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Fernando. Para los amigos, Cavegol

Fernando Ezequiel Cavenaghi volvió a River para iniciar su tercera, y esperemos que ultima, etapa en el club. Luego de 559 días, el torito vuelve a su casa.

El 2013 que se fue, se llevó algo más que 365 días. Tras haberse consagrado como la única gestión de la historia de sin lograr ningún título y con el cartel de ser “el presidente que mandó a River a la B”, Daniel Passarella y sus secuaces finalmente se fueron por la puerta de atrás. Con estos nefastos personajes afuera del club,  los aires en el barrio de Núñez comenzaron a cambiar. Año nuevo, dirigencia nueva y esperanzas que se renuevan. Esperanzas como las de Cavenaghi, que decidió volver a River a iniciar su tercera etapa como jugador para definitivamente quedar en la historia grande de esta institución.

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Por allá por 2011, cuando en River todo era oscuridad, incertidumbre y angustia, hubo un pibe que levantó el teléfono y dijo “quiero jugar en River en la B, no importa lo económico” y se vino manejando desde Brasil en su auto para llegar lo antes posible. Su idea, era venir a devolver al millonario a la máxima categoría para definitivamente quedarse hasta su retiro. Con 28 años y una buena porción de su carrera por delante, el plan era muy tentador.

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Pero hubo un señor que no lo permitió. Porque luego de usarlo para el ascenso, lo descartó. Y así, Fernando, que había vuelto cuando muchos otros jugadores ni siquiera lo dudaron, tuvo que irse por la puerta de atrás. El DT de por aquel entonces se prestó para el show y acusó por televisión que “necesitaba un equipo más veloz”, aunque todos sabían que los motivos eran otros. Y quien habia tomado la decisión, tambien. Fue entonces cuando el torito y los hinchas fijaron una fecha en el calendario en la que juraron que se volverían a ver. Esa fecha era diciembre de 2013, mes en el que se iría Passarella. Momento en el que River volvería a abrir sus puertas. Y tras 559 días, esa fecha llegó y el Cavegol, al fin volvió.

A diferencia de Almeyda, Cavenaghi deja la cancha de Boca besandose el escudo rodeado de fotografos y no de policias. Tras haber marcado el unico tanto del partido con el que River recuperaria la punta para luego ser campeon.
A diferencia de Almeyda, Cavenaghi deja la cancha de Boca besandose el escudo frente a “La 12” rodeado de fotografos y no de policias. Tras haber marcado el unico tanto del partido con el que River recuperaria la punta para luego ser campeon. (Fuente : Internet)

Con ordering an essay 91 goles en 157 partidos y tres títulos obtenidos con la banda, en los cuales en todos fue goleador del equipo y en uno, incluso goleador del torneo, Cavegol vuelve a River para cerrar su carrera como profesional en el club que lo vio nacer y donde encontró su mejor versión. Lugar del que nunca se tendría que haber ido, porque salvo en Francia en el Bourdeaux o en el CSKA de Moscú, no tuvo los rendimientos que se esperaron en los otros clubes donde jugó. Al parecer, a Cavenaghi le sienta bien el “manto sagrado”.

Por eso también el regreso de Cave a River significa mucho más que la incorporación de un delantero de probada calidad, es más que el refuerzo de un goleador de raza. La vuelta del torito a River viene a llenar un vacío que hace bastante vienen intentando llenar a la fuerza, el del nuevo ídolo. Porque este equipo necesita un referente de verdad, que este identificado 100% con estos colores, que tenga una historia previa exitosa y alegre que lo avale y que, además, cuadre con los gustos del clásico hincha millonario. Y el Cavegol, que cumple con todos estos requisitos, viene a ocupar ese lugar. Porque claro, ídolo todavía no es, pero que tiene todo el terreno alisado para serlo, nadie puede negarlo.

Más allá de lo mediocre de su pasado más cercano, tras haber logrado la peor racha en la historia del club con la menor cantidad de goles a favor convertidos en un torneo, los números del torito en River le dan un respaldo que despeja dudas. Porque, al fin y al cabo, Cavenaghi, así como también Orteguita,  es otro de los hijos prodigo de la casa. Y como muchas veces se dijo sobre Ramón que “no es un técnico de futbol, sino un técnico de River”. Podríamos decir también que el Cavegol, no es un jugador de futbol, es un jugador de River.