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Travesía nacional, capítulo III: bien puestos

Sportivo Belgrano combinó buen fútbol y huevos en su tercer desafío nacional, y le ganó bien al Banfield de Almeyda por 3 a 1. La Verde puso nervioso al Taladro golpeando en los momentos justos y se afianzó de local: ganó los dos jugados en San Francisco y se ilusiona aunque todavía sea temprano, muy temprano.

Es muy difícil no imaginarse a un Sportivo Belgrano manteniendo la categoría, porque lo que se vio hoy en el Estadio Oscar C. Boero no se ve todos los días: la Verde venía de una derrota penosa ante Huracán en Parque Patricios, donde había dejado una imagen repleta de nervios y pesimismos. El partido de hoy, siguiendo en esa línea, era durísimo. Sin dudas Banfield es uno de los equipos mejor armados de la categoría, con jugadores de peso que ya estaban y otros de buen juego, como Cazares y Domingo, que llegaron de la mano de Matías Jesús Almeyda. 

Por eficiente y por tener esa necesaria pizca de suerte, Sportivo vacunó dos veces en un partido que todavía se estaba acomodando: el primero, a los 4 minutos, llegó gracias a la derecha de Matías Quiroga, que ya había marcado en la primera fecha. Diez minutos después, a los 14, Franco Miranda la metió a un metro del arco visitante tras un tiro de esquina. En quince minutos el resultado parcial sorprendía a varios y dejaba al Taladro con la urgencia de hacerse cargo del juego. El descuento llegó tras una distracción local, pero era merecido: fue del ex Boca, Tito Noir, faltando 10 minutos para irse a las duchas.

MJA llegó tarde al segundo tiempo y lo miró desde afuera
MJA llegó tarde al segundo tiempo y lo miró desde afuera

El trámite del segundo tiempo necesitaba cautela: no cometer errores defensivos e intentar de contra. Por momentos fue así, y de la mano del 10 colombiano Banfield intentaba conseguir el empate sin muchas luces.  La expulsión de Andrés Chávez en el Taladro comenzó a sepultar al equipo visitante. La Verde se hizo fuerte y dominó el juego, con una participación buenísima de Velasco. El que le puso el moño al resultado fue Juan Manuel Aróstegui, el mismo que le dio el ascenso a Sportivo en aquella agónica tarde ante Santamarina de Tandil. 3 a 1 y a compactarse en defensa para dejar morir el partido.

No hay cara que hoy no se haya ido feliz. El equipo dirigido por Carlos Mazzola demostró buen juego y, lo más importante, que tiene los huevos bien puestos para la lucha por la permanencia. Franco Dolci y Jonathan Mazzola, el doble cinco al que apostó el DT, funcionó con creces. Claudio Verino volvió a demostrar que es el jugador más regular del equipo, y allá arriba el Chipi Velasco se ganó el mote de figura complicando a la defensa de Banfield con sus corridas incansables.

Como dijo el DT Mazzola post-partido, lo importante, más allá del resultado, es generar una imagen y peso propio en una categoría que mete miedo: el objetivo hoy se cumplió holgadamente, con 6 puntos bajo el brazo, en casa, con platea nueva y con toda la gente. Por la cuarta historia espera Villa San Carlos, que empató 1 a 1 con Crucero del Norte.

 

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