Zoe Gotusso es una cantante y compositora de Córdoba que con 23 años y casi cuatro de carrera, es una de las voces femeninas que más resuena en la escena pop argentina. A los 14 fue su primer encuentro con la música y nunca más la dejó.
Afortunadamente todo está evolucionando para ella y en esta entrevista para Rock And Ball contó sobre su decisión de abandonar su banda para así llevar un proyecto musical autónomo y diferente.
RNB: Venís de un proyecto en dúo con Santiago Celli, Salvapantallas era su banda ¿Cómo fue pasar de un trabajo de ese calibre a uno autónomo?
Zoe Gotusso: Para mí fue siempre sincero, muy importante, fue toda una movida. Me parece que fue lo más sincero que me ha pasado. Cuando estuvimos con Salvapantallas fue hermoso pero después sentía como esta necesidad de cantar cosas sola, de sentirme más sola.
RNB: Y con respecto a Retrato en Movimiento, el documental que subiste hace poco, ¿Qué se te paso por la cabeza a la hora de armar un proyecto audiovisual? ¿Qué querías contar?
ZG: A mi me parecía que por este cambio que hice tan rápido siendo que con Salvapantallas estuve tres años y después de guardarme para decidir de hacer un disco, me parecía adecuada y una linda forma de documentar en el momento que estaba. Y ya que estaba haciendo mi disco -que aún no ha salido- y estaba en Uruguay, había decidido hacer este disco de viaje y me parecía lindo hacer un video registro de ese momento. Era un retrato mío de partes de mí, partes del disco y era mi forma de presentarme. La verdad es que laburo en vídeos con un amigo, en lo audiovisual hasta ahora, que se llama Sepia y él me acercó la idea y me parecía también interesante.
RNB: ¿Qué diferencias encontrás con la Zoe que cantaba “Me conecto” a la que canta hoy parada en este nuevo lugar de hacer tú música y que nada mas influya?
ZG: Creo que es la misma Zoe en otro momento. Obviamente cuando estaba con Salvapantallas estaba la presencia de otra energía que también hacia como la consecuencia: las canciones eran de parte de los dos y los sentimientos eran de parte de los dos. Esta vez digo que es una continuación mía porque sigo siendo yo, las canciones son mías y soy yo hablando, solo que ahora estoy sola y pasando por otras cosas. Creo que tuve unos días distintos, tuve sensaciones distintas, creo que las letras son distintas, el personaje ha mutado, ¿viste? ya no canta las mismas cosas y la búsqueda musical a pesar de tener una misma línea, tiene otros gustos. Yo estuve encontrándome con la música regional, con la importancia del contexto geográfico en la música: hablo del tango acá, el bossa en Brasil, el candombe en Uruguay y me gusta ir pasando por todos esos ritmos. Ahora me siento más cerca. Me hice preguntas como ¿qué tipo de artista soy?. Que en realidad no lo pensás, va sucediendo y yo me voy dando cuenta. Fui viendo todo lo que hice, mirando para atrás…
RNB: Si tuvieras que decir que es lo que más extrañás de los recitales en vivo, ¿Qué te resuena en la cabeza?
ZG: La calentura. Viste que en los shows en vivo hay como una calentura… lo que más extraño es la energía que ronda cuando pasa un recital o un concierto en vivo. Sea en el público, en el escenario, en el backstage. Los músicos vivimos algo muy especial y extraño un poco todo eso. Y ni hablar de tocar, ¿no? De hecho yo con este proyecto que estoy empezando no he tocado mucho, hice muy poquitos toques que surgieron en el momento pero yo nunca salí a presentar música nueva en mis shows, así que estoy con unas ganas terribles y extraño mucho eso.
RNB: Y partiendo de presentar tu música y tocar tus temas, fuiste convocada para formar parte del Cosquín Rock Virtual: ¿te parece un desafío o una experiencia?
ZG: Me parece que es las dos cosas. Para mí todo es un desafío y una experiencia, no sé si porque le pongo mucho compromiso o exigencia a todo y siempre siento nervios ante las cosas nuevas… pero si. Imaginate que es difícil cuando no está esa energía ahí presente de la gente que hace que se cierre este circulo donde uno da y el otro recibe. Es como un círculo lindo que se retroalimenta que no está, aunque la gente está en las redes, pero no es lo mismo.
RNB: Lo recíproco de la vibración del momento es lo que falta…
ZG: Total. Es irremplazable. Pero bueno, sí me parece que está bueno que a pesar de la situación la gente se pueda reinventar y no deje de haber música en las casas. Pero si, obvio yo me pienso y me digo “che, el debut… no va a haber gente”. Arme un trio hermoso y estoy re nerviosa, te admito, bah, no sé si re pero un poco. Tengo sentimientos encontrados. Pero bueno, para mí tiene un peso emocional que me mueve bastante.
RNB: Si pudieras viajar en el tiempo y elegir tocar con una figura, ¿a quién elegirías para hacer una canción?
ZG: Yo quisiera subir a cantar una canción con Mercedes Sosa.
RNB: ¿Por qué?
ZG: Porque me perfora el pecho su voz, su elección y las canciones que interpreta y me encantaría poder cantar con ella. Creo que me haría sentir muchas cosas.
RNB: ¿Con qué tres lugares te identificás? Lo que entiendas por lugar, claro.
ZG: En mi guitarra, en mis palabras y en mi vínculos más queridos ¿Está bien? (Risas)
RNB: Con respecto a lo que son tus shows… ¿pensaste en algún streaming pago y en vivo?
ZG: Si, obvio que lo estoy pensando porque creo que también como músicos esta esa responsabilidad de que si hoy es la situación así y si va a seguir así, me parece que esta bueno no dejar de llevar música a las casas. Estoy pensándolo y lo re contemplo, porque después de este show necesito también poner la cabeza en otra cosa. También a mi me hace bien y me encantaría. De hecho, lo he pensado, está hablado y estoy haciendo un montón de cosas porque va a salir una canción, después el disco, y una de estas es un show. Así que si, lo voy a hacer en algún momento pronto.
RNB: Hace poco participaste en una canción en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA con León Gieco y Mateo de Conociendo Rusia, ¿Quién lo propuso y como fue esa experiencia para vos?
ZG: Mira, es una tarea o una invitación que le hicieron a Mateo. Es un gran amigo mío hace ya un tiempo, nos tenemos mucho cariño así que bueno. Él escribió la canción, la hizo muy personal y me parece muy lindo y nos invitó a cantar a León Gieco y a mí. Yo creo que él había compartido escenario alguna vez con León Gieco -si no me equivoco- y conmigo hemos compartido un montón: juntadas, vivos.. un montón de cosas y para mí es un gusto. Yo cuando me invitó la verdad es que sentí una enorme responsabilidad y le pregunté si le parecía adecuado que yo esté ahí cantando esa canción y me dijo que sí, que justamente lo imaginaba así y yo encantadísima. Me parecía un gran mensaje por el cual cantar y no olvidar. A mí me encanta sacar mis canciones, hacer una puesta, pero me parece cuando en la música ponemos mensajes qué hay que decir es otro flash que está buenísimo y me parece re importante. Me sentí hasta honrada.
RNB: Recién hablabas un poco de que a vos en este proyecto te hizo sentir diferente que tenga un motivo profundo la canción… ¿Por qué cantas?
ZG: Canto porque me sale, canto porque me vuelvo loca -en el buen sentido-, me lleno de dulzura y me lleno de amor con solo escucharme cantar. Puede sonar egoísta pero me disfruto así, y después tengo a alguien en frente y canto una canción y pasa algo entre los dos como bastante mágico. Cuando canto y digo cosas cantando me empiezan a pasar cosas como medio mágicas. Yo soy una persona romántica, ¿no? Y trato de ver donde está la magia en las cosas. Pero eso, desde que canto… no solo me hace bien a mí si no que me ha hecho cruzarme con excelentes lugares, personas y experiencias y a eso le llamo yo magia. Viste cuando de repente estás en un lugar y decís: “wow, qué loco”, y después me acuerdo y creo que llegué cantando. Me muevo cantando. Es que me levanto y pienso eso. Me sale eso.
RNB: Y de esas experiencias que recién mencionabas, ¿Cuál recordás ahora si lo pensás por un momento?
ZG: Me encantaba cantar, que es algo que al principio me daba mucha vergüenza y es bastante casero el recuerdo, pero los domingos en casa en el asado. Al principio me han insistido un montón de veces y yo timidísima no quería hacerlo, pero después con los años me empecé a soltar y siempre mi familia me escucho mucho. Como que era un momento lindo, ¿viste? Ahora que estamos todos más grandes, dispersos por el país y no nos vemos tanto. Me acuerdo de eso y nos hacía bien. Volvería a eso más ahora que yo soy de Córdoba y no estoy allá.
Su mamá tiene una banda y es la impulsora para que se dedique a esto. Fue muy importante en todo el proceso de Zoe: era la que la llevaba a sus primeros shows, a alquilar sonido, la que siempre estaba
RNB: Hace poco subiste un video a Twitter donde cantabas un pedacito de “Ganas” invitando a que tus seguidores canten con vos y te llovieron videos, ¿no?
ZG: Fue una movida hermosa que me encantó hacer y estoy para hacerla de nuevo. Me parece algo muy lindo que me estoy dando cuenta ahora, lo lindo que es hacer entrar a la gente. Uno puede ser egoísta y subir su música y estar más inmerso, trabajando en algo más introspectivo. Pero en el momento donde entra en juego la gente y encima tirás como pata que ellos respondan así como yo los hago cantar, hay gente ahí que por ahí se levanto y canto un pedacito y se ponen re felices. Yo creo que ni yo entiendo lo que causa en ellos, ¿viste?
RNB: Pudiste haber alegrado muchos días con solo compartir un rato de música…
ZG: Si, es incluir al otro. Es eso lo más importante, incluir a la otra persona, que sea parte de la experiencia, que sea parte de la canción. Como vos decís: ¿por qué cantas? Porque me gusta, porque me sale y en esa naturalidad voy a hacer que el que cruce por mi camino o el que se está por cruzar lo engancho y si se suma a cantar conmigo, bienvenido sea. No importa si canta mal o bien, lo importante es lo otro que es esta magia de la que hablo. Me gusta la gente, me encanta llegarle a la gente y ahora me está pasando también que está puerta que yo abrí con la gente empezaron a aparecer muchos niños, muchas niñas, muchas madres, abuelas…
RNB: Conquistaste a todas las generaciones *risas*…
ZG: Música para todas las generaciones y yo no lo pensé, y quizás lo que me imaginaba era que le iba a gustar a gente de mi edad. Y no, me parece hermoso llegarle a niños. Tienen una inocencia y una sinceridad como que si entrás ahí, me siento como muy alagada.
RNB: Justo en ‘Retrato en movimiento’ apareció una niña en el medio de la filmación.
ZG: Si, estábamos grabando y aparecieron unas niñas que empezaron a dar vueltas y yo cantaba porque tenía que cantar y fue exactamente lo que se filmó. Y me estoy poniendo re charlatana pero dicen que los niños son el futuro, y que no se, si les llegas a los niños es tan puro… La verdad es que estoy muy contenta por el espacio, por el lugar que me gano y que se me da.
RNB: ¿Algo de que guste de vos y algo que no tanto?
ZG: Voy a pensar unos segundos… me gusta mi creatividad infinita, para todo, no solo para las canciones. Y lo que no me gusta de mí es que todo eso lindo de creatividad que fluye a veces me lo critico. Es decir, debería soltarme al disfrute un poco más. Eso no significa que no disfrute, yo soy una persona que he llegado a topes de felicidad, lloro de felicidad y me encanta llegar a esos topes. Entonces son como estos dos polos. Por un lado soy como creativa y tengo esa magia pero por otro lado soy como muy crítica conmigo. Y creo que en algún punto me ha hecho avanzar en laburar un montón de horas sin darme cuenta, pero en otro punto me ha hecho antes de salir a tocar estar muy nerviosa o pensar demasiado. Es como una búsqueda eterna de -cómo decís vos- introspección, que es parte del oficio de humano directamente.
RNB: Y más con algo qué haces para que no solo escuches vos si no que escuchen otras personas…
ZG: Es una búsqueda linda pero no me saldría hacer otra cosa. Yo no sé en esta vida o en otra que haría, en esta vida por lo menos amo la música, escucho discos por día, me encanta hacer canciones, me encanta cantar, me encanta la respuesta. Así que voy por esta búsqueda, y aunque me cueste salir a tocar de los nervios o aunque me cuesta a veces estar triste porque hace meses que no compongo, me encanta este juego, me entretiene un montón y me tiene parada todos los días.
RNB: Si yo te digo una película…
ZG: Eterno resplandor, una mente sin recuerdos.
RNB: ¿Un disco?
ZG: Eco, de Drexler.
RNB: ¿Un libro?
ZG: De esto te vas a reír pero a mí Los Cuatro Acuerdos me han gustado mucho.
RNB: ¿Una comida?
ZG: Un asado con todo: con verduras y con carne también.
RNB: ¿Un super poder?
ZG: Volar.
RNB: ¿Verano o invierno?
ZG: Verano.
RNB: ¿Un color y un sabor?
ZG: Rojo y salado.
RNB: ¿Un mensaje para quien esté leyendo esto?
ZG: En este momento tan introspectivo les diría que respiren, que registren las cosas que hacen bien, sea tomar una taza de té, o bañarse o dormir o no hacer nada o tocar la guitarra y que tampoco está mal estar triste algunos días.
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