Finalizó el triste y olvidable ciclo de Omar Asad en San Lorenzo. Ya dio su discurso de despedida donde agradeció la oportunidad, el buen trato recibido por dirigentes e hinchas y su mal gusto por no haberle encontrado la vuelta futbolística a un club enquilombadísimo. Ahora San Lorenzo, en medio de la Promoción, tiene que salir desesperadamente a buscar un hombre que pueda devolverle la calma, mientras el malestar interno se acrecienta.
Ni bien le comunicaron al Turco que no seguiría, ya se había iniciado una votación en búsqueda de su reemplazante. Sin la participación de las minorías, los diez dirigentes reunidos repartieron su elección en cuatro votos para Américo Gallego (entre ellos Abdo) y seis para Ricardo Caruso Lombardi (actual DT de Quilmes). Dos técnicos cuyos respectivos honorarios seguramente superen los que el club puede pagar, pero que tienen la espalda suficiente para agarrar un plantel demoralizado y de nivel técnico más que discutible.
El Tolo es la prioridad y está sin trabajo. Durante este 2011 dirigió a Colo Colo, donde se transformó en el técnico mejor pago de la historia del fútbol chileno pero los malos resultados lo alejaron rápido de su cargo. Gallego estaría dispuesto al menos a reunirse con dirigentes cuervos para escuchar una oferta.
La situación de Caruso es distinta. Actualmente se encuentra dirigiendo Quilmes, pero con muchas ganas de cambiar de aire siendo San Lorenzo una opción que lo tienta y mucho. Sería su segunda oportunidad en un grande (ya dirigió a Racing), y se sabe que es un hombre que, no teniendo títulos bajo su espalda, es experto en resucitar muertos. Aníbal Fernández habría asegurado a directivos de San Lorenzo que no está dispuesto a largarlo, y que la rescisión de su contrato rondaría los 400 mil dólares. Impagable para un club en estado virtual de quiebra.
Si no se concreta la llegada de un cuerpo técnico, el próximo partido ante Newell´s en Rosario será dirigido por Ángel Bernuncio, un hombre del riñón del club que está trabajando en inferiores. Pero San Lorenzo tiene un choque antes, será el miércoles ante Villa Dálmine, en Catamarca. El Ciclón hace su debut en la Copa Argentina, y para ese encuentro viajarán jugadores que han tenido pocos minutos en el primer equipo y una dupla técnica debutante: Biaggio-González, la delantera campeona del ´95. Qué tiempos aquellos, se relamerá más de un cuervo.
Parece a propósito, pero no se encuentran razones ni deportivas ni institucionales en San Lorenzo para dar buenas noticias. Quien usualmente se informa en los medios de comunicación, seguro se habrá dado cuenta que los santos aparecen por asuntos poco felices. Su presidente su hunde, no tiene consensos, se desborda, quiere renunciar y no lo dejan. Sus hinchas se cansan, reclaman, luchan por la vuelta al barrio (algo bueno de qué hablar, pero que sólo incluye a los hinchas) y se desesperan porque no ven solución a pesar del inminente cambio de mano. En el club hay un grueso problema de fondo que se empezó hace un tiempo y se sigue profundizando, y cuesta creer que Asad, Gallego, Caruso o Guardiola estén en condiciones de mejorarlo por el simple hecho de calzarse el buzo de DT.
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