Independiente visitará esta noche a Liga en Quito en lo que será el debut del último campeón de la Copa Sudamericana en dicho torneo internacional.
Para Ramón Diaz, entrenador del equipo argentino, la obligación es el clásico del domingo frente a Racing, es por eso que pondrá en cancha un mix de titulares y suplentes, algo inusual para un equipo que tiene que defender el título obtenido el año pasado. Siendo el campeón defensor y jugando frente a un rival de la envergadura de Liga de Quito lo más común sería tirar toda la carne al asador, pero la prioridad está en el fin de semana.
No se puede juzgar de antemano al técnico del Rojo porque tiene mucha espalda para tomar esta clase de decisiones y es un tipo con mucha experiencia en el ámbito internacional, pero la gente parece estar disconforme, ya que Independiente es un equipo copero, y por lo tanto quieren que la Sudamericana sea lo único que esté en la cabeza de los jugadores, teniendo en cuenta que en el torneo local están lejos de los primeros puestos.
Fabián Assman, Eduardo Tuzzio, Gabriel Milito, Cristian Pellerano, Facundo Parra y Osmar Ferreyra no serán titulares esta noche, y no porque Ramón haya pasado la escoba, sino porque a los jugadores más importantes los guarda para intentar bajar a Racing de la pelea por el campeonato el próxima domingo y con el resultado puesto empezar a convencer a la gente de lo que quiere para Independiente.
Los once que representarán al campeón esta noche en la Casa Blanca son: Hilario Navarro; Carlos Matheu, Leonel Galeano, Julián Velázquez; Iván Vélez, Nicolás Delmonte, Iván Pérez, Maximiliano Velázquez; Matías Defederico; Leonel Núñez y Marco Pérez.
Con equipo definido y objetivos en la cabeza Ramón Diaz debutará esta noche en la Copa Sudamericana dirigiendo a uno de los equipos más ganadores del mundo a nivel internacional. Los riesgos que está dispuesto a correr con tal de ganar el clásico son muchos, pero empezar con un resultado negativo en la copa y no hacer un buen trabajo frente a Racing le deparará al entrenador un futuro distinto al del Turco Mohamed, que ganó el clásico y después ganó la copa.
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