieron su gran ventaja física y también de recursos en el caso del ex New Orleans Hornets, sobre Udonis Haslem y Cris Bosh, los internos titulares del Heat. Entre las dos torres de Indiana sumaron 29 de los 42 puntos (18 West, 11 Hibbert) del equipo en la primera mitad, además de  7 rebotes, para colocar a la franquicia retadora al frente por 5 (42-37) al culminar el segundo período. Miami contabilizó 13 pérdidas, el mismo número que tiene de promedio en la temporada pero en juegos completos.

Roy Hibbert luchando con Cris Bosh. El gigante de 2,18 dominó toda la noche al ex-Toronto Raptors
Roy Hibbert luchando con Cris Bosh. El gigante de 2,18 dominó toda la noche al ex-Toronto Raptors

En el comienzo de la segunda mitad West sumó rápidamente su cuarta falta y Miami clavó un parcial de 12-2 en el inicio del tercer cuarto para dejar las cosas 49-44. Un triple de Paul George, hombre que fue más importante más adelante en el juego, fue el pilar de la respuesta del visitante con un 7-0 en menos de un minuto. Con el ala-pívot de Indiana fuera de cancha, Tyler Hansbrough emergió de la banca para aportar 10 puntos y 5 rebotes en ese tiempo. El blancuzco jugador se encontró en la llave con Chris Andersen, quien tuvo un juego fenomenal, totalmente fuera de libreto, con 16 puntos (volcadas y dos libres), 5 rebotes y 3 tapas.  De todas maneras la tercera parte del juego la cerró mejor Indiana y conservó una ventaja mínima (65-64) de cara al cuarto decisivo.

Hasta ese momento en el partido LeBron James contabilizaba 14 puntos, después de anotar 9 puntos en el primer cuarto, ninguno en el segundo y cinco en el tercero. Su trabajo defensivo era bueno, estaba reboteando y pasando bien la bola pero no en vano tiene 4 premios al Jugador Más Valioso en sus vitrinas.

La tónica del encuentro no se modificó y como debía ser, el final fue muy apretado. Miami se cerró más en defensa, trató de evitar que los internos de Indiana reciban con comodidad y frenó un poco la sangría recibida en la pintura.  Ya en los últimos 3 minutos Bosh (17 puntos, flojo en los tableros con sólo 2 rebotes) adelantó a Miami 89-85, pero sendas canastas de West y Hibbert empataron el juego en 89. Después de la canasta de Dwyane Wade (19 puntos, 5 asistencias, 6 rebotes), George cometió un doble yerro tras fallar un doble para empatar las acciones, y después del rebote conseguido dar un pase a nadie sobre la esquina. Los Pacers tuvieron que poner a Ray Allen en la línea, quien promedió toda su carrera por encima del 90 %. Sorpresivamente convirtió 1-2 y le dio la última chance al visitante. Con el encuentro 92-89 y pocos segundos en el reloj George agarró la bola, salió de la cortina de West y clavó un bombazo desde más de ocho metros para llevar el juego al tiempo suplementario.

Allí el alero visitante, ganador del premio al jugador de mayor progreso, explicó basquetbolísticamente porque es una Super Estrella naciente. Después de un par de libres convertidos, consiguió un doble y falta que colocaron 99-96 a su equipo arriba. Bosh del otro lado se adjudicó otro 2+1 y James adelantó a su equipo 101-99. Otra vez la responsabilidad cayó del lado de Indiana que ejecutó de manera pésima un saque lateral, pero George recuperó la pelota y en el lanzamiento de 3 puntos fue tocado por Wade. 3 tiros libres para el 24 y expulsión seis faltas para el portador de dos anillos con la franquicia de Florida. A George no le pesó el momento y anotó los 3 tiros libres para cerrar su planilla de 27 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias.

Ahí surgió él. Ya había logrado el noveno triple-doble de su carrera. 28 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias son números enormes para cualquier jugador en una Final de Conferencia. Pero en ese punto reside la diferencia entre los cracks y las leyendas. Con 3 segundos en el reloj, LeBron James agarró el pase de Battier, encontró mal parado a su marcador y libre de la ayuda que podían generar los 2,18 metros de un Roy Hibbert sentado en el banco, colocó la bandeja de mano izquierda para ganar el partido. 30 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y el tiro ganador. ¿Qué dijo The King? “Teníamos la oportunidad de un último tiro y lo tomé, eso es todo”.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=p7niCtZsjpI’]