Escuela 2.0: yendo de la cama a la clase (en el living)

Las mañanas y mediodías dejaron de ser lo que eran. Hace 90 días no están más esas apuradas a desayunar o almorzar porque les niñes llegaban tarde al colegio. Desde mediados de marzo lo que hay son escuelas cerradas. Las actividades son enviadas por Whatsapp y las clases dadas en videollamada.

“El Ministerio de Educación de la Nación dispuso suspender las clases presenciales (…) a través de la Resolución 106-20”

Comunicado del Ministerio de Educación. https://www.argentina.gob.ar/salud/coronavirus/poblacion/escuelas

En consecuencia, las clases presenciales dejaron de dictarse y se dio paso a la modalidad a distancia mediante el programa “Seguimos educando“.

Con la singularidad que presenta el contexto actual, se descubren varios interrogantes (aunque claro está que la importancia es preservar la salud de todes). Sin escuelas ni maestres, ¿cómo aprenden les niñes? Sin alguien que cuente con las didácticas adecuadas, ¿les padres con qué herramientas afrontan la situación?, ¿cómo será el regreso a clases (si es que será este año)? o ¿cuándo vuelve a la “normalidad” la escuela? 

Sin dudas hubo un cambio de escenario en la educación, al igual que en el resto de los ámbitos. La tarea dejó de ser lo único que les niñes llevan a casa, ahora la escuela también va al hogar.

A modo de complemento, en algunos casos, se suman las llamadas entre docente y alumno, o se hacen devoluciones personalizadas. Es un trabajo muy pesado la docencia en tiempos de pandemia, pero la vocación sigue en pie.

Aunque, si bien este es el único método que hay, puesto que se quiere reducir el impacto de COVID-19 en la población, la situación no hace más que dividir las aguas. Entre quienes pueden acceder a las plataformas y contar con los recursos, y quienes no. Brecha que gana notoriedad en los sitios humildes, tanto de la provincia de Buenos Aires como en el resto del país. En estos sitios la escuela cumple rol fundamental, ya que además de educación, la misma brinda viandas al alumnado.

Créditos “La Izquierda Diario“.

No obstante, si bien el asunto no es novedad, la emergencia sanitaria acentúa estas diferencias entre quienes acceden o no a algo básico como la educación, la salud y la alimentación, por ejemplo.

Asimismo es importante destacar que se están haciendo esfuerzos para reducir esta brecha. Un gran ejemplo a nivel provincial se encuentra en Córdoba, con el sitio “Tu escuela en casa”, y a nivel nacional el portal del Ministerio de Educación, “Seguimos educando”.

En ambos sitios se encuentran materiales y recursos educativos divididos por niveles y áreas de estudio. Disponibles tanto para educadores y educadoras como para escolares.

Reforzando estas plataformas se  encuentran “Pakapaka”, Encuentro y TV Pública, en donde se emiten contenidos audiovisuales para los distintos ciclos de educación.

Como se mencionó al inicio de la nota, hay miradas bien particulares a la hora de abordar lo escolar en tiempos de COVID. La óptica desde el lado de quien enseña porque no todes poseen los mismos conocimientos informáticos o cuentan con los mismos recursos para afrontar la modalidad virtual. Elles debieron reinventarse para poder seguir educando. 

Padre e hija en clases virtuales. Crédito: “Diario El País

El punto de vista parental. Ya que pasaron de simplemente dar una mano a su hije en las actividades escolares, a formar parte de la enseñanza. Cosa que puede tornarse en algo complicado, pues no cuentan con las pedagogías que une educadxr sí.

Y por último, pero no menos importante, el panorama por parte de les niñes y jóvenes, quienes deben adquirir los conocimientos. Teniendo en cuenta  también las posibilidades, ya que no todes tienen el mismo tipo de aprendizaje (algunes tienen ritmo más veloz que otres, o hay quienes entienden más velozmente matemáticas que literatura, por ejemplo). O, como se explicitó previamente, tampoco todes tienen las mismas posibilidades de acceder a una red, o dispositivos para conectarse con su docente.

Aquí nuevamente surgen interrogantes: ¿les niñes están realmente aprendiendo?, ¿cómo es que promoverán al próximo año?, o ¿cómo será la escuela post pandemia?

Estas cuestiones son complejas de resolver. En primer lugar porque cada cabeza será un mundo, y debido a ello aún estando en clases presenciales les alumnes pueden o no adquirir los conocimientos. Otro motivo se encuentra en la imposibilidad de rendir exámenes, que son desde antaño el método de integrar contenidos.

Aula vacía. Credito. “El Litoral”

Y por último, el retorno a las clases. Situación que en provincias del Norte del país comienza a ser una realidad. Esto obviamente aggiornando la enseñanza al distanciamiento social y seguir propagando el COVID. Por el momento estudiantes y docentes deben ponerse más que nunca “la 10” para afrontar  junto a los padres la educación.