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Sigue el tironeo Brasil-Blatter

En vísperas de la Copa del Mundo Brasil 2014, Joseph Blatter y los pentacampeones ya llevan varios cortocircuitos respecto a la organización del certamen. A pesar de que hace un mes el mandamás de la FIFA repartió elogios para los organizadores, 30 días después las críticas regresaron.

[caption id="attachment_45218" align="aligncenter" width="530" caption="Tirante. La relación entre Rousseff y Blatter es cada vez menos amena."]Dila Rousseff y Joseph Blatter[/caption]

"Piensan más en ganar que en organizar un Mundial", tiró el suizo hace un par de horas, disgustado por la lentitud con la que el gobierno de Dilma Rousseff está encarando  las obras de infraestructura previstas para el evento. Lo raro, es que en los comienzos de febrero, Blatter afirmó que "Brasil va a hacer un Mundial extraordinario".

En Brasil no están nada contentos con Jerome Valcke, el interlocutor de la FIFA en las negociaciones, a quienes los brasileros afirmaron "no tolerarán más como mediador", por algunas declaraciones desafortunadas. Sin embargo, el hecho de que Valcke se aparte está lejos de calmar las aguas, ya que en el núcleo de la organización afirman que hay intereses políticos que están entorpeciendo todo.

El conflicto ya tenía antecedentes, cuando para no perder el dinero de un importante auspiciante, Blatter le exigió a Brasil que permita la venta de cervezas en los estadios, algo que en el país está prohibido desde 2003. Además, hay divergencias en la concesión de ingresos más baratos para estudiantes, jubilados y ciudadanos pobres defendida por el gobierno y no muy bien vista por la Federación Internacional de Fútbol Asociado.

Desde el máximo organismo del fútbol mundial están severamente preocupados y disgustados por los manejos que Brasil está teniendo en la organización del torneo. No existe ningún plan B si se decide que los verdeamarelhos no sean los anfitriones, y por eso la preocupación está llegando al máximo. Encima, las relaciones y el diálogo, están cada vez peores.

En vísperas de la Copa del Mundo Brasil 2014, Joseph Blatter y los pentacampeones ya llevan varios cortocircuitos respecto a la organización del certamen. A pesar de que hace un mes el mandamás de la FIFA repartió elogios para los organizadores, 30 días después las críticas regresaron.

Dila Rousseff y Joseph Blatter
Tirante. La relación entre Rousseff y Blatter es cada vez menos amena.

“Piensan más en ganar que en organizar un Mundial”, tiró el suizo hace un par de horas, disgustado por la lentitud con la que el gobierno de Dilma Rousseff está encarando  las obras de infraestructura previstas para el evento. Lo raro, es que en los comienzos de febrero, Blatter afirmó que “Brasil va a hacer un Mundial extraordinario”.

En Brasil no están nada contentos con Jerome Valcke, el interlocutor de la FIFA en las negociaciones, a quienes los brasileros afirmaron “no tolerarán más como mediador”, por algunas declaraciones desafortunadas. Sin embargo, el hecho de que Valcke se aparte está lejos de calmar las aguas, ya que en el núcleo de la organización afirman que hay intereses políticos que están entorpeciendo todo.

El conflicto ya tenía antecedentes, cuando para no perder el dinero de un importante auspiciante, Blatter le exigió a Brasil que permita la venta de cervezas en los estadios, algo que en el país está prohibido desde 2003. Además, hay divergencias en la concesión de ingresos más baratos para estudiantes, jubilados y ciudadanos pobres defendida por el gobierno y no muy bien vista por la Federación Internacional de Fútbol Asociado.

Desde el máximo organismo del fútbol mundial están severamente preocupados y disgustados por los manejos que Brasil está teniendo en la organización del torneo. No existe ningún plan B si se decide que los verdeamarelhos no sean los anfitriones, y por eso la preocupación está llegando al máximo. Encima, las relaciones y el diálogo, están cada vez peores.

Dolorense, nacido en 1991. Licenciado en proyecto de Magíster. Hay una cosa que nunca van a entender...