Pasaban las 20:30hs y el recinto de Palermo empezaba a recibir sus primeros invitados a la velada que proponía a Los Antiguos y Poseidótica como platos fuertes. Remeras de Almafuerte, V8 y Deep Purple eran frecuentes entre la gente, que se agolpaban de a poco en el centro de la pista, ansiosa de ver el arranque. Los encargados de dar el puntapié inicial fueron los Clonk, banda surgida del Chaco que mezcla el funk, rock, la psicodelia y Stoner.
El quinteto, que vino para acercarnos la música de sus discos “Vampyroteuthis Infernalis” y “Secuencias”, tuvo una puesta en escena oscura y contundente, sorprendiendo a varios que los oían por primera vez y no tuvieron nada que reprochar.
Pasó el tiempo, eran las 21:30hs pasadas y Niceto ya era un mar de gente, que empezaban a cantar y gritar eufóricamente. Las guitarras empezaban a rugir de a poco, los telones se abrían y ahí estaban Sergio Conforti y David Iapalucci en guitarras, Mow Houdin en bajo y Pablo Huija en la batería dando el inicio con el instrumental “C.O.C”. Los Antiguos estaba en escena, dando el demoledor inicio dejando a muchos la piel de gallina.
La pausa, mientras los instrumentos acoplaban, porque aparecía Pato Larralde desde atrás, con sus manos arriba, en una de ellas su infaltable vino de cada noche y la gente ovacionaba desde cada rincón. La velada pesada siguió con “La Peste del Sapo”, “Nervioso y Ebrio”. Pato aprovecha el mínimo descanso para agradecer a la gente que se presentó, hablando del mal momento económico del país, dando continuidad con “La Gran Campana” y “Los Grises”.
Párrafo aparte para las visuales que se presentaban en la gran pantalla detrás, gran trabajo de Pablo Ubeira que viene acompañando a los muchachos desde hace tiempo.
Sabido es que el quinteto esta pronto a sacar nuevo disco, y presentaron, además de la ya escuchada “Senda de la Luz Fantasmal”, temas como “Oro para las Naves” y “Vamos”, canción que remarcó habían terminado de dar a luz el día anterior al show.
Promediaban el show, con la gente saltando, pogueando y pidiendo canciones para que toquen como “H.P.V.” y “Dios de los Paganos” que sin dudar, terminaban haciendo. “El Hombre Que No Se Puede Ir”, “Eslayer Te Va a Matar”, “El Sureño”, “El Inventor Del Mal” y “Hecho a Mi Medida” fueron las canciones que daban el cierre de oro a una noche eufórica, donde el mismísimo Pato Larralde se tiraba hacia el público, donde lo llevaban de un lado para el otro como una marea humana que lo tenía a la deriva.
Ya con un ambiente que explotaba, donde la gente transpiraba del calor y la locura infernal que desataron, era el turno de esperar para el gran cierre de un viernes que ya tenía todo para ser una noche pa’l recuerdo.
23:40hs, telones a los costados y Martín Rodriguez aparecía para arrancar con “Viaje De Agua”, se sumaban Walter Broide en batería, Santi Rúa y Hernán Miceli en guitarras. Poseidótica estaba en el escenario.
La gente volaba, las luces iban de un lado para el otro y las visuales en pantalla eran un deleite que, sin dudas, fue otra gran labor en este caso de Diego y Mariano Valle de A1 Design que vienen trabajando con la banda desde siempre.
“Los Extraños” y “Elevación” siguieron a continuación, con un Walter que acostumbra desde los comienzos a verlo deslumbrar por su inquieta forma de tocar, sumado a Santi y Hernán que complementan un dúo excelente en las guitarras donde se entienden a la perfección con Martin, que no paraba de moverse de atrás hacia adelante en todo el escenario, moviendo la cabeza y acompañando el ritmo de la psicodelia divina que sonaba.
Martín anuncia que siguen con “Latitudes”, canción que no suele ser tocada en los recitales, pero con la excepción de esta noche, que parecía ser única a modo de regalo para todos los presentes. Siguió el turno de “Videogame” y llamaron a David Iapalucci de Los Antiguos al escenario para que se una a un viaje cósmico eterno.
Poco tiempo después, fue el turno de la voz de Los Antiguos, Pato Larralde, que se puso en el micrófono para entonar “Cruces” de Saurón, banda que también lidera como cantante. Mientras su hermano y compañero, JB Larralde, lo miraba sonriente detrás el escenario.
La gente no quería irse pero llegaban “Sueño Narcótico”, “Hija Del Átomo”, “El Dilema Del Origen” y “Aeronauta” para dar final. Cabe destacar el cariño inmenso de la banda hacia su público, que se lo demostraban constantemente entre temas, señas y sonrisas.
Nadie puede dudar que el viernes 9 de diciembre en Niceto Club fue una noche excelente con músicos de un nivel superior. No hubo quejas ni reproches, puras risas y elogios a la salida donde muchos salían cantando y abrazados simulando guitarras con sus manos. Otra victoria de la música.
Fotos y crónica por Grizzly FV / Héctor Palacios
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