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Racing perdió por goleada con Lanús

Si uno se quedaba con el primer tiempo del partido, concluía con que la derrota con Estudiantes del fin de semana pasado, no le había afectado mucho a Racing. El sistema seguía funcionando como lo había hecho durante el transcurso de todo el torneo: buen ordenamiento de su defensa, una interesante proyección de los laterales, excelente participación de sus mediocampistas, y muchas variantes obtenidas gracias a sus tres delanteros. Pero el segundo tiempo refutó esa teoría. Lanús fué mucho más y se llevó los 3 puntos. La primera mitad fue, casi en su totalidad, de ida y vuelta. Racing llegó y Lanús también. Pablo Lugüercio se adueño de la banda izquierda y complicó a la defensa de los dirigidos por Schurrer. La más clara del equipo de Avellaneda en la primera parte fue un taco de Hauche, que había recibido la pelota de Lugüercio, después que éste haya desbordado. Pero la jugada no tuvo un final feliz: Luciano Balbi la sacó en la línea. A los 28' Mauricio Caranta pareció haberse olvidado de que los tiros libres que son pateados al medio del arco son fáciles de atajar: lo único que tenía que hacer era moverse un metro hacia su derecha, y quedarse con la pelota que había salido del pie izquierdo de Patricio Toranzo, pero se quedó parado y la Academia se puso arriba en el marcador. Hasta acá todo era color de rosas para los visitantes. Es más: hasta los primeros 10' del segundo tiempo se podría decir que también, porque los granates se dedicaron a mirar desorientados cómo Racing tocaba la pelota y generaba situaciones de gol. Pero un derechazo de Regueiro al primer palo de De Olivera igualó el marcador, y de ahí en adelante todo fue para los locales. El segundo de Lanús fue de Carranza. A los 23' De Olivera despejó mal, provocó que un centro de sobrepique desemboque en los pies del delantero, y que nuevamente la pelota termine en el fondo de su arco. Un Racing completamente desordenado no imaginaba que todo esto iba a terminar en goleada, y seguía intentando marcar sin obtener resultados positivos.

Llegó el tercero de la mano de un cabezazo de Izquierdoz, y para concluír, Lanús metió una contra imparable de la mano de Váleri, que habilitó a Pizarro y metió el cuarto. Lugüercio no participó más, Teófilo Gutierrez no fue el de partidos anteriores, y aunque Hauche intentó, no pudo revertir la situación. Yacob y Toranzo no pudieron con los volantes y delanteros del grana, aunque el cinco remató en el final y la pelota dio en el travesaño. ¿Tendrá Racing la frialdad de dar vuelta la situación a la que se enfrentó en los dos últimos partidos? ¿Acaso Russo tiene la culpa de ésto? Yo creo que no. La identidad no se ha perdido (por ahora) y eso es importantísimo. Seguramente el equipo va a levantar cabeza y demostrará que cuenta con uno de los mejores planteles del campeonato. Por el momento, no sacó ningún punto de los últimos 6 que jugó, y bajó varias posiciones en la tabla.    

Si uno se quedaba con el primer tiempo del partido, concluía con que la derrota con Estudiantes del fin de semana pasado, no le había afectado mucho a Racing. El sistema seguía funcionando como lo había hecho durante el transcurso de todo el torneo: buen ordenamiento de su defensa, una interesante proyección de los laterales, excelente participación de sus mediocampistas, y muchas variantes obtenidas gracias a sus tres delanteros. Pero el segundo tiempo refutó esa teoría. Lanús fué mucho más y se llevó los 3 puntos.

La primera mitad fue, casi en su totalidad, de ida y vuelta. Racing llegó y Lanús también. Pablo Lugüercio se adueño de la banda izquierda y complicó a la defensa de los dirigidos por Schurrer. La más clara del equipo de Avellaneda en la primera parte fue un taco de Hauche, que había recibido la pelota de Lugüercio, después que éste haya desbordado. Pero la jugada no tuvo un final feliz: Luciano Balbi la sacó en la línea.

A los 28′ Mauricio Caranta pareció haberse olvidado de que los tiros libres que son pateados al medio del arco son fáciles de atajar: lo único que tenía que hacer era moverse un metro hacia su derecha, y quedarse con la pelota que había salido del pie izquierdo de Patricio Toranzo, pero se quedó parado y la Academia se puso arriba en el marcador.

Hasta acá todo era color de rosas para los visitantes. Es más: hasta los primeros 10′ del segundo tiempo se podría decir que también, porque los granates se dedicaron a mirar desorientados cómo Racing tocaba la pelota y generaba situaciones de gol. Pero un derechazo de Regueiro al primer palo de De Olivera igualó el marcador, y de ahí en adelante todo fue para los locales.

El segundo de Lanús fue de Carranza. A los 23′ De Olivera despejó mal, provocó que un centro de sobrepique desemboque en los pies del delantero, y que nuevamente la pelota termine en el fondo de su arco. Un Racing completamente desordenado no imaginaba que todo esto iba a terminar en goleada, y seguía intentando marcar sin obtener resultados positivos.

Llegó el tercero de la mano de un cabezazo de Izquierdoz, y para concluír, Lanús metió una contra imparable de la mano de Váleri, que habilitó a Pizarro y metió el cuarto.

Lugüercio no participó más, Teófilo Gutierrez no fue el de partidos anteriores, y aunque Hauche intentó, no pudo revertir la situación. Yacob y Toranzo no pudieron con los volantes y delanteros del grana, aunque el cinco remató en el final y la pelota dio en el travesaño.

¿Tendrá Racing la frialdad de dar vuelta la situación a la que se enfrentó en los dos últimos partidos? ¿Acaso Russo tiene la culpa de ésto? Yo creo que no. La identidad no se ha perdido (por ahora) y eso es importantísimo. Seguramente el equipo va a levantar cabeza y demostrará que cuenta con uno de los mejores planteles del campeonato. Por el momento, no sacó ningún punto de los últimos 6 que jugó, y bajó varias posiciones en la tabla.