En 1932 se disputó el segundo campeonato oficial de la era profesional y el campeón de dicho torneo fue River Plate, pero más allá de este logro se produjo un hecho inedito para el el fútbol argentino: El plantel de Atlanta estuvo conformado por casi todos paraguayos, en 34 fechas utilizó a sesenta jugadores, hasta hoy es un record no superado.
En esa época el torneo fue disputado solamente por 18 equipos, de los cuales ocho eran provenientes de Capital Federal, otros ocho del Conurbano Bonaerense y los dos restantes eran del la Ciudad de La Plata. Muy diferente a como es hoy y a lo que se pretende el año que viene.
El Bohemio, recientemente ascendido al Nacional B, finalizó último en la segunda temporada profesional del fútbol argentino en la que todavía no había descensos. Ganó seis partidos, empató cinco y perdió 23, sumando 17 puntos en 34 partidos.
En la primera parte del campeonato todavía no se habían sumado todos los jugadores guaraníes al equipo y es por eso que Atlanta no pudo encontrarle la vuelta al torneo, pero recién en la última fecha de la primera rueda, con el equipo ya armado, pudieron ganar su primer partido frente a Lanús por 2-1. Después lograron cuatro triunfos consecutivos en las fechas 23°, 24°, 25° y 26°, ya que vencieron a Argentinos Juniors, Estudiantes, Ferro y Quilmes, pero la racha de víctorias se cortó después de haber perdido 3-0 con Platense. El último triunfo del equipo oriundo de Villa Crespo en este torneo fue frente a Talleres de Remedios de Escalada por 2-0 en la fecha 29°.
En 1931 la historia también había sido negra para el club rico del barrio, ya que también había salido último, mientras que su par Chacarita, el club pobre, promediaba la mitad de la tabla haciéndose más fuerte en la adversidad.
Los jugadores Guaraníes que arribaron a Atlanta lo hicieron para escaparse de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay a principios de 1932, ya que ambos países querían quedarse con el Chaco Boreal.
El 7 de junio de 1932 los pases fueron presentados en AFA: Franklin Pereyra,Pedro Benítez y Virginio Bogarín, arqueros; Aurelio Mont, Martiniano Rodríguez, Jacinto Venialgo, Tranquilino Garcette, Romildo Echeverría y Manuel Achinelli, eran los defensas; Amadeo Ortega, Porfirio Sosa Largo, Desiderio Alvarez, Santiago David, Rómulo Ojeda, Francisco Bianchi y César Hermosa, eran lo que hoy llamamos volantes y delanteros. Dieciséis fueron los paraguayos que integraron el plantel, mientras que los restantes eran jugadores provenientes de la Liga Misionera y la minoría de la cantera del club.
Atlanta era un club modelo de la época y se caracterizaba por la cantidad de hinchas que tenía, cuarenta mil fueron los Bohemios que estuvieron el 12 de junio en el primer partido en el que jugaron todas las incorporaciones juntas frente a River en el Viejo Gasómetro. Bernabé Ferreyra y Arrillaga en dos oportunidades le dieron el triunfo por 3-0 al equipo que luego fue campeón.
Esta increíble historia tuvo un desenlace sentimental al fin y al cabo, ya que Pedro Aurelio Munt, nacido en Ipachí, Paraguay, se enamoró de Atlanta y de su gente, y más allá de haber sido un referente de ese equipo jugando 42 partidos fue visto hasta sus últimos días en los pasillos del club de Villa Crespo.
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