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Crítica: El mezcal y la cobra de Catupecu Machu

Analizamos el último disco de Catupecu Machu. Entrá y enterate que onda.

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“Destapar el mezcal, bebernos de a tragos el mundo”, es  la ambición que resume el nuevo trabajo de Catupecu Machu. Con sobredosis alcohólica, la banda vuelve a reinventarse y experimentar en su octavo disco y como bien anuncia el primer track (homónimo) de El mezcal y la cobra son “El reptil que cambia la piel otra vez, nuevamente (…) mucho librado al azar, nada librado a la suerte”. La banda liderada por Fernando Ruiz Díaz cambió devuelta su formación. Salió Javier Herrlein de la bata e ingresó Agustín Rocino, el ex bajista de Cuentos Borgeanos, en su lugar;  un principiante de los tachos, platos y palillos. Toda una decisión rockera, hasta cierto punto. Podría ser tildada de incomprensible a medias, con riesgos y aventurera pero el chico de los bombos tiene un resguardo llamado Macabre y pese a cargar con la responsabilidad del tiempo y las bases sus líneas son algo conservadoras, quizás porque fueron ideadas así desde un principio o para que se vaya curtiendo de a poco.

La auto referencia al momento que está viviendo Catupecu se nota nuevamente en “Aparecen cuando bailamos”. La lírica expresa: “Los actores en otro papel, siempre un fílmico nuevo (…) y eso que estaba por morir queda despierto, y eso que estaba por morir no morirá en el intento”. Por eso mismo,  El mezcal y la cobra incluye un tinte intimista. La banda repasó  su trayectoria para crear nuevamente. Los “Laberintos dentro de cuadros” de “La danza de los secretos” o “De origen que es extremo” en “El toro de terciopelo”, son algunas muestras de que así fue.

Por su parte, “Metrópolis nueva” tiene la responsabilidad del hit. De guitarras filosas, pasajes, sintetizadores y bonitos estribillos lleva marcada a fuego la insignia Catupecu.  Y como ya nos tienen acostumbrados, dentro de las doce piezas que componen la nueva placa de la banda, también hubo lugares  para temas bolicheros y canciones de amor. “Aparecen cuando bailamos” se gana el espacio para las mejores pistas de baile mientras que “Musas” es capaz de erizarte la piel.  El canto de Fer Ruiz Díaz te acerca a eso y el estribillo melanco-distante que expresa: “Encienden todas las luces y bailemos hasta que alguien cierre el lugar. Suenan fuerte los coros con llantos y la orquesta suena como en el cine al final” lo consigue de una.

ATENCIÓN

El Mezcal y la Cobra cuenta con 4 presentaciones: CD, vinilo, digital y la versión Limitada Deluxe que incluye el DVD con imágenes del proceso de creación del álbum. La presentación oficial será el domingo 4 de diciembre  en el estadio Luna Park