“Se viene Rojas. Creo que Cavenaghi se quedó muy dolorido, eh. Aparece Rojas. Mirá que bien la hizo Rojas. Mirá si hace el gol Rojas, Mirá como la picó Rojas. Mirá el golazo que hizo Rojas. GOOOOL”. Así Marcelo Araujo relató hace, exactamente, 10 años el golazo de Ricardo Rojas en plena cancha de Boca. Un recuerdo que quedará para siempre en la memoria de todos los hinchas de River. Un 3-0 histórico en la Bombonera.
Misionero, rústico y mormón. Parece dura la descripción pero es real. Ricardo Rojas nació en Puerto Rico. No, no en el país. Sino en la pequeña localidad de la provincia del norte. Antes de recalar en River, Ricky jugó en Estudiantes, Benfica y Libertad de Paraguay. Pero, sin lugar a dudas, su carrera no quedó marcada en ninguno de esos clubes. Ya que el mundo futbolístico lo recuerda por esa inesperada jugada frente a Abbondanzieri.
Ese partido disputado el 10 de Marzo de 2002, River fue muy superior a su eterno rival. Con un ataque constante y un grupo de jugadores que se entendían a la perfección derrotó con muhca facilidad al Xeneize. Vale recordar que en ese encuentro también anotaron el Cuchu Cambiasso y el Chacho Coudet.
Poco se conoce de la vida Ricky Rojas. Mucha gente no sabe que este duro lateral izquierdo participó en la Selección paraguaya que llegó a los octavos de Final en Francia 1998. Pocos se acuerdan, además, que cuando llegó a River fue muy resistido por la hinchada. Pero a base de sacrificio y, claro está, a partir de esa bizarra obra de arte se ganó el afecto y el reconocimiento de la gente.
Hay goles que son inolvidables. Y más si se meten en un superclásico. Boca tiene el nucazo de Guerra, River tiene el golazo de Alejandro Montenegro en 1985. Y así podríamos repasar decenas. No obstante, un día como hoy, hay que recordar el terrible pase de magia de Ricardo Rojas. Lo tiene bien merecido.
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