Luego de 49 años ininterrumpidos, y a 6 años de su muerte, Chespirito finalmente se despide de la televisión. La noticia afectó la programación de más de 20 canales de habla hispana que terminaron con las transmisiones de los emblemáticos programas. Mientras tanto, comienza un conflicto legal y contractual entre la cadena Televisa y el Grupo Chespirito, dueña de los guiones.
A pesar de no haber aún un comunicado oficial de Televisa, las primeras en comunicarlo fueron las cadenas de los diversos países. La brasileña SBT fue la primera en cortar las transmisiones, atribuyendo la medida a “un problema pendiente a ser resuelto con el titular de los derechos de las historias”. Luego, paulatinamente fueron cortando las transmisiones en los demás países del continente sin desarrollar demasiado la medida histórica para la televisión hispanohablante.
Las primeras voces oficiales en hablar sobre el adiós a Chespirito de la televisión fueron sus hijos. Roberto Gómez Fernández, hijo del comediante y director del Grupo Chespirito, fue el primero en comunicar la decisión de Televisa, aunque sin contar las razones. Lo mismo hizo Graciela Gomez Fernandez, quien declaró que “es una pena que quien más se benefició de los programas de Chespirito hoy afirmen que ya no valen nada”. Por su parte, Florinda Meza, actriz que interpretaba a Doña Florinda, marcó que “inexplicablemente no he sido convocada a las negociaciones”. Al mismo tiempo, apuntó contra Televisa: “Es triste comprobar cómo en tu propia casa, a la que le has dado millones de dólares, es dónde menos te valoran”.
Luego de medio siglo ininterrumpido, personajes emblemáticos como el Chavo del 8, el Chapulín Colorado o el Doctor Chapatín abandonan la pantalla chica. Lo más probable es que las negociaciones entre la empresa de la familia del comediante y la cadena de televisión continúen. Seguramente en algún futuro vuelvan esos personajes que, sin querer queriendo, dieron vida a uno de los programas más vistos en la historia. Por ahora, mientras sigan las discusiones en la mesa de negociación, la televisión apagó a Chespirito, finalizando una era en el humor latinoamericano.
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