Carlos José Barisio sostiene un record que hasta hoy ningún arquero pudo superar en el fútbol argentino: 1075 minutos sin que le convirtieran goles, fue en 1981 cuando era arquero de Ferro Carril Oeste, casi doce partidos con la valla en cero.
El record se terminó el 26 de julio de 1981 cuando el jugador de Talleres Humberto Bravo le convirtió un gol después de diez partidos completos, ochenta y nueve minutos del partido frente al conjunto cordobes y otros ochenta y seis minutos desde que Héctor Scotta, San Lorenzo, le había marcado él último gol.
Barisio fue uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol argentino, tal es así, que en 1971 Amadeo Carrizo dijo que él iba a ser su sucesor cuando el dejara el arco de River, club en el cual se formó y debutó a los veinte años en el Nacional 1971 cuando los pibes de Millo le ganaron a Boca por 3-1.
Debutó en River, pasó por Gimnasia y Esgrima La Plata, después arribó a All Boys, pero en la temporada 1978/79 le dieron la camiseta número uno de Ferro, la que lo transformó en el arquero record y con la cual vivió los momentos más importantes de su carrera bajo la dirección técnica de Carlos Timoteo Griguol.
No solo fue el arquero record, sino que bajo los tres palos logró el primer título de la historia del Verdolaga en el Campeonato Nacional de 1982 dandose el lujo de que le conviertan nada más que 13 goles en 22 partidos transformandose en la vaya menos vencida sin haber perdido ningún partido.
Fueron 271 partidos los de Barisio en primera, y no llegó a Europa porque River rechazó el ofrecimiento del Murcia de España en 1973.
Más allá de no jugar en el Viejo Continente se dio el gusto de también atajar en Boca Juniors cuando se estaba terminando su carrera, aunque sus últimos años en el arco fueron con la camiseta de Deportivo Armenio y Chacarita Juniors.
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