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Salando las heridas

Al Indio Solari se le pinchó la goma y no tenía auxiliar en el baúl. Atrás quedaron en el camino los que señaron viaje y hospedaje en Mendoza y los miles sin entrada. Sin embargo, la patria fundamentalista tendrá misa. El ex líder de los Redondos pidió disculpas vía Redonditos de abajo, se mostró sorprendido y aplicó el parche necesario: se presentará nuevamente en diciembre. El Indio, aunque un poco lerdo, escuchó a la gente: más vale tarde que nunca.

Cuando desde Rock and Ball escribimos pidiéndole al Indio que emboque el tiro libre, todavía no había pasado lo peor. Las entradas aún no estaban agotadas, ya que quedaban algunas alrededor del país, y los que habían señado viajes y hospedaje en la tierra del sol y del buen vino aún no se habían hecho escuchar. Pero unas horas más tarde, digamos, todo se pudrió. Los enojos eran muchos: siempre con la organización, ese maldito asesor del cual el Indio Solari es víctima y sólo víctima. Nadie parló de falta de prevención ni mucho menos.

Desde Rock and Ball pedíamos más shows. Para los que no pueden viajar, para los que hace dos años no ven al ex líder de PR y para los desprevenidos que no tuvieron tiempo de juntar la biyuya. Pero esas no son razones tan urgentes. Las principales son otras, como por ejemplo evitar posibles quilombos en los ingresos del Estadio Malvinas Argentinas, como los hubo en Junín, la anteúltima misa hasta hoy, evitar esa maldita reventa que se aprovecha de las pocas entradas disponibles, evitar disturbios en la venta misma, organizar bien los puntos de venta y seguramente muchas cuestiones que Solari habrá tenido (o no) en mente.

Pero haya sido precavida o no, a la organización de la próxima misa, Indio incluido, las cosas se les fueron de las manos. “Fuimos sorprendidos”, tiró Solari desde Redonditos de abajo. Todos los factores del párrafo anterior, sumados a las redes sociales, que inflan el globo a más no poder, contribuyeron a todo lo que pasó. A las explicaciones no las da nadie, porque nadie tiene por qué darlas. Lo innegable es que no hubo prevención. ¿Nadie tiró un “che, mira si pasa esto”? ¿No era más conveniente, como hace cualquier otro artista de rock, anunciar más fechas? Algunos dicen que no, otros seguimos pensando que sí. La cuestión es que, de inmediato, desde Parque Leloir alguien nos dio la razón y puso el dedo en el último mes del calendario de 2013.

Más vale tarde que nunca”, dice el dicho. El Indio no previno, pero curó. Habrá misa en diciembre, dicen que en Tandil, donde ya estuvo hace dos años y en un espacio mucho más masivo. Para todos y todas, como tuvo que ser siempre a no ser que las fechas sean más y no sólo una. Los que hayan señado viaje y hotel buscarán el modo de arreglarse, algunos podrán cederle a otros su seña y otros irán igualmente a Mendoza. Esperemos que no vayan al famoso “entrar como sea” que desde la historia toda de los Redondos es causa de líos.