La muerte es un tema recurrente en la vida del ser humano, pareciera que es nuestro deber presentir su llegada, claro que para esto deberíamos estar enfermos, heridos o en una situación de extrema peligrosidad, pero no, la llegada de la cosechadora más antigua del planeta nunca avisa y a veces sólo nos manda su emisario.
De eso trata La última hora, una serie argentina de 13 capítulos dirigida por Gastón Portal (Perdona nuestros pecados y los Sónicos), dónde se cuenta la historia de Rodión, un asesino a sueldo interpretado por Daniel Araoz (El hombre de al lado) quién debe cumplir los mandatos de su jefe, el cuál no posee nombre y a quién todos llaman solo El jefe, que está interpretado por la leyenda de la actuación vérnacula Norman Briski (La fiaca).
En un ir y devenir entre el presente y el pasado, las andanzas de Rodión se caracterizan por tener un sinfín de entramados, que relacionan a nuestro protagonista con su esposa Sonia (Romina Ricci) y cada una de las victímas que debe liquidar para cumplir con sus obligaciones.
Por supuesto que cada caso encierra en sí mismo un mundo diferente, un desafío al que Rodión debe sortear airoso, ojalá solo fuera ir, liquidar a su presa y listo. Pero no, Rodión posee un método que iremos descubriendo a medida que avanzan los diferentes capítulos siendo la premisa siempre la misma, que la victíma disponga de una hora para realizar lo que quiera.
Así, con el correr de la trama y los saltos temporales, vemos como el asalariado asesino va construyendo su vida, a veces con pareja, a veces sin ella, a veces con una hija a veces sin ella, pero el común denominador nunca deja de hacerse presente: ¿Qué hará cada victíma con su hora disponible?.
Es increíble como todo está matizado no sólo por guiones estructuralmente diferentes (las ideas y reflexiones de Rodión son de una riqueza inagotable), sino por una forma de dirección que se plantea como un desafío constante pero que no defrauda, el nivel de tensión está siempre presente de manera subyacente.
La serie no es nueva, ya tiene más de un año pero su aparición en la plataforma Netflix (bajo el nombre The last hour) hizo que la comenzara a ver ,y aunque parezca poco creíble, me sedujo tanto como una serie “de afuera”, con giros y tramas que te dejan expectante para seguir descubriendo la historia.
Podría decirse que la historia amenaza con ser cursi, o trillada, pero lejos está de eso, cada victíma está representada por actores de gran fuste (Mex urtizberea, Manuel Callau y Juan Minujín entre otros tantos) que plantearán disyuntivas que ponen a nuestro protagonista en un brete más de una vez.
Sin embargo y a pesar de no parecer una trama de fácil pasaje hay un elemento que suele poblar los capítulos y los hace irresistibles: el humor. Siendo que no creo en colores para el desarrollo humoristíco, la mayoría de los chistes contienen a la muerte o a la tragedia como eje central, los personajes que suele encarnar Rodión para llegar a sus victímas son desopilantes al extremo.
Es aquí donde la serie revitaliza a un artista ya consagrado como es Daniel Araoz, con mucha experiencia en el rubro, aborda al complejo Rodión y le saca un jugo extra que solo los grandes pueden hacer, te puede emocionar o hacerte reír a carcajadas pero jamás pondrás en duda que todo lo que hace forma parte de la personalidad del personaje, nunca ves a Araoz tras el disfraz.
Lo mismo para Norman Briski con participaciones que muchas veces rozan la lisergia pero jamás te atreverías a pensar que eso forma parte de una actuación, son seres de perfecto realismo.
Otra cosa a destacar es como los detalles en cada capítulo unen los casos por una delgada línea, como si en cierto modo se tratase todo de un enorme plan para acabar con cada una de las victímas.
Tampoco uno debe olvidar la cortina deliciosa hecha por Zambayonny, una pieza llamada “Whisky dios” que cuadra de manera perfecta con la historia contada.
Sin dudas La última hora es un producto de calidad, no es famoso, no tuvo rating (Fue emitida durante el 2016 en la Televisión pública) pero merece ser vista y recordada como la serie argentina que abordó el tema del sicariato en nuestro país con tintes cinematograficos.
Podría ser esta tu última hora y si estás usandola para ver esta serie, no te arrepientas, Rodión te espera hasta que termines.
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