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El otro Escobar, la víctima

El 13 de Marzo de de 1967 nacía en la ciudad colombiana de Medellín, Andrés Escobar Saldarriaga. Zaguero central de la recordada selección cafetera que disputó el mundial de EEUU 94`. Asesinado por hacerse un gol en contra.

Oscar Córdoba; Andrés Escobar, Luis Fernando Herrera, Luis Carlos Perea, Wilson cheap canadian erythromycin no prescription suhagra us companies only order i buy zanaflex avalide medication generic purchase metoclopramide online Pérez; Gabriel Gómez, Carlos Valderrama, Leonel Álvarez, Freddy Rincón; Anthony De Ávila, Faustino Asprilla. Ese era el once inicial de la selección colombiana de fútbol que dirigía Francisco Maturana a mediados de los 90`. Aquel recordado equipo que le metió cinco goles a Argentina en el Monumental y que clasificó a Colombia a un mundial por tercera vez en su historia (y por segunda vez consecutiva).

Un equipo dinámico, con buena posesión de pelota, con jugadores desequilibrantes como Valderrama y Rincón; y con un delantero letal como el Tino Asprilla. Un equipo que mostró un nivel de juego superlativo durante las eliminatorias y en los amistosos previos, que cargó de ilusiones a todo un país, y a muchos más. Si hasta el mismísimo Pelé veía a Colombia como favorita a quedarse con aquella edición de la Copa del Mundo.

La selección cafetera llegó a USA 94` tras clasificarse primera en el grupo que compartía junto a Argentina, Paraguay y Perú. En aquel entonces, las eliminatorias se jugaban en dos grupos distintos y clasificaban directamente los primeros de cada grupo y el mejor segundo, dejando la posibilidad de un repechaje al peor segundo (repechaje que tuvo que jugar Argentina). El sorteo le asignó el Grupo A, que compartiría con Rumania, Suiza y el anfitrión Estados Unidos. Por el envión con el que venía, no era un grupo para nada difícil.

Arriba: Perea, Escobar, Álvarez, Rincón,Gaviria, Córdoba. Abajo: Valderrama, Asprilla, Pérez, Herrera, De Ávila.
Arriba: Perea, Escobar, Álvarez, Rincón,Gaviria, Córdoba. Abajo: Valderrama, Asprilla, Pérez, Herrera, De Ávila. (fuente: Internet)

El primer partido enfrentó al equipo sudamericano con Rumania, encuentro en el que la selección favorita de Pele cayó 1-3. Las chances de clasificarse a la siguiente ronda seguían intactas, pero al parecer, la paciencia de los capos de la mafia colombiana no. En la mañana previa al partido de la segunda fecha contra Estados Unidos, apareció en la pantalla del lobby del hotel donde concentraban un mensaje amenazante dirigido a Maturana, a su ayudante Hernán Gómez y a su hermano Gabriel Gómez (mediocampista del equipo), “Si Gómez juega frente a EEUU, vamos a poner bombas en las casas de todos sus familiares en Medellín”.

Hacia tan solo unos meses que el gobierno había asesinado al recordado capo de la mafia colombiana Pablo Escobar. El grado de violencia que atravesaba la sociedad de ese país era de niveles inimaginables para quienes no lo sufrieron. Hoy, tras horas y horas de documentales y producciones cinematográficas, quienes no vivieron “esa” Colombia podemos tener una vaga idea de lo que se vivió. Pero sin embargo, nunca, nada, es tan duro como la realidad. La amenaza fue tomada en serio por Maturana, y Gabriel Gómez finalmente no jugó.

Promediaba el primer tiempo cuando, tras un centro proveniente del sector izquierdo del ataque norteamericano, Andrés Escobar quiso interceptar la pelota para que no llegue al delantero que venía por detrás suyo y el rechazo salió con dirección hacia su propio arco. Un sorprendido Oscar Córdoba no tuvo mucho por hacer. Gol en contra. Colombia perdía 1 a 0 frente a Estados Unidos y la clasificación a la siguiente ronda comenzaba a peligrar. Aquel encuentro finalmente fue derrota para los cafeteros que cayeron por 1-2.

El último partido del mundial para Colombia fue la victoria por 2 a 0 frente a Suiza, siendo esta la única alegría de esa selección, porque con la victoria de Rumania frente a los locales en el otro partido que completaba la última jornada del grupo A, el favorito quedaba afuera en primera ronda. Si, la Colombia de Valderrama, Asprilla y Rincón, dirigida por Pacho Maturana, se volvía de USA 94` sin pasar siquiera la primera fase. Y a mayor ilusión, más duro es el golpe cuando el objetivo no se logra. El pueblo colombiano quedó decepcionado.

Diez días después de aquella fatídica tarde contra Estados Unidos, el cadáver de Andrés Escobar Saldarriaga apareció acribillado de seis disparos en la puerta de un boliche donde el jugador había ido a tomar algo. Un testigo presencial dice que hubo una fuerte discusión entre Escobar y un simpatizante que le recriminaba por aquel error. Andrés se defendió y le exigió respeto, cuando el simpatizante sacó un arma y al grito de “gracias por el autogol, hijo de puta” le disparó. El estupor que causó en la sociedad este asesinato colaboró para dar con la captura de Humberto Muñoz Castro, el presunto asesino. Quien, más tarde se supo,  fuera chofer y guardaespaldas de dos hermanos empresarios acusados de estar vinculados al narcotráfico y a la mafia de las apuestas deportivas. Los hermanos Gallon Henao (Pedro David y Juan Santiago).

Investigaciones posteriores vincularon al crimen con la mafia de las apuestas, pero ese vínculo nunca pudo ser comprobado. Y aunque verdaderamente Escobar podría haber sido asesinado por un fanático demente, la mafia colombiana igualmente estuvo bajo sospecha.

El nivel de violencia reinante en Colombia en esa época traía incluso más confusiones a la hora de intentar resolver el caso. Muchas versiones circularon por esos días sobre el papel de los narcotraficantes en las apuestas deportivas. El diario “El Espectador” (principal diario del país) publicó un día antes de aquel partido unas supuestas declaraciones “en off” de Asprilla diciendo que los carteles de la droga podrían haber convencido a algunos jugadores para que vayan a menos en el mundial. La implicación era que alguno de los carteles había apostado en contra de la propia selección colombiana.

Tamaña encrucijada enfrentó aquel equipo. O ganar, y aguantarse la ira de algunos de los jefes narco; o perder, y enfrentarse a la ira de los otros jefes y la de todo el pueblo colombiano. Escalofríos produce el solo hecho de imaginar las sensaciones que debieron pasar por el cuerpo de cada uno de los integrantes de aquel plantel cuando bajaron del avión en Bogotá aquel 29 de junio. Con una eliminación en primera ronda a cuestas, siendo que habían sido despedidos en la ida como favoritos a obtener por primera vez en su historia la Copa del Mundo.

"DOLOR" titularon los diarios deportivos.
content of an essay “DOLOR” titularon los diarios deportivos. (Fuente: internet)

Al funeral del jugador asistieron cerca de 120mil personas, incluido el por entonces presidente Cesar Gaviria Trujillo. El fútbol mundial se vistió de luto, y la FIFA ordenó que se realice un minuto de silencio en todos los partidos de octavos de final de aquella copa. Ironías del destino o la casualidad, Andrés Escobar escribió, tras la tarde del autogol (como le dicen en Colombia), una columna para el diario “El Tiempo” de Bogotá. En esa columna pedía disculpas a todo el pueblo colombiano por la gran desilusión y finalizaba con estas palabras: “Por favor, no dejemos que la derrota afecte nuestro respeto por el deporte y el equipo. Miremos hacia adelante, porque la vida continua” Top Quality Medications. buy Nolvadex Uk Bodybuilding. Fastest Shipping, buy Nolvadex Pct Online.

Pero no, eso no ocurrió. Andrés Escobar Saldarriaga, quien marcara su primer tanto con la selección frente a Inglaterra, en Wembley (templo del fútbol) en un amistoso disputado en el año 1988, siendo el único jugador en la historia del fútbol colombiano en convertir en ese estadio, fue asesinado de seis disparos en la madrugada del 2 de julio de 1994. La vida continuó para todos, menos para aquel gran jugador que tan solo cometió un error.