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Tinelli, el gran opositor

O de cómo el gobierno con mayor blindaje mediático de los últimos años encontró en el Prime time del canal del grupo de medios que lo impulsó a La Rosada su mayor resistencia. Ninguna jodida para Videomatch,eh...

De manera sorpresiva, el gobierno de Mauricio Macri encontró su mayor rival y oposición en Marcelo Hugo Tinelli. Conductor de TV, Vicepresidente de San Lorenzo, intentó quedarse con la AFA y, desde la Casa Rosada, en una maniobra prolija y casi en las sombras le arrebataron esa posibilidad, primero con el escándalo en la votación, después con la intervención vía FIFA (que en realidad es vía Balcarce 50) y luego, colocando a Armando Pérez, alfil del macrismo, al frente de la Comisión Normalizadora.

Con el aporte de Daniel Angelici, presidente de Boca y agitador profesional de la Superliga, rápidamente Tinelli se dio cuenta que la AFA no quería su gran cabeza inmiscuida en los asuntos de Viamonte. Así como en tiempos de Cristina, se había quedado al margen del “Fútbol para Todos“, en la época macrista, se quedó al margen de poder cortar el bacalao. Y eso lo enojó. Y Tinelli enojado es más peligroso que Elisa Carrió y Jorge Lanata denunciando cosas incomprobables en cadena nacional. Quizás, Macri lo subestimó.

Lo concreto es que el enojo del Cabezón fue tal que “revivió” Gran Cuñado, utilizado en 2015 aprovechando el viento de cola de una campaña que, en las boletas fue Scioli vs Macri, pero que en la realidad era Kirchnerismo vs Cambio. Y Ganó el cambio. Y Tinelli y su satirización de Cristina Fernández, Amado Boudou y otros personajes de la vida política argentina ayudaron. En ese momento no molestaron al macrismo, claro, no iban en contra de sus políticas. Pero el hecho que Daniel Scioli haya elegido “ShowMatch” para cerrar su campaña habla del poder “real” que tiene MT sobre la opinión pública. Enorme. Y, prácticamente, impoluto.

En tiempos de medios de un lado o del otro de la grieta, en tiempos donde al Kirchnerismo le crecen los José López en cada esquina y el macrismo parece ser su peor enemigo con las declaraciones de algunos de sus funcionarios, Tinelli luce limpio. Bien con dios y con el diablo, el Cabezón siempre supo tener la cintura política como para nunca caer en el barro de la política, únicamente en el barro del “desplome cultural”, con eso de tetas, culos y cosificación en el Prime Time de la televisión argentina, disfrazado de certamen de baile.

Este año, otra vez, el “Bailando” iba a contar con las luminarias del programa, sin embargo, la disputa, abierta, con el presidente de la Nación, colocó a “Gran cuñado” y las sátiras que tan bien interpretan Freddy Villareal (Mauricio), Martín Bossi (Cristina) y Fátima Florez (María Eugenia Vidal) entre otros, pasaron a dominar la escena de ShowMatch.

Desde un lugar “limpio”, sin sospechas, sin ningún José López, ni ningún bolso, ni ninguna bóveda, ni medio Lázaro Báez, Tinelli comenzó a ser casi el mascarón de proa de las críticas a un gobierno que se las merece día a día.

La encendida defensa del Presidente Macri de la energía y su ahorro, con frases que podrían haber sido dichas por la sátira, pero que en realidad las dijo él mismo, fue alimento ideal para ridiculizarlo aún más. Su manera de hablar, los slogans que utilizó en su campaña, la llegada del “segundo semestre”, son todos ejes que, Tinelli, explotó muchísimo mejor que cualquier medio de marcado perfil Kirchnerista. Claro, no tuvo que gastar tiempo en intentar limpiar a Cristina, Lázaro o José López. Y Tinelli tampoco, porque Tinelli también ridiculizó a José López, lo hace con Cristina hace años e incluso lo hizo con Jorge Capitanich, ex Jefe de Gabinete, cuando rompió la fotocopia de un Diario Clarín. Tinelli, en una figura futbolera, juega sin arcos. Nunca va a perder, porque siempre supo hacer equilibrio, donde varios se cayeron de la cuerda.

Entonces, el gobierno se puso nervioso. Y toda la prolijidad que mostró -y muestra- para por debajo de la mesa manejar la AFA y poder bancarse escándalos como los #PanamáPapers, que el Kirchnerismo no hubiese resistido, ya que jamás contó con el blindaje mediático del que goza Mauricio y su “cambiemos”, se fue al tacho cuando empezó el ataque mediático a Tinelli. ¡A Tinelli! El número uno en esa arena, el tipo que marca agenda y prácticamente arma programas enteros con lo que pasa en su programa. Grosero error de planificación.

Twitter, Facebook y las redes sociales fueron un campo bien explotado por el macrismo, que consiguió vincular a Scioli con Cristina y así empezar a ganar la elección, algo que terminó de rubricar con un apoyo mediático, casi, sin precedentes. Pero Scioli no fue rival en ese área, ¿pero Tinelli? Tinelli es rey en esa jungla. El Cabezón vio como se instalaba el HT #TinelliMercenarioK y echó mano a su propio Twitter, hasta que se dio cuenta que mejor dar la pelea en su ring preferido: El Prime time del canal número uno del Grupo monopólico que impulsó a Mauricio a la Rosada. Algo así como un Caballo de Troya 2.0.

Así, la sátira recrudeció, alentada por un presidente que, en la vida real, la alimenta día a día. La disputa pasó, incluso, a otros planos. El presidente se refirió a su imitación en ShowMatch de una manera poco feliz que, lejos de apagar el fuego, le tiró alcohol y pinocha a las llamas: “Tinelli me satiriza de mala manera ante tres millones de personas en televisión y se ofende porque lo critican 30.000 tuiteros”.

Eso generó otro HT, esta vez llamando a un apagón contra el Cabezón y su programa: #HoyApagónATinelli. Que también fue TT y le generó, al programa de MT más ráting y, además, el conductor volvió a demostrar que entiende todo: ni lo nombró al presidente, ni tampoco lo satirizó, dejando en claro que, en ese campo, el que maneja los tiempos es él. Antes, Marcos Peña, Jefe de Gabinete, se comunicó con él para decirle que no es verdad que el gobierno tiene trolls para instalar hashtags en su contra. La “guerra” seguía in crescendo.

Ahora, al parecer, las partes se juntarán para firmar un armisticio. Macri lo necesita, Tinelli, seguramente, sacará tajada. En definitiva, el Cabezón siempre jugó en política, con el humor como aliado. En el programa de MT se habla -y mucho- de política, más que en varios programas del estilo.

Es increíble que al gobierno de “Cambiemos”, tan aggiornado en varias cuestiones, se le haya escapado la tortuga así. No pueden mostrarse sorprendidos porque Tinelli hace política, ¿o dónde estaban el día que Fernando de La Rúa le mandó saludos a “Laura” y abandonó el estudio de ShowMatch por la puerta equivocada haciendo un papelón mayúsculo ante millones de argentinos? Y no fue una jodita para Videomatch, eh. A tal punto que De La Rúa que aún tiene la cara de seguir hablando, señala al Cabezón como uno de los responsables de su caída. Si bien no es tan lineal, ni literal, no hay duda que el hecho que Tinelli se la agarre con vos puede jugarte muy en contra. Y Macri y su gente parece que recién lo descubrieron ahora… Ahora, una pregunta, ¿A Macri el molesta quedar en rídiculo ante millones de argentinos cada vez que el Cabezón lo dispone o le jode un poco lo parecido que termina siendo a esa versión grotesca de sí mismo? Quizás, sea más un tema de Diván que de enojos.