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A 43 años del “Black Power” en México 68

Un 16 de octubre de 1968 dos hombres estadounidenses marcaban uno de los acontecimientos más importantes en la historia de los Juegos Olímpicos. Pero no fue una hazaña deportiva o un nuevo record, sino algo totalmente diferente. Hoy RnB te trae la historia de John Carlos y Tommie Smith, dos personas que fueron mucho más que dos atletas en México 68, dos personas que se jugaron la carrera por convicciones y una lucha que todavía se sigue librando nada más ni nada menos que con el racismo.

 

[caption id="attachment_36306" align="alignnone" width="370" caption="El simbolo del Black Power, un puño en alto."]El simbolo del Black Power, un puño en alto.[/caption]

A comienzos de la década del 60 nació en los Estados Unidos un movimiento contra la discriminación racial hacia la raza negra. Martín Luther King condujo la pelea por la igualdad con la raza blanca, por tener los mismos derechos, las mismas libertades. Este movimiento fue conocido como “Black Power” y encabezó una etapa muy importante contra el racismo.

Esta lucha se extendió por todo el mundo y fue en los Juegos Olímpicos de México 1968 donde dio el golpe de efecto, en un evento televisado a todo el mundo. Este golpe fue llevado a cabo por dos hombres desconocidos hasta ese momento, los ya nombrados atletas negros Tommie Smith y John Carlos.

En la previa de la carrera, ambos se habían puesto de acuerdo para realizar un gesto de reivindicación en público que llegara al mundo entero y transmitiera el daño y la humillación a la que era sometida la raza negra. Y el hecho ocurrió luego de hacer una carrera excelente, en la que Smith se coronó primero y Carlos, tercero.

 

[caption id="attachment_36307" align="alignnone" width="460" caption="La imagen que recorrió el mundo."]La imagen que recorrió el mundo.[/caption]

Antes de subir al podio, los corredores se acercaron a la mujer de uno de ellos, quien le alcanzó un guante negro a cada uno. Los dos se colocaron los guantes, Smith en la mano derecha y Carlos en la mano izquierda, mientras que por otro lado le pidieron al australiano Peter Norman (medalla de plata) que luciera un distintivo en el pecho. Acto siguiente, los norteamericanos se descalzaron y mostraron sus medias negras. Cuando el himno comenzó a sonar y mientras se escuchó, ambos mantuvieron sus puños en alto, con la cabeza gacha, mostrando la degradación sufrida por la raza negra en todo el mundo.

Es anecdótico decir que Tommie Smith ganó los 200 metros con un record de 19.83 segundos y que John Carlos hizo un tiempo de 20.10. Sin embargo no es anecdótico decir que en aquel momento, Avery Brundage, estadounidense y presidente del Comité Olímpico, ordenó la suspensión de los dos atletas y su posterior expulsión de los Juegos. El mismo Brundage, siendo presidente del Comité norteamericano, no había objetado contra el saludo nazi durante Berlín 36 por considerarlo un saludo de “nacion”.

 

[caption id="attachment_36308" align="alignnone" width="500" caption="Monumento a los atletas en San Juan, California."]Monumento a los atletas en San Juan, California.[/caption]

Aquella imagen quedó grabada en la retina de la historia. Los tres atletas sacrificaron sus carreras y sus vidas por una causa justa, por su dignidad y sus creencias. Tommie Smith y John Carlos fueron perseguidos en su país y condenados al ostracismo, tanto que nueve años después la mujer de Carlos se suicidaría. Ninguno volvió a correr en unos Juegos, pero fueron reivindicados con el correr del tiempo. Hoy, un monumento en California homenajea el día que estos dos hombres fueron capaces de enfrentar al mundo por igualdad, derechos y libertad; con aquellos puños altos que se levantaron hace 43 años, para no bajarse nunca más.

[youtube ocu-llaGEnY]  

Un 16 de octubre de 1968 dos hombres estadounidenses marcaban uno de los acontecimientos más importantes en la historia de los Juegos Olímpicos. Pero no fue una hazaña deportiva o un nuevo record, sino algo totalmente diferente. Hoy RnB te trae la historia de John Carlos y Tommie Smith, dos personas que fueron mucho más que dos atletas en México 68, dos personas que se jugaron la carrera por convicciones y una lucha que todavía se sigue librando nada más ni nada menos que con el racismo.

 

El simbolo del Black Power, un puño en alto.
El simbolo del Black Power, un puño en alto.

A comienzos de la década del 60 nació en los Estados Unidos un movimiento contra la discriminación racial hacia la raza negra. Martín Luther King condujo la pelea por la igualdad con la raza blanca, por tener los mismos derechos, las mismas libertades. Este movimiento fue conocido como “Black Power” y encabezó una etapa muy importante contra el racismo.

Esta lucha se extendió por todo el mundo y fue en los Juegos Olímpicos de México 1968 donde dio el golpe de efecto, en un evento televisado a todo el mundo. Este golpe fue llevado a cabo por dos hombres desconocidos hasta ese momento, los ya nombrados atletas negros Tommie Smith y John Carlos.

En la previa de la carrera, ambos se habían puesto de acuerdo para realizar un gesto de reivindicación en público que llegara al mundo entero y transmitiera el daño y la humillación a la que era sometida la raza negra. Y el hecho ocurrió luego de hacer una carrera excelente, en la que Smith se coronó primero y Carlos, tercero.

 

La imagen que recorrió el mundo.
La imagen que recorrió el mundo.

Antes de subir al podio, los corredores se acercaron a la mujer de uno de ellos, quien le alcanzó un guante negro a cada uno. Los dos se colocaron los guantes, Smith en la mano derecha y Carlos en la mano izquierda, mientras que por otro lado le pidieron al australiano Peter Norman (medalla de plata) que luciera un distintivo en el pecho. Acto siguiente, los norteamericanos se descalzaron y mostraron sus medias negras. Cuando el himno comenzó a sonar y mientras se escuchó, ambos mantuvieron sus puños en alto, con la cabeza gacha, mostrando la degradación sufrida por la raza negra en todo el mundo.

Es anecdótico decir que Tommie Smith ganó los 200 metros con un record de 19.83 segundos y que John Carlos hizo un tiempo de 20.10. Sin embargo no es anecdótico decir que en aquel momento, Avery Brundage, estadounidense y presidente del Comité Olímpico, ordenó la suspensión de los dos atletas y su posterior expulsión de los Juegos. El mismo Brundage, siendo presidente del Comité norteamericano, no había objetado contra el saludo nazi durante Berlín 36 por considerarlo un saludo de “nacion”.

 

Monumento a los atletas en San Juan, California.
Monumento a los atletas en San Juan, California.

Aquella imagen quedó grabada en la retina de la historia. Los tres atletas sacrificaron sus carreras y sus vidas por una causa justa, por su dignidad y sus creencias. Tommie Smith y John Carlos fueron perseguidos en su país y condenados al ostracismo, tanto que nueve años después la mujer de Carlos se suicidaría. Ninguno volvió a correr en unos Juegos, pero fueron reivindicados con el correr del tiempo. Hoy, un monumento en California homenajea el día que estos dos hombres fueron capaces de enfrentar al mundo por igualdad, derechos y libertad; con aquellos puños altos que se levantaron hace 43 años, para no bajarse nunca más.