Con un final para el infarto, el Málaga del “Ingeniero” Manuel Pellegrini quedó eliminado de los cuartos de final de la UEFA Champions League en manos del Borussia Dortmund. En la ida jugada en España empataron 0 a 0, lo que dejaba la llave abierta para cualquiera. El conjunto alemán definía de local, y se posicionaban como favoritos. Pero los españoles con tan solo marcar un tanto en condición de visitante se acercarían a la semifinal. Lo que fue a buscar, lo consiguió. A los 24 minutos de la primera parte ya estaba arriba en el marcador. Con mucho empuje, tras un enganche que descolocó a la defensa Joaquín definió de zurda, cruzado, por lo bajo. Y el sueño, comenzaba a tomar forma.
Los “blanquiazules” posicionados en su propio campo, se encargaron de presionar al Dortumnd en mitad de cancha colocando un mínimo de 2 jugadores por cada alemán. De esta manera, las individualidades del Borussia no podían demostrar. El juego colectivo era la única salida, y por esa vía llego el empate. Jugando de primera, triangulando, luego de un taco exquisito de Marco Reus, Lewandowski gambeteó a Wilfredo Caballero y selló la igualdad. Nada cambiaria. El Málaga esperando una contra y sacando provecho de las pelotas paradas, y el local yendo a buscar el triunfo. Al finalizar el primer tiempo, los dirigidos por Pellegrini estaban en semifinales de Champions.
El segundo tiempo se desarrolló en la misma sintonía del primero. Los “malagueños” con un equipo corto, con los delanteros parados en mitad de cancha. Y el Borussia, atacando con juego colectivo, entrando al área a puro toque, convertía de a poquito a Caballero en figura del partido. Cuando se jugaban casi 25 minutos de la segunda etapa, el “Ingeniero” sacó a Duda y mandó al campo a Eliseu. Y fue el portugués, quien cuando tan solo faltaban 9 minutos para que finalice el encuentro convirtió el 2 a 1, en un claro offside, lo que parecía asegurar la clasificación española.
El Signal Iduna Park ardía, el empuje de la gente contagió al Dortmund que no se entregó y lo fue a buscar. Y la “muralla” en la que se había convertido “Willy” Caballero, se cayó. En el primer minuto de los 4 que dio el árbitro como adicionados, Reus convirtió el empate. En ese momento el Borussia se transformó en una topadora, había que darlo vuelta “como sea”. Ese “como sea”, se hizo realidad. Faltaban solo 60 segundos para que el Málaga llegara por primera vez en su historia a semifinales de Champions League, cuando Felipe Santana, también en posición adelantada, puso el 3 a 2. Y desató el delirio alemán.
Se acabó el sueño malagueño. Un equipo que tuvo un año convulsionado en lo dirigencial, se retira de la competición mas importante de Europa con la frente en alto, dejando una buena imagen. A pesar de que los jugadores querían dedicarle el triunfo a su entrenador, quien perdió a su padre hace unos días, es para felicitar la campaña realizada. Mientras tanto, el Borussia Dortmund deberá esperar las definiciones de mañana, y el sorteo del viernes para ver quien será su rival en “semis”. El conjunto alemán quiere llegar a una final luego de mas de 10 años sin poder lograrlo.
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