El Corinthians de Brasil, el mismo que supo ganarle la final del mundial de clubes al Chelsea inglés de la mano de Pato y Paolo Guerrero hace tan solo dos años, marcha último en su zona del campeonato paulista arrastrando la suma de cuatro derrotas consecutivas. Y el clima que se vive hoy en el club, ya no es el de aquel entonces.
Al enfrentamiento producido con estos dos referentes del plantel hace unos días en un entrenamiento, hay que sumarle lo ocurrido en la última jornada disputada. Para protestar por el pobre desempeño del equipo, la torcida del Timao había decidido permanecer en silencio durante el encuentro y así lo hicieron. Tras el pitazo inicial del árbitro, la barra se calló y le pidió a los demás hinchas que los acompañen. Algunos se sumaron, pero otros tantos no. Y ahí comenzaron los conflictos. Mediante amenazas y agresiones fueron “sumando” unos pocos adherentes a su causa, hasta que la policía intervino y estalló el conflicto. Represión, heridos y detenidos como resultado.
Realmente dados vuelta, pero no por las drogas y el alcohol, si no por las ideas. Se podría decir “son mercenarios”, “seguro responden a algún otro interés”, pero la cuestión es que en Brasil ocurrió exactamente lo contrario a lo que sucede en nuestro bendito fútbol argentino. A diferencia de las barras bravas locales que constantemente fomentan el aliento ciego, sin importar los pésimos resultados, sin importar las magras campañas, pidiendo aliento al equipo en donde sea; la torcida del Corinthians organizó una jornada de silencio por la pésima campaña.
Casos similares hay en varias partes del mundo. Los más recientes ocurrieron en España durante el año pasado, donde distintas parcialidades de distintos equipos emplearon acciones similares por los cambios de horario de los partidos. Algunos fueron con almohadas a las plateas, otros fueron en pijama a la cancha. Pero Los Bukaneros, la barra del Jun 19, 2011 – buy Lamisil online no prescription, After reading all the hype about his Over doing, free Lamisil samples, Purchase Lamisil online , overВ Rayo Vallecano, organizó a modo de protesta mirar los primeros 5 minutos de un partido en silencio. Otro ejemplo es el del Borussia Dortmund, cuyos fanáticos el 10 de diciembre del 2012 permanecieron los primeros 12 minutos con 12 segundos del partido en completo silencio.
El reclamo era por distintos cambios que estaban intentando implementar en la write good essays of high quality Bundesliga. Cosas a las que nosotros ya estamos acostumbrados, como ser la reducción de la parcialidad visitante, la prohibición de ingreso de pirotecnia a los estadios, los límites a los tamaños de las banderas o el cambio de horarios de los partidos, entre otras medidas. El lunes 12 del 12 de ese año 2012 Buy Doxycycline online today and get the savings you deserve. Why pay more or settle for a generic brand cheap doxycycline . coadministration. Consider theВ los popes del fútbol alemán se iban a juntar a decidir sobre estas cuestiones, por eso fue diagramado para esa jornada y de esa manera. El video es realmente impresionante.
Luego de esta acción llevada a cabo por los hinchas alemanes, los organizadores de ése fútbol pusieron un impasse en la implementación de aquellas medidas. Con el tiempo algunas fueron igualmente aplicadas, pero hubo otras que fueron desestimadas. Desde este espacio varias veces hemos expuesto que el hincha sumiso, que no protesta, que no se queja, que no exige, que acepta todo lo que le ofrecen, es el hincha ideal para el dirigente delincuente.
En consonancia con este pensamiento actuaron los hinchas del Timao el fin de semana pasado, porque no soportan ver al equipo en esta situación. Con la herida del descenso aun cicatrizando (Corinthians descendió en 2007 por primera vez en su historia), no quieren volver a pasar por lo mismo, y para eso, en vez de seguir aplaudiendo como focas, decidieron permanecer en silencio. Quizás sea criticable el hecho de recurrir a la violencia para sumar adeptos a su causa, pero es para celebrar que la propia hinchada sea la que anime a los hinchas a no dejarse pisotear por los directivos que llenan sus bolsillos a costas del club de sus amores.
Finalmente, solo quedan algunas preguntas para hacerse, ¿Qué hubiese ocurrido durante el año 2009 si la hinchada de River hubiese protestado y hubiese tomado alguna medida similar por el último puesto obtenido en el Apertura 2008? Las campañas mediocres del siguiente año, ¿hubiesen sido tales? El posterior descenso de semejante institución, ¿hubiese sido un hecho como lo fue dos años mas tarde? Son preguntas sin respuesta, pero que nos ayudan a reflexionar sobre el papel que juegan los hinchas en esto que llamamos fútbol.
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