Laura Carlotto, fue asesinada en tiempos de dictadura militar, la misma que hoy perdió a su principal líder, Jorge Rafael Videla. Ella tuvo un hijo en cautiverio. Ese hijo es Guido, a quien Estela de Carlotto busca con desesperación, mientras lidera a “Las Abuelas de Plaza de Mayo”, una organización que ya lleva más de tres décadas de lucha sin cesar. Juano Falcone, quien es el nieto de Estela y, por parte paterna, sobrino de Claudia Falcone, una de las tantas desaparecidas que “La noche de los lápices”, nos legó, es una especie de “Vocero” de lo que sucedió en República Cromañón.
Juano no es sobreviviente, pero está más instruido en la causa que varios. Es músico, y es amigo de Pato. Pero además, de manera innegable, lleva en sus genes, tanto maternos como paternos, esto de luchar por aquellas causas que parece imposible que se impongan: la Justicia por Cromañón, que tiene en la Libertad de Callejeros apenas una de sus patas, es una de ellas. Y Juano la defiende a morir. Debatiendo, argumentando, hablando, concientizando, con la bandera de “La Música no Mata” como estandarte inequívoco de una lucha de justos y pecadores. Y, una vez más, el refrán se cumple a rajatabla. Acá también pagan justos por pecadores.
En Rock ‘N Ball pudimos entrevistarlo y preguntarle a él, que siente. Dónde cree que está la causa y que es lo que viene. Juano conoció a Pato cuando él y algunos integrantes de Callejeros se acercaron a Estela con una pregunta simple: “¿Cómo se hace para convivir con tanto dolor?”. La Abuela abrazó la causa de esos chicos y Juano trabó una amistad con Pato. Amistad que llevó a que, cuando nació Casi Justicia Social, post Callejeros, Juano se convirtió en percusionista de la nueva banda.
Hoy, a más de 8 años de la tragedia y a punto de cumplirse cinco meses de la ilegal detención de Callejeros, Falcone dialogó con Rock ‘N Ball, en el marco de una jornada donde la causa Cromañón, la agrupación “No Nos cuenten Cromañón” y el pedido de Justicia se hizo escuchar con fuerza en un raid mediático sin precedentes. Algo es claro, ladran Sancho.
¿En qué lugar está la lucha por Cromañón?
Estamos mucho más avanzados que hace un tiempo atrás. La lucha va creciendo, va sumando, va cobrando carácter nacional. Creo que realmente estamos mucho mejor. Pero falta muchísimo, siguen habiendo porciones de la sociedad que, evidentemente, o ignoran del tema, por nuestra capacidad o porque nuestro poder de fuego en los medios es escaso, o bien hay quienes ya emitieron el juicio propio sobre Cromañón para no sentirse interpelados por lo que ocurrió y no tienen intenciones de revisar su propia evaluación. Lo que queda pendiente es el gran debate acerca de qué fue lo que ocurrió, para que eso no se repita.
Jornadas como las de hoy, donde NNCC, vos e incluso Estefanía –Miguel, la mujer de Pato- tienen voz y espacio parecen ayudar en esto que marcás
Por supuesto que hoy es una de las jornadas excepcionales desde el último fallo, que hemos tratado de acentuar nuestra presencia en el medio. Hace 8 años que los sobrevivientes vienen padeciendo la invisibilización de esta campana. Hoy es una jornada excepcional, que nos llena de esperanzas, que nos devuelve un poco la energía, que a veces con los días sufre sus altibajos. Dedicamos gran parte de nuestra vida a esta militancia de sol a sol. Jornadas como la de hoy aportan esperanza entre tanto manto de silencio.
En eso de la “lucha de sol a sol” tenés un espejo innegable que es tu abuela, Estela, no?
Cuando empezaron, las Madres y las Abuelas eran consideradas unas viejas locas y las reprimían. Lo de caminar en la Plaza nace simbólicamente, porque la policía les pedía que “circulen” y entonces dieron la ronda. 35 años después tienen un aval social que en su momento no tenían y lo han ganado a costa de luchar muchísimo y de tener una verdad innegable entre las manos. Mi abuela, como todas ellas, constituye un referente. Ella, incluso, en el mismísimo tema Cromañón me apoya mucho. A mí, a los sobrevivientes y a Callejeros. Creo que el gran legado que me deja y que ella le sigue dejando a la sociedad es cómo se puede construir a partir del dolor. Del no odio y de la no venganza. Del no ojo por ojo, de tener una verdad y perseguirla.
Desde RNB siempre hemos escuchado esta campana, ¿Qué es lo que más te rompe las pelotas cuando escuchas a los medios hablar de Cromañón?
Me rompe las pelotas la irresponsabilidad de a 8 años de la tragedia seguir repitiendo slogans. Ya no se pueden escudar en la desinformación, pasó un tiempo determinado como para que los medios, en la tragedia no natural más grande del país, asuman la responsabilidad de estar informados. Me rompe las bolas esa cuestión corporativa, siniestra de seguir instalando realidades falsas para defender intereses lejanos a lo que realmente ocurrió aquella noche.
Un poco la bandera de la lucha es la “resignificación en vida” de lo que fue aquella tragedia. Tanta muerte, dolor y sufrimiento, ¿lo ves así?
Absolutamente. La resignificación del dolor y de la tragedia es dable y es posible. Se puede transformar en construcción, en vida y en una lucha constante para que una cosa así, tan tremenda, no se siga repitiendo. Vamos por la resignificación del dolor.
Tenemos entendido que el próximo 8 de Junio habrá una jornada especial en el Obelisco, impulsada por “No Nos Cuenten Cromañón” y en la que seguro participarás, ¿qué es lo que se viene?
Una jornada que va a invitar a la familia, al debate, invitar a la concientización. Va a tratar de sacar, como venimos tratando de hacer, sacar esto del rock. Llevarlo a otras capas sociales. No tener franjas etarias, sociales, ni de ningún tipo. Llevarle a toda la familia en una jornada de concientización, de arte y de debate, nuestro mensaje a todos, para no quedarnos en el rock ni en los mismos chicos que ya vienen asistiendo a las concentraciones.
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