Cajale Cazazo cumplió su décimo aniversario, está conformado por diez integrantes y ensaya tres veces por semana. Eso ya es un gran logro pero, además, lanzó “Para Los Ojos”, su cuarto trabajo de estudio de manera independiente a fines de 2015. La obra tiene doce canciones compuestas y producidas por sus integrantes. “Es bueno para los ojos ver las cosas desde diferentes lugares” puede leerse en el arte del nuevo disco, que está realizado en un formato no convencional permitiendo así la interpretación y lectura en diversas perspectivas.
En esta oportunidad el grupo platense continúa profundizando en la mezcla de estilos populares. Ahonda su búsqueda nacida en la diversidad y utiliza al rock como lenguaje principal, atravesando sin tabúes, la música latinoamericana. La temática, si bien es diversa, tiene un lugar que suele repetirse: apuntar al compromiso y atacar la indiferencia, la solidaridad como herramienta de transformación. El lanzamiento oficial tendrá lugar el viernes 10 de junio en The Roxy Live y antes de eso hablamos con su cantante, Yuyi Guouman:
RNB: ¿Qué significa para ustedes “Es bueno para los ojos mirar las cosas desde lugares diversos”, la frase que contiene el título de su último disco? ¿Cómo llegaron a Daniel Callejas? ¿Qué es lo que más les gustó de él como artista?
Yuyi Guouman: Daniel (Callejas) es un amigo, un día en su casa leí una frase suya similar en un objeto que él había colgado en el living. Me pareció brillante. Años más tarde, esa idea pasó a ser el arte de un disco nuestro. La frase es una apelación a la tolerancia, invita a bucear en los grises, en los matices. Plantea que el estatismo nos sesga, nos pone intolerantes.
RNB: El detalle de la frase en el interior del CD, escondida, ¿fue elección o coincidencia?
YG: ¿Hay una frase escondida? (acá va el emoticón que guiña el ojito) (risas).
RNB: “Voy a buscar lo que no está para salvar lo que vendrá” dice la letra de “Pasó”. ¿Qué es lo que no está y que quieren salvar?
YG: No aceptar lo que está dado como la única realidad posible. Hacemos canciones porque nos duele el mundo, nos duele visceralmente. Denunciamos los dolores en las canciones, no solo los nuestros, sino los dolores de nuestro tiempo, esa es la búsqueda, para eso sentimos que estamos, para decir con nuestras canciones.
RNB: Desde “Por el rostro”, primer tema del disco, hay una influencia de cosas que suceden en nuestro país a nivel social y político en sus letras, ¿cómo influye en su música y como lo vuelcan ahí?
YG: Las letras son el resultado de las cosas que nos perturban, que nos conmueven, que nos interpelan, que nos duelen. De alguna forma, la brutal persecución a los pibes marginales de La Plata y de la provincia de Buenos Aires, nos golpea bien de cerca, por eso aparecen esas letras.
RNB: ¿Están contentos con el resultado?
YG: Muy contentos. Nos metimos a producirlo nosotros y fue un laburo largo en el que teníamos que estar de acuerdo todos, y lo logramos, con esfuerzo y buscando el consenso.
RNB: ¿Qué tema es el que más les gustó, si pueden elegir uno sólo y por qué?
YG: “Yo a vos” es la canción que “picó en punta”. Nunca sabemos bien por qué a una canción le va mejor que a otra, pero ocurre así, te das cuenta en los recitales y en las reproducciones que van teniendo en las redes.
RNB: ¿Qué se plantean para el show del 10 en el Roxy? ¿Cómo será el concierto?
YG: Un nuevo disco implica para nosotros una nueva estética arriba del escenario. Todo será nuevo, ya que va a ser el show con el que vamos a andar dando vueltas en principio, todo el año. Cajale dispara también desde lo visual, y en salas como el Roxy, donde está la posibilidad de hacer proyecciones y de tener un escenario grande, vamos a recorrer esos lugares que suelen darse en un recital nuestro: imágenes que nos acompañan, escenografía vistiendo el escenario, una pizca de teatro, un par de momentos chiquitos, algunos amigos invitados y mucha interacción con el público.
Además de presentar el disco, vamos a tocar las canciones de los demás discos, así que seguramente será una noche de grandes emociones.
RNB: Son una banda de muchos integrantes, ¿se les complica ensayar? ¿Cómo hacen?
YG: Nos vivimos peleando. Nos queremos mucho, así que ese lazo afectivo soporta todos los embates. Es difícil la dinámica porque juntar diez personas tres veces por semana implica mucha organización. Afortunadamente eso se ha ido aceitando con los años, y Cajale ya ocupa un lugar importante en cada uno de sus integrantes. Discutimos por el volumen de las guitarras, de la batería, discutimos a quién le tocaba cocinar hoy, la lista de canciones de cada show, la temperatura del agua para el mate, de fútbol, de política, de religión, discutimos todo lo que pueda ser discutible, nos enojamos, nos desenojamos y volvemos a discutir todo de nuevo. Y nunca, pero nunca, nos ponemos de acuerdo. Así andamos.
Futboleros desde la cuna
Cuenta la leyenda que allá por 1992 en alguna ciudad perdida del litoral argentino, en una final de un torneo de fútbol disputada por el equipo más poderoso (“Las Superestrellas”) y el más débil (“Panificación La Lydia”), el grito agónico de un hincha con el estadio enmudecido sentenció que se iban a llamar así, que iban a portar ese nombre. “Encajale el cabezazo” quiso decir el hincha que soñaba con que Panificación pudiera empatarle a Superestrellas. Se desconoce el resultado final del cotejo, pero si sabemos que esa descarga furiosa los marcó a fuego.
RNB: El nombre del grupo viene de una anécdota en una cancha de fútbol, ¿les gusta jugar o mirar fútbol? ¿Cómo pueden comparar las pasiones futboleras y musicales?
YG: Somos futboleros casi todos. En la banda hay hinchas de Boca, de Chicago, de Unión, de Gimnasia, de Estudiantes, de San Lorenzo y de Quilmes. Solemos jugar, no todas las semanas, pero de vez en cuando.
Creo que la pasión por el fútbol es un poco más irracional, viene muchas veces por herencia. Se heredan los colores y suelen durar en la mayoría de las personas para toda la vida. También la pasión futbolera se alimenta de reconocerse adversario de otro, de “no ser como ellos que son amargos”. En la música ocurre, creo, por identificación, sobre todo en las bandas en desarrollo. Las letras juegan ahí su carta más importante, y esa identificación empieza a generar códigos, y así los públicos, desde esa identificación primera, empiezan a sumar gente.
RNB: Dada la variedad de estilos que curten, desde donde han empezado a marcar su estilo propio, ¿en qué punto de ese proceso están? ¿Qué piensan de la evolución de su sonido? ¿Cómo definen su sonido actual? ¿Están conformes?
YG: Creo que las bandas van logrando síntesis de su propio audio disco a disco. Cajale dispuso hace mucho que la canción manda, que tenemos que respetar la fuerza que trae una canción cuando llega en su versión de voz y guitarra, esa es nuestra primera decisión estética. Todo lo demás es parte de un debate constante. Creo que hay mucho por recorrer.
RNB: ¿Qué es lo mejor de tener una banda y hacer su arte?
YG: Es difícil proyectarte como músico. No hay muchas garantías de nada. Sin embargo, logramos con los años asentarnos como tales y no movernos de ese lugar. Decidimos que este sea nuestro proyecto, y esa es la batalla más grande que hemos ganado. Tener una banda y salir a tocar es lo que siempre quisimos hacer, y lo estamos haciendo hace once años.
Anticipadas:
$100 desde el 1 de Abril en Jason Plaza Italia, Jason 6 y 48, Rivadavia Rock (Floresta)
Locuras (Moron – Once – Flores) La Estaka (Quilmes) o en: www.facebook.com/Cajale-Cazazo-183421637042
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