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Bancando a la experiencia

Ramón Díaz, Carlos Bianchi y Reinaldo Merlo volvieron a dirigir en los clubes donde la gente los ama por que los dirigentes de dichas instituciones necesitaban apagar incendios. Hoy, son cuestionados. Acá, el por qué hay que bancarlos.

Luego de la fatídica excursión de River por la B Nacional, el equipo de Almeyda llevaba disputados 17 partidos en Primera División en los que había obtenido tan solo 23 puntos. Era el punto final para el ciclo como DT de River del capitán del descenso. Un Passarella que durante su campaña había prometido que su técnico era Ramón, quedándole tan solo un año de mandato no encontraba otra salida. Por presión popular, por presión dirigencial, era Ramón Díaz o nada. Vio en el Riojano un “escudo político” que le serviría para poder llegar hasta el final de su mandato sin mayores sobresaltos y el Káiser se la jugó. Para fines del año 2012 Ramón Ángel Díaz volvía a River después de más de 10 años de exilio.

En la vereda de enfrente, la derrota en la final de la Libertadores de la mano de Falcioni, con previo escándalo por las declaraciones de Román anunciado su retiro como jugador, provocó que la continuidad del ex arquero al frente del club de la ribera pendiera de un hilo. Aguantó hasta diciembre, cuando con el quinto puesto en el torneo local consumado la Bombonera se hizo escuchar. Los pedidos por Bianchi y el apoyo a Riquelme pusieron a Angelicci entre la espada y la pared. En medio de la negociación con Julio Cesar por la renovación del contrato, el presidente “escuchó a la gente” (dixit) y se decidió. Era el momento de la “Operación Retorno” del Virrey a Boca.

En Avellaneda, la ecuación no fue muy distinta. Tras la sorpresiva salida de Zubeldia del cargo, la apuesta fue Carlos Ischia. Apuesta que duró tan solo 5 partidos, en los que el equipo cosechó tan solo un punto. Con un Cilindro en llamas, a la revolucionada dirigencia de Racing Buying Lithium cheap alternatives order lithium purchase line online order lithium australia over the counter ordering lithium cheap genuine online order lithium no le quedó otra que llamar a Mostaza Merlo. Si, otro más que se ponía el traje de bombero para apagar un incendio.

Ultima Copa Libertadores ganada por River.
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Los tres casos tienen similitudes. Similar fueron los términos de sus regresos, los tres volvieron para apagar incendios. Similar es el cariño de la gente sobre ellos, Ramón Díaz Can I Buy Metoclopramide Over The Counter In Uk metoclopramide side effects dogs buy metoclopramide online online pharmacy Cheap metoclopramide. y Bianchi son los técnicos mas ganadores de los dos clubes más grandes de Argentina. Y Mostaza es el único tipo que sacó a Racing campeón después de muchísimos años.  Y similar tambien es su situación actual. Los tres entrenadores emblema de estas grandes instituciones del fútbol argentino están siendo duramente criticados por ciertos sectores de la prensa y por una parte de los hinchas.

Cuando uno  realiza una mirada en retrospectiva y observa que no es muy distinta la actualidad de estos equipos a lo que demostraron en los últimos años, se llega la conclusión de que los momentos que atraviesan estos clubes, son el fiel reflejo de la manera de conducirlos que llevaron adelante las distintas dirigencias. Es que resulta  imposible de creer que un club con un desorden institucional grave, como lo tienen estos clubes, pueda tener buenos resultados sostenidos en lo deportivo.

Porque, los éxitos y los fracasos en  el futbol dependen del buen funcionamiento de las famosas “tres patas”. Cuerpo Técnico, jugadores y dirigentes. Entonces, cuando se observa con claridad que el problema de estos equipos no se reduce solo a las labores que están llevando a estos DT`s en particular, cae de maduro que la solución no es una sola. Si son las tres patas las que están fallando, la situación no se va a modificar si lo único que hago es cambiar una sola de esas patas. Por que las otras dos, van a seguir funcionando mal. Sobre todo la dirigencial.

De las tres Intercontinentales que tiene Boca en su historia. Dos fueron con Bianchi DT.
De las 3 Intercontinentales que tiene Boca en su historia. Dos fueron con Bianchi DT.

Los ciclos exitosos sostenidos están fundados en la puesta en funcionamiento de un proyecto a largo plazo. Proyectos que demandan su tiempo para llevar a cabo. Que necesitan de todo un proceso, proceso en el indefectiblemente se van a cruzar piedras en el camino. Algunas piedras que se podrán saltar, otras piedras con las que se tropezará. Pero como dice el dicho, ningún tropiezo es una caída. Si verdaderamente existe la intención de llevarlo a cabo, hay que ir hasta el final. Sin importar el precio que haya que pagar. Porque el resultado, a la larga, te va a beneficiar mucho mas.

Sucede que el exitismo pregonado por el aparato mediático que maneja las emociones de los hinchas, logra que los dirigentes que actúan únicamente de acuerdo a la presión popular,  utilicen a los entrenadores como fusible que se cambia cada vez que se quema. Cada vez que algo anda mal, lo primero que se cambia es el DT y éste es el peor error que tiene la dirigencia actual. Porque de esta manera se entra en una rueda de la que es muy difícil salir, ya que si las decisiones se toman presionado por ese exitismo aparateado mediáticamente nada te asegura que el próximo fusible va a durar más. Este es un juego en el que los únicos que se benefician son los medios de comunicación que arman todo ese circo detrás, el cual tiene como único objetivo “vender más”.

Seguramente los tres tengan errores y varias cosas para criticar. Como también los tienen los jugadores que integran los planteles y lo mismo corre para los dirigentes. Entonces surge una duda, si no se pone en duda la continuidad de un jugador, si no se pone en duda la continuidad de una dirigencia, ¿porque desde la prensa  siempre se cuestiona en primer lugar la continuidad del DT? Da para pensar.

A Bianchi, a Díaz y a Merlo los trajeron para apagar incendios. Llamas que los propios dirigentes no supieron apagar. Fuegos que ellos mismos ocasionaron. Entonces, ahora déjenlos laburar.  Porque la experiencia y los laureles que tienen cada uno, nos indican que si lograron todo eso, es porque “algo mínimo” sabrán.

Merlo, el primer DT argento en tener su propia estatua.
Merlo, el primer DT argento en tener su propia estatua.