El pasado 8 de noviembre se estrenó “Cromañón”, la serie de Prime Video que en 8 capítulos de alrededor de 40′ de duración ficciona la masacre de Cromañón. Y lo hace para todos, para sobrevivientes, para la gente que no sabe que pasó el 30 de diciembre de 2004, para curiosos, para ávidos de información y también, lamentablemente, para aquellos que les ha costado -y todavía les cuesta- atravesar la masacre y seguir adelante con sus vidas.
No es joda. 194 muertos se registraron como número oficial la noche del 30 de diciembre y en las primeras horas del 31 de diciembre e incluso, varios días después, algunos pibes y pibas terminaron falleciendo por la gravedad de las heridas y el daño que el humo les hizo a sus organismos. Aún peor: En estos 20 años que siguieron, al menos 17 personas se quitaron la vida, en parte, por lo sucedido el 30 de diciembre de 2004, cuando el estado abandonó a una generación entera a su -mala- suerte.
La serie de “Cromañón”, que tiene como intención la creación de memoria a través del negocio que es hacerlo justo a los 20 años, lamentablemente despertó en muchos sobrevivientes recuerdos horribles, sensaciones que creían olvidadas o mitigadas e incluso llevó a muchos a pedir ayuda. Y es en esos momentos donde, una vez más, Cromañón duele doble: porque a la crueldad, desamparo y abandono que se sufrió en el hecho, se le suma el escaso nivel de contención, emocional, psicológico y de todo tipo que emanó de las instituciones desde la masacre hasta el día de hoy.
¿Puede el solo estreno de una serie, que además no es obligatorio ver, generar una oleada de consultas en salud mental? Sí, puede. La licenciada en psicología Elizabeth Silva, una de las coordinadoras del programa de Asistencia en Salud Mental e integrante de la agrupación “No Nos Cuenten Cromañón”, que nuclea a sobrevivientes, familiares y amigos de víctimas de la masacre de diciembre de 2004.
“Estamos cerca de fin de año y próximos a los 20 años de la masacre de Cromañón, pueden ser fechas movilizantes y desafiantes. Y en este momento lanzan la serie, con amplia difusión en los medios de comunicación, redes sociales, en las calles y hasta atraviesa las conversaciones de la vida diaria con círculos cercanos”, comienza desarrollando Silva, ante la consulta de Rock ‘N Ball.
Para la licenciada, uno de los problemas es que “la información sobre la serie llega de forma abrupta y directa, sin previo aviso” y advierte que “en este contexto, sobrevivientes y familiares nos contactaron para requerir atención psicológica e identificamos un incremento de estas solicitudes luego del lanzamiento. Con esto quiero decir que no sólo debemos tener en cuenta la serie, sino todo el contexto ya que hay múltiples factores que pueden influir”, resume.
El programa de Asistencia en Salud mental de No Nos Cuenten Cromañón, está coordinado por sobrevivientes de la tragedia, profesionales de la salud mental y parte de “No Nos Cuenten Cromañón” y por otros miembros de la agrupación que no son sobrevivientes de la tragedia, pero sí son profesionales del área. Además, el programa se nutre de una red de alcance nacional en todo el territorio desde la cual se brinda asistencia a las personas que así lo requieren. Este programa es financiado 100% por No Nos Cuenten de manera orgánica, a través de la venta de su libro “Voces, Tiempo, Verdad” y, a través del crowfunding, que se puede encontrar en su página web.
“Reforzamos la disponibilidad de nuestro programa, entendemos la situación que pueden estar viviendo”, enfatiza la licenciada Silva. También la licenciada remarca que el programa es “autogestivo” y que no se realiza de manera grupal, ya que la asistencia es “individual a sobrevivientes y familiares”.
“Es fundamental que las personas puedan contar con espacios de contención y acompañamiento, así como también con una asistencia en salud mental adecuada que les brinden herramientas en este momento”, resume Silva y explica: “Cada persona que vea la serie lo va a experimentar de una forma diferente y particular. Puede depender, entre otros factores, de su historia de aprendizaje, su red de apoyo y los recursos con los que cuente en este momento. Consideramos que es fundamental que puedan anticiparse a una situación desafiante como esta, en primer lugar analizar la posibilidad de ver la serie o no y en el caso de que decidan hacerlo, que puedan evaluar de qué forma y cuándo es el momento adecuado. Eso puede marcar una diferencia para que cuenten previamente con diversas herramientas al momento que decidan verla. Dicho esto, una serie de esta magnitud va a ser movilizante de una u otra manera, con imágenes crudas y diálogos que podrían remover recuerdos y activar emociones”.
¿Cómo nace el programa de Asistencia en Salud mental?
“En estos años evidenciamos que los dispositivos de atención en salud mental fueron insuficientes y continúan de la misma forma en la actualidad, vulnerando los derechos de sobrevivientes y familiares de la masacre de Cromañón. Creamos este programa en el año 2022 con la idea de dar respuesta a las necesidades de cada persona y brindar una asistencia adecuada y eficiente”, indicó Liz, a la hora de hablar del programa y su nacimiento. Además, recuerda que aquellas personas que necesiten ingresar al programa “pueden completar el formulario y escribirnos, para que nos contactemos con ellos”.
No Nos Cuenten Cromañón anunció su acto, a 20 años de la masacre
En paralelo a seguir desarrollando este programa y seguir llevando el libro a todo el país, la agrupación lanzó en sus redes la convocatoria para un nuevo acto homenaje el próximo lunes 30 de diciembre, en la zona del Obelisco, como viene sucediendo en los últimos años. Habrá espacios para recordar lo ocurrido el 30 de diciembre, se hablará de la gira del libro, se abordará este tema de la asistencia en salud mental y, por supuesto, habrá música para recordar a los pibes que ya no están, y a los que siguen estando acá.
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