Racing e Independiente arrancaron el Clausura muy por debajo de sus propias expectativas. El Rojo está 19º con seis puntos sobre 21 y su archirrival apenas cosechó dos unidades más. Y esa no es la única curiosidad, en cinco de las siete fechas jugadas, ambos coincidieron en el resultado de sus partidos. ¿Qué pasa en Avellaneda?
El inicio del campeonato no sería feliz para ninguno. La Academia era superada en el juego por un Tigre que estaba en descenso directo y no pasaría de un empate en el Juan Domingo Perón. Independiente empezaba peor: derrota uno por cero en San Juan, en lo que fue la primera de las cuatro consecutivas que le costaron el puesto a Ramón Díaz.
La segunda jornada sería la primer coincidencia entre ambos: cayeron 1-0 sobre la hora ante un equipo que está jugando la Libertadores. Los Rojos ante Lanús, los Albicelestes frente a Godoy Cruz. En la fecha siguiente volvieron las derrotas y el estado de ebullición llegó a puntos altísimos en los dos bandos. Banfield como visitante le daba vuelta el encuentro a Racing y el equipo se iba silbado. A la salida, el Coco Basile invitaba a los insultantes a pelearlos mano a mano. En La Plata, Estudiantes superaba sin dificultades a un Independiente muy tibio que no marcó goles ni en ese ni en sus anteriores encuentros, Ramón tenía un pie afuera del club.
La cuarta fecha sería el tope para el Pelado. A pesar de que Battión rompió el cero en el score ofensivo del equipo, Argentinos Juniors ya había hecho tres goles antes en el Libertadores de América y la situación se hizo insostenible para el riojano. Racing no cambió de entrenador, pero sólo se trajo un punto de Sarandí. Con cuatro cotejos por lado, ninguno de los dos pudo ganar, Independiente cambió de entrenador y la Academia no lograba armonía entre las órdenes de su flamante DT y sus jugadores de renombre.
Llegó la quinta y ambos quebraron la mala racha: los de Basile se impusieron 3-0 con baile a All Boys, en la gran tarde/noche de Lucas Castro. Los ahora dirigidos por Cristian Díaz ganaron lo que seguro será el mejor partido del campeonato, el épico 5-4 en la Bombonera que todavía muchos siguen sin entender. Volvió la paz, los tres puntos dan aire y comodidad para el trabajo siempre, y eso se plasmaría en la jornada siguiente: ambos sumaron su segundo triunfo y en forma consecutiva. Racing repitió el 3-0 y el buen fútbol en Bahía Blanca, y el Rojo sin brillar pudo despacharse con un 2-0 ante el siempre difícil Belgrano.
Luego de los dos triunfos la esperanza se reinstaló en Avellaneda, pero la fecha 7 regresó los dolores de cabeza: la Academia sufrió un lapidario 0-3 como local ante Unión, mientras Independiente perdía por el mismo resultado en el Cementerio de los Elefantes. Los santafesinos se volvieron a burlar de estos dos grandes irregulares. Colón llevaba tres partidos sin ganar, y a pesar de verse superado al comienzo se las arregló para liquidar el match en un rato. El Tatengue le mostró a Racing porqué es el mejor de los ascendidos.
Increíble lo de los vecinos irreconciliables. Es cierto que la situación de Racing dista de ser la de su clásico rival, pero está muy por debajo de sus pretensiones. A ambos les cuesta asentarse y encontrar un once ideal. Independiente encima carga con el riesgo de un técnico inexperto y un presente institucional que poco colabora. A dos cuadras, un poco más tranquilos, igual están llenos de dudas.
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