Hace varios días el mundo del fútbol esta expectante sobre el futuro de Lionel Messi. Por primera vez en 16 años de carrera, nadie puede afirmar que el mejor jugador del mundo continúe su carrera en Barcelona. Las declaraciones del 10 luego de la derrota frente a Osasuna y la consagración de Real Madrid en la Liga española, marcan el fastidio y el hartazgo ante el mal momento que atraviesa el equipo. Todo esto repercute de cara a las elecciones en el equipo catalán que se avistan en el futuro cercano.
“Dije tiempo atrás que si seguíamos de esta manera iba a ser muy difícil que ganásemos la Champions. Queda demostrado que no nos alcanzó ni para la Liga”, declaró Messi luego de la derrota frente al Osasuna que le dio la Liga al Real Madrid. Un Messi enojado, muy autocrítico con el juego del equipo, y pareciera que por primera vez tiene pocas expectativas de salir campeón con Barcelona. “El Madrid hizo lo suyo, después del parón hasta ahora no perdió ningún partido y es de mucho mérito. Pero nosotros también ayudamos y mucho para que esta Liga se la lleven ellos”, dijo alejándose de las polémicas arbitrales y las denuncias de ayuda del VAR al conjunto merengue. Y agregó: “Hay que cambiar muchísimo y hacer muchísima autocrítica y no pensar que perdimos porque el rival fue mejor”.
“Seguramente la gente del club está muy caliente y muy enojada por todo lo que vio durante toda esta temporada. Y es normal, porque nosotros también lo estamos. Aparte es de lo que venimos, de la derrota de la Roma, del Liverpool, la gente se está quedando sin paciencia y es normal, porque nosotros no le estamos dando nada”. Ademas aclaró que “si queremos pelear por la Champions vamos a tener que cambiar muchísimo porque sino el partido con el Napoli lo vamos a perder también”. En este punto radica una cuestión importante. Lio aspira a estar en un club con un proyecto ganador, con ambición de conseguir títulos, cosa que actualmente no parece haber en el Barsa. Además, esta podría ser la primera vez en 6 años que Barcelona termine la temporada sin ganar nada.
En cuanto al nivel futbolístico, Messi declaro que “creo que necesitamos un poco de aire, nos va a venir bien este parón, limpiar la cabeza, olvidarnos un poco de lo que pasó, de lo que vimos, que fue muy malo de enero para acá”. Casualmente, Quique Setién, el entrenador del Barcelona, asumió el 14 de enero, por lo que las declaraciones de la pulga fueron consideradas como una sentencia de muerte para el DT. El mismo Setien, luego de las declaraciones de Messi, dijo que no podía asegurar su continuidad al frente del equipo. Esta frase del entrenador hizo más ruido luego de que se reuniera con el presidente del club, Josep Bartomeu. En la reunión, aunque no se planteó su dimisión del banco culé, sí se habló sobre el plan a futuro y ver cuantas fuerzas tiene Setien para seguir.
Todo esto ocurre en un marco de incertidumbre alrededor de la renovación del contrato del astro rosarino. El vínculo vence el junio de 2021 y las negociaciones están en punto muerto. Las especulaciones aumentan pensando en que, si no hay arreglo para diciembre, Leo podría negociar para irse libre el año que viene. Además, el que no haya negado una posible salida sacudió al pueblo blaugrana: “Eso es lo de menos”, declaró sobre el tema. Esta situación repercute en el arco político de la institución que mira a las elecciones que se celebrarán el próximo año. Sin embargo, los rumores de un posible adelantamiento de los comicios empiezan a revolotear por los pasillos del Camp Nou. Obviamente, el eje de campaña de los candidatos será el plan que tienen para retener a Messi.
Hay otro detalle que parece olvidado, pero produjo un quiebre en la relación de la pulga con la dirigencia culé: el troll center de Bartomeu. Durante el mes de febrero, la cadena SER reveló que el presidente de Barcelona había contratado a una empresa que organizaba, a través de la coordinación de cuentas falsas, la difusión de fake news y difamaciones a jugadores (entre ellos Messi) y dirigentes opositores. Al día siguiente de la publicación de la noticia, Bartomeu rompió el vinculo con la empresa, y declaró en conferencia de prensa que “el Barça no ha contratado nunca ningún servicio para desprestigiar a nadie, ni a ningún jugador, exjugador, político, directivo, presidente ni expresidente”. Sin embargo, el hecho produjo la ruptura en la relación de los referentes del plantel y la dirigencia.
El Barcelona navega por aguas más que turbulentas mientras la dirigencia trata de mantener a su mejor tripulante arriba del barco. Es difícil imaginarse a Lionel Messi con otra camiseta. Además, todos saben que Barcelona está dispuesto a reemplazar a los otros 30 jugadores del plantel y a su cuerpo técnico con tal de que el 10 se quede. Sin embargo, esta vez el conflicto por la renovación parece ser mucho más complicado que una diferencia en los números. Está claro que el rosarino quiere un ambiente donde solo tenga que preocuparse por jugar, que tenga un proyecto ganador y donde pueda estar tranquilo. ¿Podrá la dirigencia darle todo eso? ¿Habrá algún candidato de cara a las elecciones que ofrezca esas garantías? ¿O veremos por primera vez al mejor jugador (por lo menos) del siglo XXI jugando con otra camiseta?
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