¿Una semana más tranquila? Para nada. Con la sinovitis en la rodilla izquierda de Juan Román Riquelme, la semana comenzó tan convulsionada como terminó la anterior. La situación de Román cambia día a día y nadie puede aún determinar que será del futuro del diez. Ya descartado para jugar ante Vélez, ahora JR deberá esperar que su maldita rodilla vuelva a su estado normal y recién ahí empezar a fortalecerla.
Caliente, así camina el máximo ídolo de Boca. En el entrenamiento matutino estuvo trabajando con el kinesiólogo con el objetivo de desinflamar la lesión y sólo se hizo presente con el resto del plantel en la charla que dio el entrenador antes de dar inicio a los ejercicios.
Ahora, con Román out, a Julio César se le fue el problema de tener que excluirlo nuevamente del equipo inicial, una situación que sin duda hubiera hecho que la relación con la gente xeneize sea insostenible. Con el alivio de no tener que hacerle un hueco al ídolo, Falcioni puede parar el 4-4-2 que tanto desea y con el que más cómodo se siente.
Esta mañana, el entrenador repartió las pecheras y dejó a las claras que los once para viajar a Liniers ya están listos. El equipo titular formó con García; Calvo, Caruzzo, Insaurralde y Clemente; Rivero, Battaglia, Erviti y Colazo; Mouche y Palermo.
Walter Erviti será titular, jugará en la posición que más le gusta (jugará de doble cinco por Somoza) y será el eje futbolístico de este Boca. De esta manera, el jugador fetiche del entrenador cargará con la obligación de ser quién lidere a su equipo. Será una prueba interesante para Erviti, ya que Falcioni cree que la sociedad con Riquelme todavía no es posible. Por eso, un buen rendimiento del ex Banfield elevaría sus chances de titularidad y permitiría a JC poner su 4-4-2 ideal. El otro cambio que hará el entrenador será la vuelta de Diego Rivero, quién ya cumplió la fecha de suspensión, en lugar de Cristian Chávez.
Mañana habrá práctica de fútbol para aceitar a estos once que visitarán el José Amalfitani con el objetivo de sumar de a tres para prenderse en los primeros puestos. Ya no hay dudas, sin Riquelme, el 4-4-2 del Emperador puede seguir funcionando.
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