El Puma, el Animal, o simplemente Emmanuel. Gigliotti es la nueva carta de este Xeneize que quiere mejorar la pálida imagen que dejó en el primer semestre, especialmente en el torneo local. El perfil de un delantero que, en un mismo partido, puede generar euforia y al instante la reprobación de todo el estadio.
Gigliotti es de esos jugadores increíbles. Es capaz de arrastrar rivales a pura potencia o llevar la pelota con tanta displicencia para que se la quiten sin proponérselo. A veces se asocia, otras “calesitea”; puede errarse goles increíbles, de todo tipo, o tirarse de palomita, incómodo y con poco ángulo, para remontar un 0-2 agónico y que San Lorenzo siguiera pensando en Primera. Patea despacio, sin apuntar y con pocas ganas; minutos después, te rompe el arco de un sablazo y le hace un agujero a la red.
Sin embargo, el Puma no es de los que genera amor y odio: no es Maradona, no es Perón. En Colón lo quieren, en All Boys también. Pero no en Novara, Italia, donde en diez partidos (ninguno como titular) no anotó ningún gol. En Boedo, sin embargo, lo recuerdan con cariño, indiferencia y bronca, porque allí las vivió todas. No lo defenestran en ningún lado ni tampoco es ídolo de nadie. Es cierto, también, que tiene 26 años, y en su mejor momento aun tiene mucho por demostrar.
Es un delantero todoterreno, porque jugó en la D con Lamadrid, en las B Nacional y Metro con All Boys, en Europa con Novara y en la Primera de Argentina con el Albo, San Lorenzo, Atlético Tucumán y Colón. En todo ese trayecto disputó 184 partidos y marcó 74 goles. ¿Sus mejores temporadas? La última, con el Sabalero, donde anotó 23 tantos en 40 cotejos y fue goleador del Final (11). También se destacó en el campeonato 08/09 de la B Nacional, donde gritó 16 en 19 presentaciones, y en el Clausura 2012 con San Lorenzo, cuando Caruso le dio confianza y lo hizo marcar siete goles en ocho partidos. Sin embargo, tan particular es el Puma, que a pesar de esa racha tuvo fallos increíbles que lo hicieron jugar la Promoción de suplente.
Ahora, Gigliotti llega de Santa Fe en un gran presente futbolístico. Viene de ser goleador del campeonato con goles de penal, muy buenos cabezazos y también destacadas definiciones con ambos pies. Es el tercer refuerzo, sumado al Cata Díaz y a Trípodi, de un Boca que está “sacando la basura” y armándose para volver a ser el que fue. Y ahí se sumó Emmanuel, con el porte de un ex-pilar de rugby, para cambiar el ¡crack!, ¡crack!, por un gol interminable.
Comentarios