Por Nicolás Halupka

Boca Juniors fue el protagonista del partido en todo momento, ya sea en el campo o en las tribunas. Se estiman que unas 51 mil personas asistieron del lado azul y oro, que se hicieron escuchar constantemente en el Hard Rock Stadium, que alberga una capacidad total de 65 mil individuos aproximadamente. El Benfica pareció desestimar el encuentro durante ciertos tramos que le trajeron muchas complicaciones, como ejemplo a esto, dejaron a tres jugadores que fueron titulares durante la temporada regular en el banco: Kerem Akturkoglu, Orkun Kokcu y Andreas Schjelderup.

La hinchada Xeneixe en las playas de Miami

La primera jugada clara del partido llego por parte de Las Águilas, con una buena conexión entre el español Álvaro Carreras y Renato Sanches, que partió con un pase al borde del área para que llegue el portugués y remate por fuera del poste izquierdo de Agustín Marchesín. Esa situación pareció activar los sentidos de alarma de Boca y empezaron a ir hacia adelante. En el minuto 21, Lautaro Blanco se lanzó como una flecha por la banda izquierda para presionar a Florentino Luis, le saco la pelota, le metió un caño y tiro un centro formidable para que Miguel Merentiel entre al área y defina por debajo de las piernas de Trubin, marcando el 1 a 0 parcial. La hinchada se hizo sentir más local que en la Bombonera, los jugadores sintieron ese envión y seis minutos más tarde, tras un centro de Zenón, Ayrton Costa peinó la pelota para mandarla al área chica y, como un tren bala, Battaglia atropelló a la defensa rival metiendo un cabezazo potente al ángulo inferior izquierdo, que sería inatajable para el arquero, anotando el 2 a 0. El equipo de Miguel Ángel Russo no había sufrido en ningún momento, mostrando una cara totalmente nueva a lo que había sido hace unos meses con Fernando Gago de DT, pero en el 47´, el árbitro fue al VAR por una supuesta patada a Otamendi de Palacios, que tras varias protestas, entre ellas la de Ander Herrera que fue expulsado después de ser sustituido por Belmonte a causa de una lesión, fue sentenciado penal y convertido por Ángel Di María, con una clase que lo caracteriza, esperando que se mueva primero Marchesín para pegarle al otro palo, y cerrar la primera etapa en un 2 a 1.

El festejo de Merentiel para el 1 a 0

Ya en el segundo tiempo, el Benfica siguió sin demostrar ese nivel europeo que se esperaba en la previa gracias al gran planteamiento del conjunto de La Ribera. Ralentizaron el juego en todo momento, se tiraban al piso y buscaban molestar al rival para sacarlos del partido. Andrea Belotti, que ingresó para buscar más protagonismo en el ataque, fue expulsado a instancias del VAR en el minuto 71, después de pegarle una patada en la cabeza a Costa. Un partido que parecía más que somnífero, terminó siendo una película de suspenso. Tres centros seguidos de Carreras no fueron suficientes para penetrar a la defensa Xeneize, pero uno de ellos fue despejado al córner. Kocku, unas de las figuras anteriormente mencionadas, había ingresado hace unos minutos, se hizo cargo de mandar el centro, y Nicolás Otamendi, replico lo que hizo Battaglia en el primer tiempo, apareció solo, después de liberarse de la marca de Advíncula, y conecto más que un cabezazo, una bomba, para establecer el 2 a 2, en un mar de desahogo rojo que pareció despertarlos. Ya en un ambiente totalmente caldeado por los de adentro y los de afuera, Nicolás Figal fue con la pierna arriba sobre la tibia de Florentino Luis y lo terminaron echando con roja directa al instante.

El festejo de Otamendi a la hinchada de boca

Una tarde que se avecinaba con una noche de festejos, terminó repartiendo los puntos para ambos sectores del mundo y, a priori, no será una “noche mágica ciudad de Miami” para los hinchas de Boca, que tendrán que enfrentar el viernes al tan temible Bayern Múnich, que viene de ganarle 10 a 0 al Auckland City.