Era asfixiante la atmósfera en el estadio Palogrande, de Manizales. La ansiedad toda del fútbol colombiano por su segunda Copa Libertadores se hallaba concentrada en ese recinto. Once Caldas afrontaba el reto de derrotar a Boca Juniors en su especialidad: los disparos desde el punto fatídico. Antes de la definición, Roberto Abbondanzieri, héroe contemporáneo del arco xeneize, estrechó su mano con el guardavalla contrario. El rótulo de gloria en esa final, sin embargo, no cayó para el Pato. Cayó para Juan Carlos Henao Valencia.
Distinguible a varios kilómetros por su melena larga y ojos claros, Henao contuvo dos de los cuatro penales que Boca dilapidó aquella noche: primero, el ejecutado por Raúl Cascini; luego, el de Franco Cángele. Éste último representó la algarabía continental para Once Caldas, un cuadro con varios títulos en su liga vernácula pero con poquísimo cartel en Sudamérica. “Logramos el título ante los más grandes de América. En octavos derrotamos a Barcelona de Guayaquil, que tenía un gran equipo. Después, a Santos, Sao Paulo y Boca. Ganarla fue algo inolvidable”, sintetiza el portero de 44 años en diálogo con Rock ‘N Ball.
Rock And Ball: ¿Qué gusto tiene haber conseguido la Libertadores eliminando a equipos de tanta tradición?
Henao: Cada vez que lo hablamos con mis excompañeros nos acordamos de ese momento. La presión era para el equipo contrario. Nosotros sabíamos que era muy difícil alcanzar el trofeo pero a medida que fue pasando el torneo nos dimos cuenta de que podíamos lograrlo y que queríamos hacer historia. No solo suerte hizo falta, también la ayuda de Dios.
RNB: Contemplando el oficio de aquel Boca, ¿pensaste que se podía escapar la copa?
H: Cuando sacamos el empate en La Bombonera había mucho optimismo. Sabíamos que Boca había ganado muchas copas en penales y que iba a ser complicado. Afortunadamente ellos no marcaron y nosotros lo hicimos dos veces para ser campeones. A medida que va pasando el tiempo, uno se da cuenta lo que logro, reconoce que es muy difícil llegar a una final de Copa Libertadores. Y más ante Boca. Once Caldas era un equipo con jugadores experimentados en el torneo local, pero que no eran conocidos a nivel internacional.
RNB: ¿Cuáles fueron las mejores virtudes de Once Caldas?
H: Promethazine codeine cough syrup. Where to buy Nolvadex online ? Iron clad but practicing, psychiatrist so black and ultimately it badly and bio 2 lors but felt theВ Teníamos una base del año anterior. Teníamos reconocimiento a nivel nacional pero no en América. Éramos como una familia, un grupo de amigos e íbamos juntos para todos lados. Nos conocíamos mucho. Hubo partidos en los que la hinchada rival no te dejaba hablar y nos entendíamos con gestos. Destaco que formamos una gran familia y un grupo de amigos como equipo.
RNB: ¿Por qué Once no volvió a protagonizar una Libertadores?
H: Partieron jugadores importantes y no se volvió a invertir en hombres de experiencia para hacer una buena campaña. Aunque yo salí cinco años, el equipo se desmanteló. Luego llegaron futbolistas nuevos que no se acoplaron. Pero también aparecieron equipos importantes que tenían precauciones para enfrentarnos. Algunos nos menospreciaron pero se sorprendieron con Once Caldas, fuimos muy fuertes en Manizales.
La cédula de identidad de Juan Carlos Henao indica que Medellín ha atestiguado su nacimiento en primera plana. Empero, él siente a Manizales como su hogar. Como el sitio en el que goza de todos los beneficios y alegrías que puede otorgar la vida. El sentimiento se traslada indefectiblemente a Once. “Llegué muy joven aquí, fue mi primer equipo profesional, en 1992. Ha sido mutuo el amor y cariño con los hinchas. Este es el cuadro que amo y en el que he obtenido mis más grandes logros”, señala.
RNB: ¿Cómo es jugar a los 44 años?
H: Para mí es una bendición de Dios jugar a esta edad y renovar contrato. Si no fuera así, hace mucho rato me hubiera retirado. Cuando he tenido la oportunidad de jugar lo he hecho bien, por eso el cuerpo técnico de [Javier] Torrente ha manifestado que me quiere tener porque me ven en plenitud de condiciones. Todavía me levanto con ganas y deseos de seguir jugando futbol. Al fútbol lo tomo como una vida, ¿por qué terminarla si tengo ganas de vivir? Este deporte me da la chance de sentirme bien, ágil y aportar.
RNB: ¿Qué te trae más dificultades?
H: Gracias a Dios no me cuesta nada. Inclusive los entrenadores me dicen que trabajo mejor que los jóvenes (risas). Eso me llena de satisfacción. Yo vine a aportar, sé que el titular ahora es José Fernando Cuadrado y es el jugador a mostrar y vender. Yo estoy ahí para aportar cuando me toque y ayudar para pulir al tercer y cuarto arquero, que cuando sean suplentes puedan hacerle peso al titular.
RNB: Todos los semestres postergás tu retiro.
H: Conmigo ha sido bastante particular el asunto. Me vengo retirando hace 4 o 5 años, pero todos los técnicos me han visto bien y me han pedido seguir jugando. Y yo estoy en mi ciudad, porque soy de Medellín pero me siento de Manizales, y por eso pensé en seguir jugando. El último contrato me convencido. La confianza que me da el CT, directivos y compañeros ayuda. Y cómo me veo en la cancha es fundamental. Si estuviera feo, mal, lento y sin aportar ya me hubiese retirado.
- EL APORTE DE PEKERMAN AL FÚTBOL COLOMBIANO
“Había un buen grupo joven y con algo de experiencia, con todos jugando en el exterior. Pekerman consolidó esa realidad, les dio mejor trabajo para hacer una gran Eliminatoria y Mundial. Hizo una familia. Llegaban los futbolistas y se sentían muy cómodos y ganas de trabajar, humildad y ansias de luchar por la selección. Para obtener un título hace falta tener continuidad. Han salido jugadores importantes y han llegado nuevos. Esta es la posibilidad de seguir creciendo. Ganar campeonatos a nivel de selección nacional es difícil, pero por lo que ha hecho hasta ahora da optimismo”.
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Arqueros longevos. “Faryd Mondragón venía trabajando bastante bien. Estuvo en Deportivo Cali y en la selección, donde cumplió una tarea similar a la mía en Once. Fue a un mundial y se retiró ahí, muy pocos lo logran. El cuidado personal es importantísimo, y el sentirse uno con ganas de levantarse a entrenar también”.
Su relación con Óscar Córdoba, otro emblema de Boca. “Con Óscar trabaje en 1993. El provenía desde Bogotá, jugó seis meses en Once Caldas, luego paso al América de Cali. Cuando estuvo acá lo reemplace en mi debut como profesional. Yo era suplente suyo en el equipo”.
Objetivo final. “Siempre quedan cosas por hacer. Alegrías, tristezas. Lo único que pienso ahora es retirarme con un título en mí equipo. Eso sería un sueño”.
Descompensación. A principios de año, Henao sufrió una descompensación durante un entrenamiento, hecho que motivó la preocupación en buena parte del balompié cafetero. “No acostumbro a desayunar antes de los entrenamientos. Y el esfuerzo ese día fue bastante. Al no haber comido nada me descompense llegando a casa”, señala. Y añade: “Hicimos todos los estudios y ya estamos saliendo de esto. Estoy entrenando normal y me siento bien. Solo debo estar un poco pendiente de mi alimentación”.
Propietario de una trayectoria intensa, la Araña ha defendido vallas no solo en Colombia (además de la escuadra caldense, militó en Deportes Dinastía, Atlético Bucaramanga, Millonarios y Real Cartagena), sino también en Venezuela (Atlético Maracaibo) y Brasil (Santos). Nacido como delantero, ha retrocedido puestos en el terreno de juego hasta su lugar predilecto. En el medio de su desarrollo, valora cada paso que dio: “Vengo de un barrio muy humilde, salir de ahí era complicado”.
El mítico golero sabe de superar golpes. En 1999, cuando Colombia vivía tiempos álgidos con la guerrilla, su hermano Walter de Jesús fue secuestrado y jamás volvió a conocer noticias de él. “Uno no puede ocultar lo que pasaba anteriormente, ahora ya está todo muy tranquilo. Antes había muchas dificultades. He tenido fortaleza y logré cosas importantes en mi carrera deportiva”.
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