Para que el fútbol vuelva en Argentina falta un tiempo más, pero mientras tanto, algo ya se puede ver a través de la pantalla de TV con El Presidente. Aunque no será la pelota rodando, sino el negocio que puede ocultarse detrás de los partidos, los goles y los campeonatos.
Se estrena la serie por medio de la plataforma de streaming Amazon Prime Video. Justamente lo que cuenta es lo ocurrido durante el FIFA Gate, el gran escándalo que ocurrió hace cinco años e involucró a dirigentes y empresarios a nivel mundial, muchos de ellos interpretados por actores de renombre de distintos países.
Más allá de la parte dramática que puede sobrevolar con lo sucedido, la historia también roza la sátira y la comedia. Esto se ve en la narración y en la construcción de muchos de sus personajes, los cuales respetan el idioma y acento original de los protagonistas que representan. El más conocido por estos lados, interpretado por Luis Margani, es Julio Humberto Grondona. Ese que supo manejar los hilos del fútbol argentino, el sudamericano, y que llegó a la vicepresidencia de la FIFA, fiel a su estilo de mandamás y autoritarismo, acostumbrado a escuchar el famoso “Sí, Don Julio”.
Margani es un músico y actor argentino que protagonizó la película Mundo grúa en 1999, con dirección de Pablo Trapero, trabajo que le valió un premio por parte del Festival de Cine Independiente. Aunque no tuvo formación actoral, comenzó su carrera participando de El profesor patagónico en 1970, con Luis Sandrini. Luego de su primer protagónico, siguió su carrera tanto en cine, en teatro, como también en televisión.
En El Presidente, a través de la personificación de Grondona, es que se cuenta la historia de lo ocurrido, haciendo foco en Sergio Jadue, ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile (ANFP), y cómo su ascenso en la dirigencia iba acompañado de negociados, sobornos y una corrupción que crecía y crecía. Al mismo tiempo que una investigación judicial por parte de Estados Unidos, avanzaba.
Jadue está personificado por el actor colombiano Andrés Parra, conocido por ponerse en la piel de uno de los narcotraficantes más conocidos en Escobar, el patrón del mal; por participar en la película La odisea de los Giles, en el rol de un abogado inescrupuloso; y por encarnar al ex mandatario venezolano, Hugo Chávez, en una producción de su país llamada El Comandante.
El Presidente consta de ocho capítulos de una hora de duración cada uno, y se suma a los estrenos que trae junio en la pantalla chica. Está producida, entre otros, por el argentino Armando Bó, quien también dirige cuatro episodios de la serie. Bó es nieto del mítico director de cine nacional, aunque igualmente ya tiene un nombre propio luego de dirigir El último Elvis y Animal, por ejemplo, y haber ganado un Óscar a mejor guión con Birdman.
Esta producción además cuenta con otras caras conocidas para los argentinos. Dentro del elenco, forman parte Jean Pierre Noher, Federico Liss y Alberto Ajaka, siendo éste último el que sostendrá el rol de Jashir, “la mano siniestra“ de Jadue. Ajaka también tiene un currículum extenso en teatro y televisión. Uno de sus últimos trabajos fue en Apache, donde hacía del padre de Carlos Tevez, pero también participó en El lobista, Guapas y El puntero, entre tantas otras producciones. Noher y Liss encarnan a José Hawilla y Mariano Jinkis, respectivamente. Ambos empresarios y dueños de los derechos televisivos de gran parte de los partidos de Sudamérica, que luego del escándalo fueran acusados de pagar sobornos.
En este reparto actoral, aparte están las mexicanas Karla Souza y Paulina Gaitán. Souza (quien fuera una de las actrices principales durante las seis temporadas de la serie estadounidense How to get away with murder), lleva a cabo el personaje ficticio de agente encubierta del FBI que investiga el FIFA Gate. Por su parte, Gaitán interpreta a la esposa de Jadue, quien actuara desde las sombras de su marido. Y cerrando con los principales protagonistas de la serie, el chileno Luis Gnecco personifica al dirigente colombiano Luis Bedoya, también parte importante dentro del entramado de corrupción que sacó a la luz la justicia de Estados Unidos.
A la espera de ver nuevamente al equipo de toda la vida entrar a una cancha, llenarse la boca de un gol gritado con el alma, sentir esa adrenalina que provoca ver una pelota sobre el verde césped (o sobre un barrial), se puede ver mientras tanto esa otra parte del fútbol, esa que no gusta pero que existe, y que explotó hace cinco años. El escándalo con nombres propios, presentada con un tono distendido de comedia a través de El Presidente, por TV.
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