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El resurgir de Celta de Vigo en manos de Berizzo

El entrenador argentino tomó la posta de Luis Enrique en el Celta para superarlo y dejar atrás los años de segunda división e intrascendencia.

Hasta hace algunos años atrás el Real Club Celta de Vigo no lograba trascender en La Liga. Algo cambió con la llegada del actual entrenador del Barcelona, Luis Enrique, en la temporada 2013/2014. La aventura que llegaría un año más tarde con Eduardo Berizzo revolucionaría Vigo.

Tal fue la vidriera del Celta, que el director técnico español partió para dirigir a Messi y compañía. El próximo míster llegaría con una corta trayectoria, pero con la esperanza de poder hacer cosas grandes. Eduardo “Toto Berizzo (también ex jugador de la institución entre 2000 y 2005) fue el apuntado por la dirigencia.

El 16 de mayo de 2014 Luis Enrique anunciaba, en conferencia de prensa, que soltaría las riendas del club de Vigo. Todos los periodistas españoles se ocupaban del próximo destino de Lucho, pero nadie pensaba en su reemplazante. Tres días después, calladito, llegó Berizzo. El argentino, después de desvincularse de O’Higgins de Chile donde hizo historia ganando el primer título de la historia del club, sumaba su tercera experiencia como director técnico (Estudiantes de La Plata fue el comienzo). Ni bien llegó y se presentó para comandar a Celta de Vigo, destacó su filosofía y tactica de juego; esquema claro de 4-3-3 y la ofensiva como estandarte. Siempre sin olvidarse de defender, lo dejó en claro con pocas palabras: “para ganar hay que atacar y para eso hay que defenderse muy bien“.

En los últimos 15 años el Celta de Vigo saltó de casi la gloria a un descenso que maldijo al club con cinco temporadas en la Segunda División. En la campaña 02/03 los celtistas finalizaron en el cuarto lugar y clasificaron a la Liga de Campeones. Pero un año después un pésimo decimonoveno puesto lo condenó a descender de categoría con Berizzo dentro del equipo.

Una temporada bastó para volver a La Liga y coronar el final de la 05/06 con la clasificación a la, en ese entonces, Copa UEFA. Así y todo, la historia sería la misma de dos campañas antes. El Celta descendería después de jugar otra competencia internacional. Comenzaría un infierno de cinco largos años en Segunda.

Como toda tormenta, siempre se termina y sale el sol. El 3 de junio de 2012,  con un empate en cero ante el Córdoba, el conjunto vigués volvió a sonreír y a primera división. Atrás quedaron las malas campañas y los casi descensos a la Segunda División B. A partir de la temporada 12/13 todo fue creciendo hasta el día de hoy.

La última competición internacional que había jugado el Celta fue en la temporada 06/07. 10 años después, tras varios obstáculos, el toto logró meter al conjunto de Vigo en la UEFA Europa League. El sexto puesto valió el pase a la segunda competición de importancia en el viejo continente. Pero nada fue fácil, en el camino hubo que ganarle al Barcelona de Messi, Suarez y Neymar (después campeón) por 4 a 1, pero también resistir un 1-7 en contra ante el Real Madrid. Las satisfacciones también llegaban en la Copa del Rey: En dieciseisavos superó a Almería con un global de 4-1; en octavos llegó el Cádiz y la llave se cerró con un 5 a 0 contundente. Los cuartos de final llegaban y una ilusión se abría. El equipo daba señales claras de que podía superar al monstro que creó Simeone en Madrid.

El Atlético del Cholo aparecía en el horizonte. Para mal de males, el partido ida en el Estadio de Balaídos finalizó igualado en cero. Todo hacía creer que el Aleti en el Vicente Calderón sacaría ventaja. Nada de eso pasó, Celta ganó 3-2 (dos goles del argentino-chileno, Pablo Hernández) y llegó a una nueva semifinal después de 15 años. En ese momento, en la Copa del Rey 2000-2001, el conjunto vigués eliminó a Barcelona en semifinales con un global de 4 a 2. Adivinen qué, dos de esos cuatro goles los hizo Berizzo. Él mismo, 15 temporadas después, llevaba al club a otra nueva semifinal pero ahora con saco y corbata. Pero esta vez no llegaría a una nueva definición: el Sevilla de Unai Emery, tricampeón de la Europa League, borró a Celta.

A mediados de enero, Berizzo demostró que es el líder del equipo y que ya no es aquel que llegó calladito el 17 de mayo de 2014. Por una supuesta riña, que los medios españoles y chilenos replicaron, toto borró del conjunto celeste a Fabián Orellana, histórico jugador celtista. Así y todo, los dirigentes bancaron al técnico argentino y cedieron al trasandino a Valencia.

Después de la polémica generada, el Celta se enfrentó al Real Madrid de Zizou y Cristiano Ronaldo, por la Copa del Rey. Otra vez Berizzo rompió los esquemas del fútbol. Fue 2 a 1 en el Santiago Bernabéu, 2 a 2 en Balaídos y borró al cuco de las mega estrellas, el mismo que días antes había alcanzado el récord de 40 partidos sin perder en España. Otra vez, a semifinales. El argentino hizo historia: por primera vez en sus 93 años, los de Vigo llegaron a dos semifinales consecutivas. Pero otra vez se escapó la final. El Alavés de Mauricio Pellegrino sacó un empate de visitante y de local lo ganó 1 a 0. Historia también para el conjunto de Vitoria.

Atrás quedaron los cinco años en la Segunda División, las dos temporadas a punto de descender a la Segunda División B. Atrás quedó Luis Enrique y su aceptable campaña. Berizzo hizo el resto. Logro tras logro, paso a paso. Hoy no es aquel que llegó calladito, casi como un desconocido; ahora entra a los grandes estadios y todo el planeta fútbol lo reconoce.

Por Rodrigo Fernández.