Ball

River: el dolor de ya no ser

La inexplicable derrota ante Boca Unidos no hizo más que seguir manchando un poco más la historia de River, además de darle a los eternos rivales mayores motivos de burla en el día de su posible consagración. Pero es tiempo de analizar una situación a la que se llegó por la culpa de todos. No vale la pena analizar un partido como el que ayer se dio en Corrientes: River dominó del minuto 1 al 92, hasta que una mala salida de Chichizola (¿perdió el puesto?) le dejó servido a Nuñez el gol de la victoria. Punto final. Esa sería la explicación a algo que ya resulta inexplicable. Pero el problema no es la inseguridad de Chichizola, la indecisión de los defensores ni la falta de variantes en ataque cuando Cavenaghi no está afinado. El problema en River es profundo y abarca a todos: dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. Pensando a corto plazo, a uno siempre se le viene a la mente como se subestimó la cuestión del descenso con respecto a los refuerzos: Alexis Ferrero, Juan Manuel Díaz, Gustavo Canales, Rodrigo Rojas, Leandro Caruso, Carlos Arano, Juan Pablo Carrizo, Josepmir Ballón, Jonatan Maidana, Walter Acevedo, Mariano Pavone, Adalberto Román y Fabián Bordagaray (único refuerzo en el campeonato más importante de la historia). De la lista, solamente Ferrero, Madiana y Juan Manuel Díaz hoy tienen lugar en el 11 titular de este River modelo B Nacional. Increíble es que Arano y Román continúen en el plantel: el primero fue pedido por Almeyda para que siga en el club, a pesar del rechazo de los hinchas, mientras que la historia de Román en River parecía sentenciada luego del fatídico penal en Córdoba. Con el descenso consumado (y “el campeonato económico ganado”) se decidió a armar un equipo competitivo: Cavenaghi y el Chori Domínguez abrían una lista de refuerzos esperanzadora para el hincha Millonario, a quienes se sumaron Carlos Sánchez y Martín Aguirre. Todos titulares indiscutidos, a excepción de Aguirre, quien depende del sistema de juego. Tras ellos llegaron Alayes (había jugado solamente 3 partidos en Colo Colo con flojo rendimiento y venía de estar lesionado), Vella, Ledesma y César González. Todos jugadores que hoy son suplentes o ni concentran. [caption id="attachment_39715" align="aligncenter" width="480" caption="Almeyda cambia y cambia pero no encuentra el equipo"][/caption] ¿Faltó inteligencia en el momento de armar el plantel? Puede ser, seguramente la falta de un reemplazo para Cavenaghi es la mayor falencia (hoy Funes Mori se encuentra lesionado, pero aún en buen estado físico no es sinónimo de goles). A eso hay que sumarle la ausencia de números 10: en el plantel estaban Lamela (vendido), Lanzini (cedido) y Mauro Díaz (su rendimiento no le permite aspirar a la titularidad). No se incorporó un enganche porque en principio el pensamiento de Almeyda era jugar con 4-4-2. Al no haber “plan B”, se improvisó con el Chori Domínguez, quien nunca logró sentir el puesto ni alcanzar el mismo rendimiento que tiene cuando juega de delantero. Los números lo explican todo: hoy River marcha 2do en el campeonato, con 30 puntos (igual que Rosario Central, pero con mayor diferencia de gol), producto de 8 victorias, 6 empates y 3 derrotas. Es el equipo más goleador del campeonato (31 goles, promedio de 1.82 por partido, teniendo en cuenta que ante Atlanta convirtió 7) pero también promedia casi un gol en contra por partido (le convirtieron 15 en 17 fechas). A su vez, las 8 victorias fueron contra equipos que hoy se encuentran de mitad de tabla para abajo: Chacarita, Guillermo Brown, Atlanta y Gimnasia de Jujuy comparten los últimos 4 puestos de la tabla, mientras que Desamparados se encuentra 15, Independiente 13, Huracán 11 y Gimnasia de la Plata 10. Sin dudas la campaña de River en la B Nacional no es buena, a pesar de marchar en segundo lugar. Se viene la parte más dura de la temporada y las diferencias con sus perseguidores son cada vez menores. Ya se piensa en los 2 refuerzos para la segunda mitad del campeonato. Por ahora, dirigentes de River mantuvieron contactos por Joaquín Larrivey y Rodrigo Battaglia, refuerzos de poco renombre para lo que este equipo necesita. ¿Y el campeonato económico? El bloque oficialista sostiene que no se necesita vender para comprar jugadores de renombre. ¿Y la famosa auditoría? Quedó en el olvido (de la memoria de los dirigentes). Y, como siempre, el que paga y sufre es el hincha. El que sufrió el descenso, el que cada fin de semana ve como siguen manchando la historia de su amado club y con pesar viven cada día de su vida con el dolor de ya no ser.

La inexplicable derrota ante Boca Unidos no hizo más que seguir manchando un poco más la historia de River, además de darle a los eternos rivales mayores motivos de burla en el día de su posible consagración. Pero es tiempo de analizar una situación a la que se llegó por la culpa de todos.

No vale la pena analizar un partido como el que ayer se dio en Corrientes: River dominó del minuto 1 al 92, hasta que una mala salida de Chichizola (¿perdió el puesto?) le dejó servido a Nuñez el gol de la victoria.

Punto final. Esa sería la explicación a algo que ya resulta inexplicable. Pero el problema no es la inseguridad de Chichizola, la indecisión de los defensores ni la falta de variantes en ataque cuando Cavenaghi no está afinado. El problema en River es profundo y abarca a todos: dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.

Pensando a corto plazo, a uno siempre se le viene a la mente como se subestimó la cuestión del descenso con respecto a los refuerzos: Alexis Ferrero, Juan Manuel Díaz, Gustavo Canales, Rodrigo Rojas, Leandro Caruso, Carlos Arano, Juan Pablo Carrizo, Josepmir Ballón, Jonatan Maidana, Walter Acevedo, Mariano Pavone, Adalberto Román y Fabián Bordagaray (único refuerzo en el campeonato más importante de la historia).

De la lista, solamente Ferrero, Madiana y Juan Manuel Díaz hoy tienen lugar en el 11 titular de este River modelo B Nacional. Increíble es que Arano y Román continúen en el plantel: el primero fue pedido por Almeyda para que siga en el club, a pesar del rechazo de los hinchas, mientras que la historia de Román en River parecía sentenciada luego del fatídico penal en Córdoba.

Con el descenso consumado (y “el campeonato económico ganado”) se decidió a armar un equipo competitivo: Cavenaghi y el Chori Domínguez abrían una lista de refuerzos esperanzadora para el hincha Millonario, a quienes se sumaron Carlos Sánchez y Martín Aguirre. Todos titulares indiscutidos, a excepción de Aguirre, quien depende del sistema de juego.

Tras ellos llegaron Alayes (había jugado solamente 3 partidos en Colo Colo con flojo rendimiento y venía de estar lesionado), Vella, Ledesma y César González. Todos jugadores que hoy son suplentes o ni concentran.

Almeyda cambia y cambia pero no encuentra el equipo

¿Faltó inteligencia en el momento de armar el plantel? Puede ser, seguramente la falta de un reemplazo para Cavenaghi es la mayor falencia (hoy Funes Mori se encuentra lesionado, pero aún en buen estado físico no es sinónimo de goles).

A eso hay que sumarle la ausencia de números 10: en el plantel estaban Lamela (vendido), Lanzini (cedido) y Mauro Díaz (su rendimiento no le permite aspirar a la titularidad). No se incorporó un enganche porque en principio el pensamiento de Almeyda era jugar con 4-4-2. Al no haber “plan B”, se improvisó con el Chori Domínguez, quien nunca logró sentir el puesto ni alcanzar el mismo rendimiento que tiene cuando juega de delantero.

Los números lo explican todo: hoy River marcha 2do en el campeonato, con 30 puntos (igual que Rosario Central, pero con mayor diferencia de gol), producto de 8 victorias, 6 empates y 3 derrotas. Es el equipo más goleador del campeonato (31 goles, promedio de 1.82 por partido, teniendo en cuenta que ante Atlanta convirtió 7) pero también promedia casi un gol en contra por partido (le convirtieron 15 en 17 fechas).

A su vez, las 8 victorias fueron contra equipos que hoy se encuentran de mitad de tabla para abajo: Chacarita, Guillermo Brown, Atlanta y Gimnasia de Jujuy comparten los últimos 4 puestos de la tabla, mientras que Desamparados se encuentra 15, Independiente 13, Huracán 11 y Gimnasia de la Plata 10.

Sin dudas la campaña de River en la B Nacional no es buena, a pesar de marchar en segundo lugar. Se viene la parte más dura de la temporada y las diferencias con sus perseguidores son cada vez menores.

Ya se piensa en los 2 refuerzos para la segunda mitad del campeonato. Por ahora, dirigentes de River mantuvieron contactos por Joaquín Larrivey y Rodrigo Battaglia, refuerzos de poco renombre para lo que este equipo necesita.

¿Y el campeonato económico? El bloque oficialista sostiene que no se necesita vender para comprar jugadores de renombre. ¿Y la famosa auditoría? Quedó en el olvido (de la memoria de los dirigentes).

Y, como siempre, el que paga y sufre es el hincha. El que sufrió el descenso, el que cada fin de semana ve como siguen manchando la historia de su amado club y con pesar viven cada día de su vida con el dolor de ya no ser.