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[TEATRO] Perfectos desconocidos: los secretos en el centro de escena

Fuimos a ver la obra que se estrenó hace un mes en calle Corrientes. Va primera en la taquilla actual y deslumbra a todos. Les contamos sobre la adaptación teatral de la exitosa película europea.

Perfectos Desconocidos, la obra basada en la exitosa cinta italiana, y posterior versión española de Álex de La Iglesia, llegó a la Argentina en formato teatral de la mano de la dirección del reconocido actor Guillermo Francella. Con un elenco que reúne a un equipo de talentosos actores que se lucen por igual.

Gonzalo Heredia, Mercedes Funes, Alejandro Awada, Peto Menahem, Agustina Cherri, Carlos Portaluppi y Magela Zanotta son los siete elegidos para ponerse en la piel de estos personajes de mil capas, que te llevan de la comedia a lo emotivo de un momento a otro, gracias a la mano de Francella que maneja esos dos registros de maravillas y logra plasmarlo en su debut como director.

¿De qué trata? Un grupo de amigos de toda la vida, con tres parejas, se reúne para cenar como cualquier viernes. Pero la consigna de dejar los celulares en la mesa mientras cenan, y que cualquier mensaje o llamada puede ser oído por todos da comienzo a la base de esta historia y sus reacciones y acciones a medida que el teléfono va sonando para cada uno de ellos.

El espectáculo durante la hora y media de duración no decae y hace partícipe al público, que capta lo que sucede sólo a través de las reacciones o gestos en silencio de los protagonistas, gran mérito de los actores, que se ponen la historia al hombro y la llevan de gran manera hasta el final. Todos manejan muy bien la comedia y también saben llegar a los momentos emocionales con simpleza. Los siete tienen mucha química en escena, y como espectador eso siempre se percibe y se agradece.

Es una obra que merece ser vista. No tiene puntos bajos. Su dirección es impecable, el público es dirigido por los lugares que la obra quiere y cuando el guión lo desea. Heredia, Funes, Menahem, Cherri, Portaluppi, Awada y Zanotta hacen un impecable trabajo y nos dejan con el mensaje final dando vueltas.

En el celular tenemos la vida entera, a veces cosas que nadie debería saber, quizás cosas privadas que no le decimos a nadie. ¿Vale la pena romper esa barrera de privacidad? Deberán ir de Miércoles a Domingo al Metropolitan Sura para enterarse. Se irán sin dudas pensando. Y eso nunca puede estar de más.