Más allá del 1-1 que le dejó gusto a poco, Juan José López se llevó un problema mayúsculo de su paso por Sarandí. Su espartano, ese que se rompe los cuernos contra cualquiera adelante, el que entra a la cancha con mameluco se mancó.
Ayer se confirmó que Hugo Mariano Pavone sufrió un pequeño desgarro que lo marginará, minimo, hasta el choque con Banfield, por la 8va jornada del torneo.
A jay jay entonces, se le queman los papeles…Quién juega? Está claro, al menos así se ve desde las plateas del Monumental, que River no tiene un espartano suplente.
Ninguno de los soldados de Jota Jota hoy puede hacer lo que hace Pavone. Goles? No, eso es una pequeña parte del problema. Lo que realmente nadie puede hacer es: Jugar sólo, aguantar todo, friccionar con los centrales rivales 90′, convertir en opciones ladrillazos y, después sí, goles.
Partiendo de esa base, el DT del Millo tiene dos opciones. O intenta moldear un espartano en estos días o, por primera vez en el Clausura, River atacará con dos.
Para está segunda chance lo favorecen dos cosas. La primera, el bajo nivel de Manu Lanzini, que define rápido quien tiene que salir. La segunda que enfrenta a un equipo cargado de dudas y es local, por lo cual, querido Negro, la odisea no estaría mal, sería hasta lógica.
Dentro de ese panorama, un 3-4-1-2, podría ser un buen dibujo o un 4-3-1-2 con Ferrari de lateral y el regreso del Tucu Pereyra. Incluso, el 4-4-2 también se asoma. Lamela, lo mejorcito de River podría jugar de enganche, de volante izquierdo y, porque no, hasta de mediapunta. La versatilidad de Erik le permite a Jota Jota cierta elasticidad en su decisión, porque hasta puede dejar a Manu como enlace.
En el caso concreto de quien debe llevar la “9”, si el DT insistirá con el esquema, Leandro Caruso es fija: sabe jugar de espaldas, aguantar, es técnico y quizás, aparezcan los goles.
Si se viene un gran cambio puede ser la gran chance para Fabián Bordagaray desde el inicio. El ex Ciclón puede ser segunda punta de Caruso o Lamela. Incluso el Enano Buonanotte se peina para la foto, porque cuando le tocó ingresar siempre fue para jugar arriba.
Claras hay dos cosas: Lamela no saldrá y Jota Jota no romperá el doble cinco. Quizás el destino le quiere decir algo al DT de River: arriesgue hombre, arriesgue.
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