En San Lorenzo, aun con el fútbol (su actividad principal) momentáneamente sin competiciones por la Selección Argentina, las noticias están a la orden. Días atrás, el vicepresidente primero Carlos Datria renunció a su cargo por diferencias con Abdo. Le siguieron cuatro miembros más de Comisión Directiva.
La relación nunca fue estable, y si se le suma al vicepresidente segundo Jorge Aldrey (muy cuestionado por sus manejos internos), peor todavía. Préstamos personales, decisiones oscuras, desacuerdos en las determinaciones, todo mal. El espejo de pésimos manejos económico/financieros se plasma en las relaciones entre quienes deberían mejorarlo pero el cómo los separa. Una versión menor de la oposición en la política argentina.
Difícil no entender la ira y la desazón del hincha, que encima de que pocas veces tiene acceso a las reuniones de Comisión Directiva, tiene la sensación de que el club cada día está peor, y de que se priorizan los beneficios personales por sobre los de la institución. Y cuando todavía goza de un triunfo agónico en una cancha muy dura, se encuentra días después con un equipo sin alma, sin respuestas, al borde la Promoción, y siempre dependiendo de resultados ajenos.
San Lorenzo es así, casi sin grises. Un día todo es alegría y parece que todo se encamina, pero al otro surgen cosas inexplicables y tristes, como que diez meses después de haber asumido la nueva dirigencia ya se quiebre. Pero para apaciguar la situación, el oficialismo tenía un as en la manga: levantó un pedido de quiebra que pesaba desde hace once años, cancelando una deuda de 800 mil pesos. Además, informó que la semana próxima saldará la última cuota de la convocatoria de acreedores, vigente desde hace nueve años. Un respiro para los Cuervos. El Ciclón es increíble.
Además, dirigentes y miembros de la Subcomisión del Hincha se reunieron con María Eugenia Vidal, futura vicejefa de gobierno de Capital Federal. El tema, obvio, es la vuelta del club a Avenida La Plata, de la que la miembro del Pro demostró estar “muy al tanto”, por ser su marido hincha de San Lorenzo. El encuentro fue catalogado como muy positivo por los azulgranas que participaron, cada vez más entusiasmados con el regreso al barrio que los vio nacer. Ah, el Carrefour cumplió su día número 48 sin abrir sus puertas.
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