Poner play para que comience a sonar el EP de Barbi Recanati, “Teoría Espacial”, es chocarse de frente con una verdad gritada a viva voz, sin medias tintas. Larga la banda y un pulso después, la cantante dice “Hoy no lo ves, se va a caer, se va a caer”.
Esa primera canción en esta nueva etapa de su carrera, tras el fin de Utopians, comenzó a llevarla hacia un camino inevitable, como una de las mujeres al frente del movimiento artístico argentino que lucha por lograr la igualdad de género en la música. Sin sentirse referente, Barbi repite en charla con Rock And Ball que “es una manera de repartir mis privilegios”.
Luchando en el under por varios años con Utopians se convirtió en una adelantada y ahora, en modo solista, sigue ese camino allanado para darle luz a las que vienen atrás con los mismos sueños que ella.
RNB: ¿Cómo sentís que se da este contexto actual de la mujer en el rock?
BR: La marcha por el aborto puso a la mujer en un lugar protagónico inédito dentro de la industria argentina. En este momento, por primera vez, los productores ponen más el ojo en el género femenino y eso también comienza a darle espacio a un montón de artistas que tal vez no encontraban un lugar donde desarrollarse.
Ver a mujeres en el escenario hace que más mujeres se animen a tocar, y yo ya soy una treintañera, entoncess un poco el recuerdo de que comencé a hacer música mis referentes eran todos masculinos. Tuve que investigar y meterme en lugares más de culto para encontrar referentes dentro del rock, y las pocas referentes que había en el mainstream, te las tenías que cruzar, ese año tenían que sacar un disco, como Garbage, PJ Harvey o Björk en los 90.
Además, siempre coincidía en que eran todas mujeres sensuales y bellas y con privilegios físicos que la mayoría de las mujeres no tenemos. Mientras que los hombres siempre tuvieron un montón de roles con los que identificarse en la industria del rock. El gordo, el pelado, el petiso, el mestizo, hasta hombres en sillas de ruedas fueron famosos. Mientras que la mujer solo podía ser sexualizada.
Por supuesto, cuando vas investigando te encontras con Patti Smith, Janis Joplin, con personas que fueron únicas. Entonces la chica que escuchó la radio popular o ve el canal popular del momento, tiene que tener mucha suerte para encontrarse con un icono femenino dentro del rock que le sirva de inspiración.
RNB: El cambio tiene que ser transversal entonces…
BR: Todo va a ir cambiando. En los festivales pasa justamente lo mismo. Por ahí tenes una banda cuando tenes 13 años y la vas a ver y después vas a investigar al resto de los escenarios y te encontras chicas haciendo pop.
Pero dentro de la industria del rock era muy difícil encontrar a una mujer antes, y eso hacía que vos vayas a tu casa pensando que es un área que no te corresponde. Eso es lo que estamos tratando de modificar.
Que cuando uno se vaya a un festival, o prenda la radio o la tele encuentre una oferta emparejada en cuestiones de género, y yo creo que eso solamente el comienzo en cuestión de minorías. Ojalá este cupo no solo sirva para las mujeres y los hombres sino también para las personas no binarias, los trans, y cualquier tipo de minoría que necesite visibilidad.
RNB: ¿Por eso surgió el sello? (Barbi lanzó “Goza records”, con la intención de difundir artistas femeninas)
BR: Esa es la clave del cambio. Empezar a aprovechar los privilegios que comenzamos a ganar para ayudar a compañeras que necesitan ese empuje. Eso en mi vida es algo nuevo. Yo siempre me enfoqué en mí y en mi carrera, en mis posibilidades y privilegios. Y gracias al movimiento que está ocurriendo alrededor y a un montón de mujeres que me ayudaron a abrir los ojos en un montón de aspectos, yo entendí que ya había adquirido muchísimos privilegios que muchas mujeres en este país no tenían y que me correspondía compartirlo y aprovecharlos para darles un espacio a ellas.
RNB: Entonces el grito “se va a caer” deja de ser solo una expresión de deseo…
BR: Porque es urgente, y es un momento muy lindo para la música porque hay tantas cosas de las cuales hablar que creo que es una oportunidad para aprovechar esos espacios como vía de comunicación. En lo personal, creo que hace muchos años se escuchaban muy pocas bandas hablando de algo que no fuera tal vez una situación romántica o sensaciones un poco más abstractas, y ahora escucho muchas canciones y bandas hablando de cosas que son más afines a los tiempos que corren, y tal vez de esa manera el rock pueda volver a servir de cobijo para nuestros conflictos y no tanto como entretenimiento.
RNB: ¿Está relacionado a la supervivencia del género?
BR: Si, el rock es una expresión que va, o debería ir cambiando según el contexto y el lugar en el que estamos. En este momento en la Argentina me siento privilegiada de ser mujer. Porque una de las cosas que más disfruto en mi vida es hacer música y rock. Y siento que es un momento especial para tener la edad que tengo y estar en el lugar en el que estoy.
Me siento como si estuviera en Nueva York en 1967. Somos una minoría y el mainstream y el grueso de la gente está en contra de lo que decimos, de lo que esperamos y lo que queremos. El día que todo eso sea moneda corriente para cualquier persona, posiblemente ya no pueda hacer más rock. Que de alguna manera es lo que pasó con el punk. Por eso digo que en cuestiones musicales me siento privilegiada por el momento en el que estoy viviendo.
En cuestiones sociales por supuesto es un poco más duro, pero al que le toca ir a trabajar a la oficina todos los días y luchar contra el machismo no se divierte tanto como yo que tengo que componer canciones sobre eso y subir al escenario a gritarlo.
RNB: ¿Y eso como se hace carne en vos como artista?
BR: Estoy escribiendo canciones que van a formar parte de un disco, que va a salir cuando esté, y el EP eran canciones que ya estaban listas y que tenían un hilo conductor que los hacían una obra entera. Por eso decidimos sacarlo. Y también porque me pareció una buena excusa para empezar a tocar en vivo de a poco. Pero en realidad el EP es algo que sucedió en el medio de la producción de mi primer disco.
RNB: ¿No existe fecha de edición?
BR: No, saldrá cuando esté listo. Creo que también es un buen momento para la música, porque la industria como la conocíamos está agonizando y la nueva industria a la que nos enfrentamos no tiene ese rigor con los tiempos para un disco.
Podes sacar un simple y sostenerlo hasta que el disco esté listo. Los discos no necesitan ser editados físicos, no necesitas venderlos y eso te da una libertad artística que existía solo cuando el rock recién comenzaba, cuando los que hacían rock no sabían ni que hacían rock en realidad. Es una época dorada que estamos viviendo y que no la vamos a saber apreciar hasta que se termine. Hasta que se acomode todo de nuevo. Creo que en 30 años la gente va a decir ‘pero en esa época la gente no pensaba ni en vender, entonces se podía dar el lujo de inventar géneros nuevos’. Eso es lo que vivimos. Y para la música es genuino.
RNB: ¿Cuándo empezabas a tocar, tenías un deseo similar a lo que te sucede hoy?
BR: Siempre tuve fantasías muy grandes con la música, porque es lo que le pasa a cualquier pequeño que compra una guitarra, lo hace soñando con ser un artista o estar en una mega banda de estadio.
Entonces tenes fantasías que son bastante ridículas. Nunca esas fantasías se acercan a la realidad. Ni para bien ni para mal. Trae un montón de cosas buenas que no te imaginabas ni que existían y un montón de cosas malas. Pero lo más importante es que las cosas que te hacen feliz no son cosas que podes desear, sino que tenes que aprender a distinguirlas cuando llegar y tratar de disfrutarlas y conservarlas. Entonces nunca tuve fantasías sobre el momento que me toca vivir porque no sabía que existía hasta que me tocó vivirlo.
RNB: ¿Qué viene ahora?
BR: Ahora, algunas presentaciones acústicas y preparando un video clip. En los shows estoy metiendo muchos covers porque los disfruto y porque el repertorio que estoy haciendo es enteramente nuevo. Mientras preparo canciones nuevas prefiero hacer covers que meter canciones que recién están boceteadas.
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