Los hinchas de San Lorenzo viven un presente de mucha alegría, incertidumbre y unión. La esperanza y las multitudinarias manifestaciones por los avances en la vuelta al barrio, parecen mostrar que en Boedo todo es felicidad, pero lejos está todo de ser así. El plantel profesional partió rumbo a San Luis de pretemporada, y las noticias no son las mejores…
Tula, Matías Giménez, Velázquez y Bottinelli no viajaron, y le suman problemas a un club que echó su suerte a un fideicomiso para paliar una deuda insostenible y cada vez mayor. Los cuatro mantienen problemas contractuales con la institución, más precisamente deudas de primas. Tula le afirmó a Radio Cooperativa que “nadie quiere trabajar sin cobrar”, pero que “existe diálogo y eso siempre es positivo”. Giménez volvería a Boca; sabe que Asad no lo tiene muy en cuenta y que prefiere que se vaya antes de estar disconforme en el Ciclón.
Por su parte, el delantero paraguayo rescindiría su contrato ante el flojo nivel que mostró el último semestre, pero también exige que le paguen lo que le deben a pesar de sus penosas actuaciones. Lo de “Botti” es lo más alarmante. Es uno de los referentes y el jugador con más valor de reventa que tiene el club -que lo busca vender a toda costa porque precisa dinero-. El central pasó por Agremiados para inhibir al club del que es hincha, cansado de que por problemas de una u otra dirigencia las pagas siempre sean desprolijas y a destiempo.
Mientras, Carmona, Ortigoza y Aureliano Torres se encuentran con sus selecciones disputando la Copa América. Este último, envió una carta al club en la que comentó que lo intimará si no se soluciona la deuda que San Lorenzo mantiene con él. El zurdo podría quedar en libertad de acción si el conflicto sigue latente.
El plantel que partió rumbo a San Luis lo hizo sólo con una cara desconocida: se trata de Diego Martínez, delantero que hasta hace días estaba en Aldosivi de Mar del Plata. El ex Tiburón ya pasó la revisión médica y es una apuesta para los de Asad, que cuentan con poco presupuesto para mejorar el plantel y por eso los jugadores con los que se refuerza y reforzará, para disgusto de los Cuervos, no son de renombre como últimamente los acostumbró el club, y que fueron los responsables directos de que hoy por falta de dinero se busque a esta clase de futbolistas.
Otro que está por cerrar su incorporación es Gabriel Méndez, mediapunta de Banfield que sería acercado por un empresario sin costos. También siguen negociando por el volante de Quilmes Enzo Kalinski, y se comenzaron tratativas por Ariel Rojas y Diego Villar de Godoy Cruz, dos jugadores que el “Turco” Asad ya dirigió en tierras mendocinas.
Por lo pronto, la felicidad de las imágenes y videos de una jornada inolvidable para los corazones azulgranas, parecen haber tapado un sinfín de tropezones institucionales. Los “refuerzos” -sí se quiere-, las bajas, las inhibiciones y el creciente pasivo acorralan a un club cuyo rumbo es incierto. Mientras tanto, la Vuelta a Boedo está cada vez más cerca y las 40 mil almas que ayer colmaron la Legislatura Porteña intentan poner al Ciclón en lo más alto, para devolverle la grandeza que como institución ejemplo que fue parece haber perdido.
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