Una nueva camada de pibes se asoma en San Lorenzo y las ilusiones se renuevan. Hace años que las inferiores del Ciclón prometen poco y producen menos, pero despacio aparecieron cuatro jóvenes que ya se ganaron muchos aplausos y piden pista. En la imagen: Correa (18), Contreras (17),Villalba (18) y Navarro (21), de lo mejor del Azulgrana en el campeonato.
San Lorenzo pasaba su peor momento en el campeonato: acumulaba y acumula tres derrotas al hilo como local, llevaba tres sin ganar, Pizzi estaba más cuestionado que nunca y el descenso otra vez se miraba de cerca. Sin embargo, el DT volvió a insistir con estas cuatro promesas, dos de ellas de arranque (Villalba y Navarro), y supieron responder con goles, fútbol y mucho despliegue.
Fue el segundo partido de Villalba como titular y el primero de Navarro. Tito anotó por segunda vez consecutiva y dejó a todos encantados con su velocidad, gambeta y entrega. Se fue muy ovacionado y ya sería un crimen que salga del primer equipo. La Bomba volvió a hacer honor a su apodo y clavó un misil que Campestrini contuvo a medias, marcando su segundo gol en el campeonato y nuevamente por la misma vía. Entre ambos tienen cuatro goles, con menos de la mitad de los minutos jugados por Jara y Stracqualursi, que suman sólo uno.
Correa y Contreras aun no jugaron demasiado, pero sí mostraron cosas interesantes. El primero de estos ingresó ayer por tercera vez en el campeonato y volvió a mostrar picardía, buen pie y sobre todo, un gran entendimiento con sus compañeros, especialmente con los de su camada. Contreras había debutado con River y antes de mostrar algo se lesionó. Ayer, en el otro gran partido de su equipo en el torneo, aprovechó sus minutos y generó peligro encarando y tocando con sus compañeros. Promete.
Estos muchachos recién empiezan, van de a poco, pero hacen merecimientos para seguir ganando minutos. Contra Vélez entraron Navarro, Villalba y Correa y fueron lo mejor del equipo; ayer, Villalba y Navarro dejaron a su equipo ganando y salieron para que Correa y Contreras ayudaran a decorar el triunfo.
La hinchada recuperó el entusiasmó: San Lorenzo ganó y además volvió a mostrar, como contra River, agresividad, presión, sacrificio, gol y despliegue. Ayer todos volvieron a jugar bien y, por si fuera poco, los pibes de la cantera se siguen destacando y son el patrimonio del futuro. La hinchada los pide, se cansó de sueldos europeos que entregan poco y valen mucho. Igual, como dicen que los que saben, lo mejor es llevarlos de a poco y no quemarlos. Pero ya hicieron ruido.
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