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El enorme legado de Spinetta: sus Bandas Eternas.

[caption id="attachment_43310" align="aligncenter" width="600" caption="Almendra, Invisible, Pescado, Jade, Los Socios del Desierto y su última etapa ¡Gracias por tanto!"][/caption]

ALMENDRA

Almendra. Sí, esa fue la primera banda de Luis Alberto. Pero no su primer encuentro con la música, su gran amor. En parte gracias a las influencias de su padre -que era cantante de tangos- a los doce años el Flaco hizo su primera incursión en el mundo musical con clases de canto y guitarra, que dejó al poco tiempo. Todo lo que siguió vino de sus cualidades de autodidacta –y un talento magistral, claro-.

Fue a los diecisiete años que Luis conformó oficialmente Almendra, junto a Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García. De su primer disco de nombre homónimo –de 1969- surgieron algunos de los que serían sus clásicos más reconocidos –que más tarde serían además, para muchos, la puerta de entrada al mundo Spinetta-: Ana no duerme, Plegaria para un niño dormido y Muchacha ojos de papel.

Si bien la banda solo tuvo un año más de vida, editaron un álbum más: Almendra II, un trabajo doble que si bien no llegó a ser una ópera rock como pretendía la banda, contenía canciones que también serían hitos –aunque no tan populares como los del primer disco-: Toma el tren hacia el sur, Rutas Argentinas, Los elefantes y Parvas.

[youtube ZPmn1s61J9s&feature=related]

El siguiente trabajo del Flaco fue el solista Spinettalandia y sus amigos, que en un principio fue lanzado bajo el nombre de Almendra, pero por problemas legales fue rebautizado como tal. El álbum contiene una colaboración con otra leyenda del rock-blues nacional: Pappo, que escribió Castillo de piedra.

PESCADO RABIOSO

Lo que siguió a Spinettalandia fue la conformación de Pescado Rabioso con Carlos Cutaia, Osvaldo Frascino –más tarde reemplazado por David Lebón- y Black Amaya. Pescado le dio al rock nacional dos trabajos de estudio: Desatormentándonos y Pescado II, ambos muy representativos del costado más rockero del Flaco, y hasta calificados por muchos como obras fundamentales del género.

Pero fue Artaud, su trabajo siguiente, el que marcó la historia tanto de Luis como de la música nacional. Basado en la obra del poeta francés Antonin Artaud, es considerado por melómanos y críticos como uno de los mejores discos en la historia del rock argentino.

Bajan, Por, Todas las hojas son del viento y la genial Cantata de puentes amarillos son algunas de las obras de arte que incluye esta pieza maestra, más cercana al jazz que al rock. Si bien para 1973 Pescado Rabioso ya se había disuelto, el disco fue lanzado bajo ese autor: “Pescado era yo”, explicó el músico.

INVISIBLE

La próxima formación de Luis Alberto sería Invisible, en la que estaría acompañado a lo largo de tres años por Héctor “Pomo” Lorenzo y Carlos Alberto Rufino. Invisible, Durazno Sangrando y el Jardín de los presentes fueron sus tres trabajos de estudio, además de los sencillos Estado de Coma y La llave del mandala. ¿Referencias? El anillo del capitán Beto, Durazno Sangrando y Los libros de la buena memoria (no hace falta decir más, ¿no?).

A 18’ del sol y Only love can sustain –su único trabajo en inglés- fueron los sucesores en el interludio solista que el Flaco realizó entre Invisible y Spinetta Jade.

SPINETTA JADE

Con esta última editó Alma de diamante, Los niños que escriben en el cielo, Bajo Belgrano y Madre en años luz. Sus integrantes originales fueron Diego Rapoport (otra de las grandes figuras que la música nacional perdió recientemente), Beto Satragni (también fallecido), Héctor Lorenzo y Juan del Barrio. Otros músicos como Pedro Aznar y Lito Vitale realizaron colaboraciones transitorias en el grupo.

En el lapso de tiempo entre Alma de diamante y Los niños…, Spinetta concretó la vuelta a los escenarios de Almendra, de la que surgieron los discos Almendra en Obras I y II, y El valle interior –disco de estudio-. Y tampoco se privó de los trabajos individuales: Kamikaze –de sonde salieron Barro tal vez y Quedándote o yéndote- y Mondo di cromo fueron lanzados en 1982 y 1983 respectivamente.

A continuación vino Privé, un disco que incluyó, entre otras, tres canciones de lo que fue un proyecto frustrado de colaboración con Charly García: Rezo por vos –compuesto en colaboración de ambos-, Pobre amor, llámenlo y La pelícana y el Androide. El siguiente privilegiado en trabajar en conjunto con el Flaco fue Fito Páez, en el disco La la la, de 1986.

[youtube zkh9gR8J1OE&feature=player_embedded]

El siguiente período (de 1988 a 1993) fue también muy productivo: en esos cinco años verían la luz Tester de violencia, Don Lucero, Exactas –grabado en Ciudad Universitaria-, Piel de Piel, Pelusón of milk y Fuego gris (banda sonora de la película del mismo nombre).

SPINETTA Y LOS SOCIOS DEL DESIERTO Cuatro años más tarde, en 1997, Spinetta volvería a tocar en grupo con Spinetta y los socios del desierto, con quienes grabó un disco de nombre homónimo, San Cristóforo y Los ojos. Lo acompañaban Daniel Wirtz y Marcelo Torres. [caption id="attachment_43297" align="aligncenter" width="480" caption="Luis Alberto, pura luz a lo largo de 40 años de música"][/caption]

ÚLTIMA ETAPA

El nuevo milenio trajo una nueva etapa de trabajo solista para Luis Alberto: Silver Sorgo, Para los árboles, Camalotus, Pan y Un mañana fueron los álbumes de estudio. Finalmente el célebre Spinetta y las Bandas Eternas fue un recital en el que este grande de la música repasó sus gloriosos cuarenta años de música, acompañado por todos los músicos que recorrieron junto a él ese trayecto.

El concierto pasó a la historia: el Flaco tocó en un Vélez copado por 45 mil personas durante nada menos que cinco horas y media. Por supuesto semejante oda a la música se registró también en un DVD que sería lanzado más tarde en forma de Box set: tres cds, tres DVDs y dos libros. Con todo este trabajo, no queda más que decirle: Flaco querido, ¡gracias por todo!

Almendra, Invisible, Pescado, Jade, Los Socios del Desierto y su última etapa ¡Gracias por tanto!

ALMENDRA

Almendra. Sí, esa fue la primera banda de Luis Alberto. Pero no su primer encuentro con la música, su gran amor. En parte gracias a las influencias de su padre -que era cantante de tangos- a los doce años el Flaco hizo su primera incursión en el mundo musical con clases de canto y guitarra, que dejó al poco tiempo. Todo lo que siguió vino de sus cualidades de autodidacta –y un talento magistral, claro-.

Fue a los diecisiete años que Luis conformó oficialmente Almendra, junto a Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García. De su primer disco de nombre homónimo –de 1969- surgieron algunos de los que serían sus clásicos más reconocidos –que más tarde serían además, para muchos, la puerta de entrada al mundo Spinetta-: Ana no duerme, Plegaria para un niño dormido y Muchacha ojos de papel.

Si bien la banda solo tuvo un año más de vida, editaron un álbum más: Almendra II, un trabajo doble que si bien no llegó a ser una ópera rock como pretendía la banda, contenía canciones que también serían hitos –aunque no tan populares como los del primer disco-: Toma el tren hacia el sur, Rutas Argentinas, Los elefantes y Parvas.

[youtube ZPmn1s61J9s&feature=related]

El siguiente trabajo del Flaco fue el solista Spinettalandia y sus amigos, que en un principio fue lanzado bajo el nombre de Almendra, pero por problemas legales fue rebautizado como tal. El álbum contiene una colaboración con otra leyenda del rock-blues nacional: Pappo, que escribió Castillo de piedra.

PESCADO RABIOSO

Lo que siguió a Spinettalandia fue la conformación de Pescado Rabioso con Carlos Cutaia, Osvaldo Frascino –más tarde reemplazado por David Lebón– y Black Amaya. Pescado le dio al rock nacional dos trabajos de estudio: Desatormentándonos y Pescado II, ambos muy representativos del costado más rockero del Flaco, y hasta calificados por muchos como obras fundamentales del género.

Pero fue Artaud, su trabajo siguiente, el que marcó la historia tanto de Luis como de la música nacional. Basado en la obra del poeta francés Antonin Artaud, es considerado por melómanos y críticos como uno de los mejores discos en la historia del rock argentino.

Bajan, Por, Todas las hojas son del viento y la genial Cantata de puentes amarillos son algunas de las obras de arte que incluye esta pieza maestra, más cercana al jazz que al rock. Si bien para 1973 Pescado Rabioso ya se había disuelto, el disco fue lanzado bajo ese autor: “Pescado era yo”, explicó el músico.

INVISIBLE

La próxima formación de Luis Alberto sería Invisible, en la que estaría acompañado a lo largo de tres años por Héctor “Pomo” Lorenzo y Carlos Alberto Rufino. Invisible, Durazno Sangrando y el Jardín de los presentes fueron sus tres trabajos de estudio, además de los sencillos Estado de Coma y La llave del mandala. ¿Referencias? El anillo del capitán Beto, Durazno Sangrando y Los libros de la buena memoria (no hace falta decir más, ¿no?).

A 18’ del sol y Only love can sustain –su único trabajo en inglés- fueron los sucesores en el interludio solista que el Flaco realizó entre Invisible y Spinetta Jade.

SPINETTA JADE

Con esta última editó Alma de diamante, Los niños que escriben en el cielo, Bajo Belgrano y Madre en años luz. Sus integrantes originales fueron Diego Rapoport (otra de las grandes figuras que la música nacional perdió recientemente), Beto Satragni (también fallecido), Héctor Lorenzo y Juan del Barrio. Otros músicos como Pedro Aznar y Lito Vitale realizaron colaboraciones transitorias en el grupo.

En el lapso de tiempo entre Alma de diamante y Los niños…, Spinetta concretó la vuelta a los escenarios de Almendra, de la que surgieron los discos Almendra en Obras I y II, y El valle interior –disco de estudio-. Y tampoco se privó de los trabajos individuales: Kamikaze –de sonde salieron Barro tal vez y Quedándote o yéndote– y Mondo di cromo fueron lanzados en 1982 y 1983 respectivamente.

A continuación vino Privé, un disco que incluyó, entre otras, tres canciones de lo que fue un proyecto frustrado de colaboración con Charly García: Rezo por vos –compuesto en colaboración de ambos-, Pobre amor, llámenlo y La pelícana y el Androide. El siguiente privilegiado en trabajar en conjunto con el Flaco fue Fito Páez, en el disco La la la, de 1986.

[youtube zkh9gR8J1OE&feature=player_embedded]

El siguiente período (de 1988 a 1993) fue también muy productivo: en esos cinco años verían la luz Tester de violencia, Don Lucero, Exactas –grabado en Ciudad Universitaria-, Piel de Piel, Pelusón of milk y Fuego gris (banda sonora de la película del mismo nombre).

SPINETTA Y LOS SOCIOS DEL DESIERTO

Cuatro años más tarde, en 1997, Spinetta volvería a tocar en grupo con Spinetta y los socios del desierto, con quienes grabó un disco de nombre homónimo, San Cristóforo y Los ojos. Lo acompañaban Daniel Wirtz y Marcelo Torres.

Luis Alberto, pura luz a lo largo de 40 años de música

ÚLTIMA ETAPA

El nuevo milenio trajo una nueva etapa de trabajo solista para Luis Alberto: Silver Sorgo, Para los árboles, Camalotus, Pan y Un mañana fueron los álbumes de estudio. Finalmente el célebre Spinetta y las Bandas Eternas fue un recital en el que este grande de la música repasó sus gloriosos cuarenta años de música, acompañado por todos los músicos que recorrieron junto a él ese trayecto.

El concierto pasó a la historia: el Flaco tocó en un Vélez copado por 45 mil personas durante nada menos que cinco horas y media. Por supuesto semejante oda a la música se registró también en un DVD que sería lanzado más tarde en forma de Box set: tres cds, tres DVDs y dos libros. Con todo este trabajo, no queda más que decirle: Flaco querido, ¡gracias por todo!