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Súper Hibbert

Se calzó la capa, se vistió de superhéroe y con sus 218 centímetros que culminan en una cara de tremendo buen tipo, el pívot de Indiana Pacers fue el factor que cambió la historia del miércoles y empató la serie en un juego cada uno. Mucho se criticó la decisión de Frank Vogel de sacar a Roy Hibbert en los tres segundos finales del primer juego, lo que hizo posible que LeBron James llegué a la canasta con una tremenda facilidad y liquidara el partido. Y parece que el coach de los Pacers entendió que el negocio era atacar a Miami Heat en la pintura, donde Chris Bosh no es un especialista defensivo y donde los internos amarillos podían lastimar en serio. Con esta premisa en ataque, hacer llegar la pintura a la llave, y con otra en defensa, dejarle el tiro a LeBron y tratar de permitir las menos penetraciones posibles, los visitantes derrotaron al mejor equipo de la temporada por 97 a 93 en el American Airlines Arena.

De entrada Indiana pasó a imponer su juego, mientras que Miami tuvo al MVP totalmente encendido en el primer cuarto. El 55 visitante, que cuando llegó a la Universidad de Georgetown no sabía ni correr, anotó 10 puntos frente al pasivo Bosh. En los locales, LeBron se hizo un festín frente al buen defensor que es Paul George y clavó 12 unidades, incluyendo un triple. Pero mientras que a Hibbert lo ayudaron David West, George y Hill en ofensiva, al "Rey" solo le dio una mano Dwyane Wade. Entonces los Pacers sacaron seis de diferencia. Diferencia que se encargaron de mantener en un segundo cuarto extraño, lleno de nervios, en el que los dos equipos se cargaron de faltas, e Indiana mostró su falta de oficio al llevarse cuatro faltas técnicas. Ese lapso le permitió a los locales ponerse a tiro, pero volvieron a entrar Hibbert y George e Indiana aumentó la ventaja a 13, máxima del partido que no duró mucho por un parcial del Heat de 9 - 2, para irse al descanso 6 abajo. Erik Spoelstra probó de todo para frenar al hombre que estaba destruyendo su pintura: Bosh, Chris Andersen y hasta el canadiense Joel Anthony. Nada hizo efecto frente a los 2,18 mts del centro.

El comienzo de la segunda mitad fue de lo más igualado. Miami sacó a relucir su chapa y James fue el del primer cuarto, con 5 de 7 de campo. Encima su ladero, Dwyane Wade, volvió a dar el presente en el tercer cuarto con 8 pts y Miami igualó el marcador en 67 a falta de cuatro minutos por finalizar el tercer período. Las claves para secar a Indiana fue una defensa mucho más dura, más agresiva y tratar de contragolpear, algo que el Heat no había podido hacer en todo el encuentro y en lo que siempre se destacó. Pero a pesar de igualar, los de amarillo aparecían para volver a retomar la ventaja. Los últimos 30 segundos del cuarto fueron un duelo uno contra uno entre George y LeBron James. Primero, el joven de 23 años realizó una volcada tremenda frente al alero y al pájaro Andersen, para sumar dos más uno con la falta. Enseguida, Miami repuso con 5 segundos y LeBron metió un triplazo desde casi 9 metros para dejar el partido en 76 a 74 para Indiana.

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Lo del 6 de Miami a esta altura era descomunal. Y encima abrió los doce minutos finales con cinco puntos para poner a los locales arriba por primera vez desde los primeros minutos del partido y tomar 4 puntos de distancia con un triple de Bosh a seis minutos de final. El cansancio empezaba a afectar a los jugadores de los Pacers quienes prácticamente no habían salido en la segunda mitad. Pero entre los internos de Indiana impidieron que el partido se les escape cuando todo parecía indicar que así sería, con la receta que había funcionado todo el partido. El partido entró igualado en 93 al último minuto y luego George Hill con dos libres puso a la visita arriba por 2. En ese momento entró la sorpresa de todo al mundo al presenciar lo imposible. El hombre que había llevado a Miami al triunfo el miércoles, que había definido quién sabe cuantas veces en los momentos claves, está vez cometió dos errores insólitos. El primero fue un pase malo a Ray Allen que West interceptó cuando faltaban 42 segundos. Todo estaba en las manos de Indiana que sin embargo no llegó a tirar en los 24' de posesión y le dejó la última palabra nuevamente a Miami. Y otra vez, otro pase pésimo de LeBron que nuevamente recuperó West, el segundo héroe de la noche tras Roy Hibbert. Es que sin nombrarlo, este último generó y genera un respeto que hace pensar dos veces a cualquier jugador, incluso al MVP, antes de penetrar en la llave. Con la pérdida final, George Hill metió los dos libres y sentenció el partido. Los 36 pts, 8 rebotes, 3 asistencias, 3 robos y un tapón de LeBron quedaron opacados con las 5 pérdidas, dos de forma clave. En cambio los 29 de Roy Hibbert, máxima cantidad que consigue en un partido de playoffs, más los 10 rebotes, le dieron lo necesario a los de Frank Vogel para llevarse el juego. Paul George con 22 y George Hill con 18 y los tiros claves, más los robos de West fueron la ayuda perfecta para el partido del pívot jamaiquino.

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Ahora la serie viajará a Indiana este domingo con una particularidad. Miami necesita que aparezcan sus perímetrales, hasta ahora desaparecidos. Ni Shane Battier ni Ray Allen estuvieron aceitados frente al aro y eso hace que Indiana no cambié la estrategia defensiva, dejando a LeBron tirar y tirar y cerrando la pintura. El alero del Heat fue muy duro consigo mismo al finalizar el encuentro: "Cometí 2 errores. Perjudiqué a mi equipo. Y eso duele más que cualquier otra cosa. Decepcioné a mis compañeros". Los Pacers no han sido derrotados nunca como locales en lo que va de la postemporada (6 - 0), mientras que Miami Heat como visitante ha ganado todos sus juegos (4 - 0). Mañana, una racha se romperá para desequilibrar la final del Este.

Se calzó la capa, se vistió de superhéroe y con sus 218 centímetros que culminan en una cara de tremendo buen tipo, el pívot de Indiana Pacers fue el factor que cambió la historia del miércoles y empató la serie en un juego cada uno. Mucho se criticó la decisión de Frank Vogel de sacar a Roy Hibbert en los tres segundos finales del primer juego, lo que hizo posible que LeBron James llegué a la canasta con una tremenda facilidad y liquidara el partido. Y parece que el coach de los Pacers entendió que el negocio era atacar a Miami Heat en la pintura, donde Chris Bosh no es un especialista defensivo y donde los internos amarillos podían lastimar en serio. Con esta premisa en ataque, hacer llegar la pintura a la llave, y con otra en defensa, dejarle el tiro a LeBron y tratar de permitir las menos penetraciones posibles, los visitantes derrotaron al mejor equipo de la temporada por 97 a 93 en el American Airlines Arena.

De entrada Indiana pasó a imponer su juego, mientras que Miami tuvo al MVP totalmente encendido en el primer cuarto. El 55 visitante, que cuando llegó a la Universidad de Georgetown no sabía ni correr, anotó 10 puntos frente al pasivo Bosh. En los locales, LeBron se hizo un festín frente al buen defensor que es Paul George y clavó 12 unidades, incluyendo un triple. Pero mientras que a Hibbert lo ayudaron David West, George y Hill en ofensiva, al “Rey” solo le dio una mano Dwyane Wade. Entonces los Pacers sacaron seis de diferencia. Diferencia que se encargaron de mantener en un segundo cuarto extraño, lleno de nervios, en el que los dos equipos se cargaron de faltas, e Indiana mostró su falta de oficio al llevarse cuatro faltas técnicas. Ese lapso le permitió a los locales ponerse a tiro, pero volvieron a entrar Hibbert y George e Indiana aumentó la ventaja a 13, máxima del partido que no duró mucho por un parcial del Heat de 9 – 2, para irse al descanso 6 abajo. Erik Spoelstra probó de todo para frenar al hombre que estaba destruyendo su pintura: Bosh, Chris Andersen y hasta el canadiense Joel Anthony. Nada hizo efecto frente a los 2,18 mts del centro.

El comienzo de la segunda mitad fue de lo más igualado. Miami sacó a relucir su chapa y James fue el del primer cuarto, con 5 de 7 de campo. Encima su ladero, Dwyane Wade, volvió a dar el presente en el tercer cuarto con 8 pts y Miami igualó el marcador en 67 a falta de cuatro minutos por finalizar el tercer período. Las claves para secar a Indiana fue una defensa mucho más dura, más agresiva y tratar de contragolpear, algo que el Heat no había podido hacer en todo el encuentro y en lo que siempre se destacó. Pero a pesar de igualar, los de amarillo aparecían para volver a retomar la ventaja. Los últimos 30 segundos del cuarto fueron un duelo uno contra uno entre George y LeBron James. Primero, el joven de 23 años realizó una volcada tremenda frente al alero y al pájaro Andersen, para sumar dos más uno con la falta. Enseguida, Miami repuso con 5 segundos y LeBron metió un triplazo desde casi 9 metros para dejar el partido en 76 a 74 para Indiana.

Lo del 6 de Miami a esta altura era descomunal. Y encima abrió los doce minutos finales con cinco puntos para poner a los locales arriba por primera vez desde los primeros minutos del partido y tomar 4 puntos de distancia con un triple de Bosh a seis minutos de final. El cansancio empezaba a afectar a los jugadores de los Pacers quienes prácticamente no habían salido en la segunda mitad. Pero entre los internos de Indiana impidieron que el partido se les escape cuando todo parecía indicar que así sería, con la receta que había funcionado todo el partido. El partido entró igualado en 93 al último minuto y luego George Hill con dos libres puso a la visita arriba por 2. En ese momento entró la sorpresa de todo al mundo al presenciar lo imposible. El hombre que había llevado a Miami al triunfo el miércoles, que había definido quién sabe cuantas veces en los momentos claves, está vez cometió dos errores insólitos. El primero fue un pase malo a Ray Allen que West interceptó cuando faltaban 42 segundos. Todo estaba en las manos de Indiana que sin embargo no llegó a tirar en los 24′ de posesión y le dejó la última palabra nuevamente a Miami. Y otra vez, otro pase pésimo de LeBron que nuevamente recuperó West, el segundo héroe de la noche tras Roy Hibbert. Es que sin nombrarlo, este último generó y genera un respeto que hace pensar dos veces a cualquier jugador, incluso al MVP, antes de penetrar en la llave. Con la pérdida final, George Hill metió los dos libres y sentenció el partido. Los 36 pts, 8 rebotes, 3 asistencias, 3 robos y un tapón de LeBron quedaron opacados con las 5 pérdidas, dos de forma clave. En cambio los 29 de Roy Hibbert, máxima cantidad que consigue en un partido de playoffs, más los 10 rebotes, le dieron lo necesario a los de Frank Vogel para llevarse el juego. Paul George con 22 y George Hill con 18 y los tiros claves, más los robos de West fueron la ayuda perfecta para el partido del pívot jamaiquino.

Ahora la serie viajará a Indiana este domingo con una particularidad. Miami necesita que aparezcan sus perímetrales, hasta ahora desaparecidos. Ni Shane Battier ni Ray Allen estuvieron aceitados frente al aro y eso hace que Indiana no cambié la estrategia defensiva, dejando a LeBron tirar y tirar y cerrando la pintura. El alero del Heat fue muy duro consigo mismo al finalizar el encuentro: “Cometí 2 errores. Perjudiqué a mi equipo. Y eso duele más que cualquier otra cosa. Decepcioné a mis compañeros”. Los Pacers no han sido derrotados nunca como locales en lo que va de la postemporada (6 – 0), mientras que Miami Heat como visitante ha ganado todos sus juegos (4 – 0). Mañana, una racha se romperá para desequilibrar la final del Este.