Desde hace años en el Ciclón sale más de lo que entra, se gasta lo que no se tiene, se pretende lo que no está al alcance. Para paliar esa codicia, para calmar a los hinchas del club de fútbol, la institución muchas veces acudió a agentes externos, empresarios o grupos inversores. Los resultados son conocidos: San Lorenzo no ganó ningún campeonato y terminó en concurso de acreedores.
Tinelli fue parte de aquella movida que llenó al Ciclón de estrellas. Bajo su gestión y la de un Grupo Inversor llegaron jugadores como Bergessio, Solari, D´Allesandro, Placente y demás figuritas cuyos sueldos eran impagables para las arcas azulgranas. Se hipotecó al club con tal de ganar la Libertadores 2008, pero el Matador llegó hasta Cuartos de Final y cuatro años después, envuelto en deudas y escándalos, estuvo a 30 minutos de irse a la B.
Pero aquellos viejos errores parecen haber sido un aprendizaje para el nacido en Bolívar, porque su política en el club ha dado un cambio radical. Ahora, el Ciclón luchará hasta donde pueda, sin pasarse de sus limitaciones, o se quedará con lo que tiene. “Hablamos con Aníbal Fernández por Cauteruccio, pero tiene ofertas de México y es muy difícil competir contra los dólares”, aseguró el Cabezón, que también manifestó que “sólo se buscarán prioridades”.
Está claro que la dupla Lámmens-Tinelli le ha dado respiro al club, le devolvió el orden y la estabilidad. Además, si bien no hay números oficiales, se estima que el pasivo habría bajado de más de $200 a $150 millones de pesos en sólo un año. La forma de administrar los números busca un cambio y lo está encontrando, no sólo en la política, sino en la promoción de juveniles que son el patrimonio del futuro. Es lo que hay, hasta ahí dan las cuentas, y al que no le gusta que se haga hincha del Chelsea, que Abramovich tiene la billetera a disposición.
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